viernes, 31 de marzo de 2017

TODAVÍA HAY RASTROS DE CANIBALISMO POLÍTICO, LA POLÍTICA NO ES SOLAMENTE CONFLICTO, IMPLICA DIFERENCIAS, PERO TAMBIÉN CONSTRUCCIÓN , LA DEMOCRACIA NECESITA MÁS ESPECIALISTAS EN EL ARTE DE LA ASOCIACIÓN POLÍTICA ( RAÚL ALFONSÍN EN SU ÚLTIMO DISCURSO PÚBLICO), OCTUBRE DE 2008

Hace ocho años partía de este mundo el expresidente Alfonsín. Recordado por sus agallas en el tema de los derechos humanos ( incluye el juzgamiento bajo el imperio de la ley a los militares culpables del terrorismo de Estado que gobernaron la Argentina entre 1976 y a los cabecillas de los grupos guerrilleros que sembraron violencia en los 70 . Los actos de los grupos insurgentes, sirvieron como pretexto a los militares para lograr su cometido: "reorganizar a la sociedad", como ellos lo llamaron. 

Apoyados por amplios sectores de la sociedad lograron silenciar a la sociedad y eliminar todo  vestigio de oposición. No sólo bajo la censura, si no también con la desaparición de los cuerpos ( los vuelos de la muerte, fueron el medio para tirar los cuerpos al Río de la Plata).

Durante su gestión también se creó el equipo de Antropología Forense ( clave para la identificación de los cuerpos de los desaparecidos), se sentaron las bases para el Mercosur y la integración latinoamericana.

La economía fue su punto débil , impulsó planes : el Primavera y el Austral, pero , entre errores propios y obstáculos repetidos de parte de las grandes corporaciones , los sindicatos y el justicialismo, fracasó dejando a la Argentina con un altísimo nivel de inflación y dejando como caldo de cultivo las medidas que su sucesor , Carlos Menem, tomaría : eliminar la presencia del Estado como prestador de los servicios básicos, se mal privatizaron las empresas y el neo -liberalismo con su libertad de mercado traducido en salvajismo de mercado. 

Si bien se enfrentó con los cabecillas que intentaron deponerlo como Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldin, las leyes de Obediencia y Punto Final, sancionadas poco después de los alzamientos carapintadas , fueron leídos por una extensa parte de la sociedad que había salido en forma espontánea a defender a la democracia como una "cesión gratuita".

De todos modos, vale recordarlo como el sembrador de la democracia, como quien tuvo la misión de recomponer un país devastado social- económico , donde la Constitución era apenas un libro inutilizable desde 1987 y donde los derechos humanos habían sido bastarteados “Vinieron con el pretexto de eliminar la corrupción y terminaron corrompiendo todo."Hasta las 
palabras más sagradas", como dijera en el cierre de campaña de 1983. Ellos eran la vida y el respeto a una sepultura, derechos que los militares conculcaron mediante las torturas y desapariciones y mediante la violencia que trajo como consecuencia una represión masiva, atroz e ilegal.

Aquel día de su último discurso público el 1 de Octubre de 2008 en Casa Rosada, invitado por la presidenta Kirchner para inaugurar un busto y homenajear los 25 años de democracia, Alfonsín eligió que se conmemore como un homenaje a la democracia que logramos los argentinos. .

Destacaba deudas en la sociedad cuyos gobernantes la habían promovido, así como otros desajustes en la vida democrática:" la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad". A la fragmentación anterior era necesario corregir " La concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden", cuya consecuencia se había trnasformado en la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso". Ellas habían estado presentes en la historia argentina y se mantenían como un déficit con los que carga nuestra democracia. 

Notaba a falta de cinco  meses para su muerte Alfonsín " Hoy todavía hay rastros de ese canibalismo político que ha teñido la práctica política. La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos, esto es totalmente cierto. Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política".


El fin de aquel canibalismo se daría con el fin de las especulaciones y desmanejos , se lograría buscando un consenso fundamental: la democracia. En la cual, aseguraba Raúl Alfonsín se "aspira a la coexistencia de las diversas clases y sectores sociales, de las diversas ideologías y de diferentes concepciones de vida. Es pluralista, lo que presupone la aceptación de un sistema que deja cierto espacio a cada uno de los factores y hace posible así la renovación de los gobiernos, la renovación de los partidos y la transformación progresiva de la sociedad. 


Las críticas deseaban dejar atrás el salvajismo y pasar a un estado reflexivo" Está convicción viene acompañada de una invitación y un deseo esperanzado. Propongo que todos lo intentemos, con la cabeza y el corazón en el presente y la mirada hacia el futuro. Porque los argentinos hemos vivido demasiado tiempo discutiendo para atrás. En política esto tuvo una expresión trágica durante décadas: la única forma que tenía la oposición para llegar al gobierno, era que le fuera mal al de turno, sin advertir que al dificultar la gestión a quien se derrotaba era a la Nación. 


Culminaba con una lectura y una advertencia que la hacía extensiva a la clase política:" No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que debieran ser las más importantes políticas de Estado expresada en la existencia de partidos políticos claros y distintos, renovados y fuertes, representativos de las corrientes de opinión que se expresan en nuestra sociedad. 


Finalmente Alfonsín pedía racionalidad, pensar antes de actuar y que se haga sin mezquindad Mirar para atrás como modo de valorar lo que se ha recorrido positivamente ." Hemos aprendido que los que estimulan la impaciencia para proponer la intolerancia y la violencia como remedios terminan favoreciendo los intereses del privilegio. Aprendimos que cuando el pueblo no decide sobre el gobierno, la nación y el pueblo quedan desguarnecidos frente a los intereses de adentro y de afuera".


Su años de militancia y gestión ,  lo habían llevado a comprender ciertos comportamientos que se hacían palapables  y urgía revertirlos:. No era una cuestión de magia. La construcción democrática, Sabíamos, señalaba que la tarea exigiría tiempo, esfuerzos, sacrificios, claridad de ideas y una gran energía encauzada por un preciso sentido de la prudencia y el equilibrio.
Recordaba  y advertía: la experiencia nos ha enseñado que, cada vez que perdimos la democracia, la inmensa mayoría de los argentinos terminó perjudicándose.
Fuente:
Discurso completo de Alfonsín  1.de Octubre 2008

miércoles, 29 de marzo de 2017

LA VIOLENCIA EN ARGENTINA ES PARTE DE LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS Y HA ESTADO PRESENTE EN EL ASCENSO, DESARROLLO Y CAÍDA DE LA MAYORÍA DE LOS GOBIERNOS

Argentina: un siglo de violencia política (1890-1990) de Roca a Menem. La historia del país 
( Sudamericana) amplía los trabajos anteriores de Marcelo Larraquy, indagando el por qué de las antinomias que fueron resueltas por el camino de las armas .

Larraquy intenta dilucidar cuáles son las causas por las que nuestro país se ha envuelto en escaladas de violencia , sin que estas sean privativas de un grupo o clase " elitista o popular", ambas lo consagraron.

La violencia ha sido protagonista en el ascenso, el desarrollo o la caída de la mayoría de los gobiernos, desde el de Miguel Juárez Celman hasta el de Fernando de la Rúa, explica el periodista e historiador.

Añade que la violencia ha tomado diferentes caminos y formas pero ha sido una constante . Ha ha sido táctica y estrategia en la lucha por el poder: " Estatal o paraestatal, con o sin el aval de las leyes; en calles y en cuarteles, en sótanos, cárceles, empresas y universidades; colectiva o individual; con picanas y "submarinos", con aviones, tanques y fusiles o con piedras, palos y bombas".

El libro se torna más que necesario para entender la construcción del país y la causa de sus fracasos, Argentina. Un siglo de violencia política analiza en nombre de qué o de quiénes se mataba. Con qué fundamentos. Sobre qué bases. Describe los hechos para revelar los motivos y la lógica de los actores, sus razones. Narra para comprender, sin juicios morales ni descalificaciones, y lejos de cualquier estereotipo.

Fuente: Larraquy, Marcelo :Argentina. Un siglo de violencia política.1890-1990. De Roca a Menem. La historia del país ( Sudamericana , 2017)
http://www.megustaleer.com.ar/libro/argentina-un-siglo-de-violencia-politica/AR30305

sábado, 25 de marzo de 2017

LA GUERRA DE MALVINAS DEBE SER PENSADA COMO PARTE DEL PLAN DE LA DICTADURA , LOS MISMOS TORTURADORES QUE ESTABAN EN EL CONTINENTE , SIGUIERON TORTURANDO EN LAS ISLAS , PROLONGÓ EL GENOCIDIO MILITAR SACRIFICANDO A SUS PROPIOS HIJOS

En 1982 la dictadura ya había desatado parte de su plan sistemático de desaparición de personas, el terrorismo de Estado ya se había impuesto desde el 24 de Marzo de 1976.
Para 1982 los desaparecidos , los campos de concentración  y las torturas ya eran una realidad que algunos no vieron y miles no quisieron ver.

En 1982 la dictadura ya había intentado lavar su imagen con el Mundial 78, “La Fiesta de todos” como se tituló la película obsecuente que buscaba mostrar un pueblo feliz y exultante por la obtención de la Copa o el “Mundial de La Paz” como lo llamó Videla en la inauguración.

En 1982, la economía del plan pergeñado por  Martínez de Hoz había colapsado. La época de la plata dulce se había terminado. El terrorismo de Estado que  se prolongó en un terrorismo económico, en un   modelo  que desindustrializó al país, propició  la especulación financiera, endeudamiento y  fuga de capitales.

El mismo terrorismo estatal y económico que  además  sobre endeudó las empresas estatales desreguló los controles y aranceles, favoreciendo  a la oligarquía terrateniente, el gran capital transnacional  y sus socios locales, terminando con la etapa de  industrialización, tenía preparado una zanco más.

El paso faltante  fue enviar sin miramientos y sin preparación a conscriptos (colimbas, siglas de la utilización que hacían los militares con sus subordinados, corre, limpia y barre) a Malvinas “sacrificaba a sus propios hijos”, según aseguraba León Rozitchner .

Como sostuvieron excombatientesy analistas " La guerra no estaba escindida de la situación  general, no son  explicables una sin la otra". Las visiones coinciden ” Secuestraron más de once mil jóvenes  bajo la figura del servicio militar obligatorio , los mismos torturadores que estaban en el continente, siguieron torturando en las islas”.“No se puede hablar de Malvinas sin referirse a la dictadura. Los ex combatientes también fueron víctimas de ella”.

De manera similar lo expresó  Ernesto Alonso, del Centro de Ex Combatientes de La Plata “A Malvinas fue el mismo ejército que estaba reprimiendo al pueblo argentino”. Muchos de los militares que estaban allí, se jactaban de sus hazañas antisubversivas, o de haber participado del Operativo Independencia en Tucumán. Esas fuerzas armadas no estaban preparadas para defender la soberanía”. 

Si bien es cierto que se trató de una maniobra mesiánica  y demagógica para perpetuarse en el poder y que Galtieri fue vitoreado el 2 de Abril luego de anunciar la recuperación de las Islas , que se concretaba, según sus propias palabras” Después de 150 años de lamentable claudicación”…

En su discurso lleno de demagogia y falso patriotismo , Galtieri aquel 2 de Abril de 1982, repetía la formula de incluir a los ciudadanos en el triunfo, sin olvidar que lo hacía en nombre suyo y  de las Fuerzas Armadas ( con paternalismo , recordando que los gobernantes y dueños del país eran ellos ”Yo les agradezco en nombre de los tres Comandantes y de las Fuerzas Armadas que son de Uds., no son nuestras, las Fuerzas Armadas argentinas pertenecen al pueblo de la Nación” .

Galtieri, permitía “ Una  Manifestación de sentimiento y alegría que hoy todo el pueblo argentino comparte “. Nuevamente, el como dueño de la vida de los argentinos les daba la oportunidad de expresar su alegría (siempre controlada por las Fuerzas Armadas y él como representante).

En la Plaza de Mayo, lugar emblemático para  las masas , que durante años se congregaron para alabar a su líder  que supo cómo manejarlos, advertía al mundo y los” enemigos”( todo argentino y extranjero) que no apoyaba a los militares era un potencial enemigo)”.

A  la comunidad internacional y nuestros adversarios circunstanciales de hoy”, seguía en su discurso Galtieri “ comprendan cual es la voluntad argentina” ( hablaba en boca de todos los argentinos que le habían venido a rendir pleitesía, como a él le gustaba:” Aceptaremos el dialogo después de esta acción de fuerza” ( Pocos días después arengaría a la corona británica” que se venga el principito, les daremos batalla”, minimizaba la potencia inglesa y despreciaba a sus gobernantes, tal como lo hacía con sus súbditos.
De todos modos, adelantaba contradiciéndose minutos después , que el diálogo no sería tal, todo ataque será repelido con el “convencimiento que la dignidad y el orgullo nacional” (es posible entenderlo como : ocuparán siempre e el lugar primordial.“Han de ser mantenidos a toda costa y a cualquier precio”.

Galtieri, anticipaba su plan mientras era alentado por los presentes al grito:: ¡lo vamos a reventar! ¡lo vamos a reventar! ¡lo vamos reventar! . Sería a cualquier precio, pero no a costa de su sacrificio ni la de sus jerarcas más cercanos ( a decir verdad hubo represores emblemáticos Rico y Seineldín, los más reconocidos jaqueadores de la democracia alfonsinista que pelearon hasta no poder más.

No obstante el final de la guerra ,la rendición , la muerte de más de 600 soldados y la vuelta a la realidad no se tradujo en un reconocimiento social a los excombatientes.
 Fernando Pablo Cangiano, veterano de Malvinas, denunció la invisibilidad que sufren los excombatientes de Malvinas, a eso proceso lo llamó "Desmalvinización, la derrota Argentina por otros medios”.

Interpretando que la teoría de la “locura irresponsable”, repetida y aceptada luego de la guerra sitúan al ex soldado en el papel de un niño indefenso conducido a la guerra sin la más mínima conciencia de lo quacontecía. Para Cangiano un “chico de la guerra”, significa verlo como un autómata, ciego, impotente, sometido a maltrato físico y psicológico, transformó a los excombatientes en víctimas y no en héroes.

Propone  Cangiano revertir ese dogma y comprender la necesidad de “recuperar con orgullo la identidad de héroes para todos quienes estuvieron en Malvinas, en especial para aquellos que dejaron su vida allí”.

Pide dejar de lado los  gestos ampulosos y llamarlos “ simplemente héroes”. Ese gesto, observa Cangino daría forma a dos puntos centrales, el primero un justo reconocimiento y el segundo una reparación histórica en el que se convenga que, como sostiene, el sacrificio de los camaradas caídos”, concluyendo que significará finalmente ” Vivirán por siempre en la memoria y en el corazón de todos los argentinos de bien”. Con ello, indica que se daría fin a la desmalvinización al que fueron sometidos por la sociedad desde 1982 hasta la fecha.

De modo similar , lo había suscripto León Rozitchner a poco de finalizar la conflagración. El filósofo criticaba a los argentinos. Se posicionaba a favor de  no juzgar solamente a los militares, sino a la sociedad argentina misma: “El pueblo argentino tiene que enjuiciarse a sí mismo. No habrá un destino diferente en la Argentina a no ser que también la mayoría de la población, comprometida en la aventura de las Malvinas, asuma las responsabilidad social de haberse convertido en cómplice de una guerra ofensiva conducida por unas fuerzas armadas compuesta de asesinos, ladrones y violadores, y haber quedado marcada, prolongando el genocidio militar, por el sacrificio de sus propios hijos”.

Criticaba Rozitchner “Fueron alentados, cuando los mandaron a ir a la guerra para ser héroes, y fueron ignorados como si no existieran cuando vuelven derrotados, y habiendo muerto miles de sus compañeros, o habiendo tenido que matar en frío, obligados por la estupidez y la insensibilidad criminal de los militares y de los valientes compatriotas, como si la experiencia de dar la muerte al otro, o ver a sus compañeros morir, no hubiera significado nada”.

Para finalizar quiero tomar una reflexión tomada del pensamiento de un ex combatiente , la  sociedad debe recapacitar. Antes de ir a una guerra, o ir a una plaza a vivar a quien nos conduce a una guerra, es necesario pensar.

Para ello , como modo de autocrítica , exigencia y enseñanza a la vez” , se torna esencial un" Nunca Más para Malvinas”.

Fuentes:
Revista Puentes 20 , Marzo de 2007

http://www.comisionporlamemoria.org/revistapuentes/anteriores/puentes_pdf/PUENTES%2020%20OK/puentes20.pdf

Cangiano, F. "Desmalvinización, la derrota Argentina por otros medios, Mayo de 2011
http://www.relacionesdeltrabajo.fsoc.uba.ar/prod/Desmalvinizacion.pdf

Massin, S.: "Malvinas, la dictadura y la sociedad
argentina, Redacción Rosario, 14/6/2012
http://www.redaccionrosario.com/nuevo/2012/06/14/malvinas-la-dictadura-y-la-sociedad-argentina/

domingo, 19 de marzo de 2017

24/3. Diez libros que narran la dictadura


A días del 41° aniversario del golpe militar de 1976, un recorrido por ficciones literarias que ensayaron perspectivas distintas y habilitaron voces silenciadas permite dimensionar la memoria

En un ensayo para La Nación, Carlos Gamerro señaló cuatro formas que la literatura nacional había adoptado para narrar las circunstancias traumáticas de la dictadura militar: denuncia, elipsis, testimonio y desacralización. Esta última forma abarcaba en su mayoría ficciones escritas por hijos de militantes, aunque, como señalaba el autor de Las Islas, se había vuelto autónoma de la filiación. Hay todavía, no obstante, pocas novelas o relatos que asuman el enfoque de los represores o de aquellos que compartían la ideología encarnada por el gobierno de las juntas militares. "Dado que muchos genocidas están libres e impunes, el escritor que les inventa una voz propia en la ficción queda en una situación ética insoportable, que lo empuja a introducir el control moral o ideológico dentro del texto mediante otra voz o giros de la peripecia, lo que arruina literariamente la jugada", dice Miguel Dalmaroni, docente y ensayista.


Para Federico Lorenz, escritor, historiador y director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el abordaje del tema no pudo escapar a la matriz desde la cual se aprendió a leer esos años oscuros. "El mal absoluto se había abatido sobre la Argentina, y la perspectiva para narrarlo se centró, inicialmente, en rescatar las marcas de esa experiencia -dice Lorenz-. La literatura testimonial desplazó, en ocasiones, la ficción. Con el correr del tiempo, salir de ese abismo permitió que, en ondas expansivas, los escritores se abrieran a nuevos temas: la vida militante, el exilio, Malvinas? Mucho menos, aún, está incorporada la perspectiva de los perpetradores o las historias de los sectores sociales que se beneficiaron con la represión." Para el autor de Montoneros o la ballena blanca, no es casual que la literatura sobre el período parezca inagotable y apenas reiterativa. "La memoria como prisma y el paso de los años permiten explorar nuevas formas de escribir acerca de esos años, porque surgen miradas generacionales diferentes de las de quienes abrieron ese camino", afirma.


Elegimos diez ficciones escritas a lo largo del tiempo sobre la dictadura militar iniciada en el país el 24 de marzo de 1976.Para Federico Lorenz, escritor, historiador y director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el abordaje del tema no pudo escapar a la matriz desde la cual se aprendió a leer esos años oscuros. "El mal absoluto se había abatido sobre la Argentina, y la perspectiva para narrarlo se centró, inicialmente, en rescatar las marcas de esa experiencia -dice Lorenz-.

Elegimos diez ficciones escritas a lo largo del tiempo sobre la dictadura militar iniciada en el país el 24 de marzo de 1976.

1982. Cambio de armas. Luisa Valenzuela (reeditado por Colihue en 2015)

"Es extraño cómo accedí al tema de la desmemoria cuando empecé a escribir el cuento 'Cambio de armas' en 1977, mientras el horror recién empezaba a traslucirse -dice la autora elegida para inaugurar la 43a Feria del Libro de Buenos Aires-. A medida que iba creciendo el personaje de la mujer atrapada en una situación marital engañosa e incomprensible, pensé que sería una novela. Con un antes de que ella cayera en esa trampa y un después, cuando logra zafar. Pero nunca pude completarla: me resultó demasiado fuerte, a tal punto que ni siquiera me animé a mostrarles el largo cuento a mis amigos por temor de ponerlos en peligro. Al año pude completar la serie de cuentos, y cuando volvió la democracia, y empezaron los juicios, supe lo acertado que había sido el argumento." Valenzuela, que vivió varios años en Estados Unidos, prosiguió luego con Simetrías, de 1993, la exploración de los años de dictadura. Su novela Cola de lagartija, en cambio, abordaba los años previos al golpe.

1998. A veinte años luz, Elsa Osorio (reeditado por Colihue en 2014)

Osorio vivía en España cuando escribió A veinte años, Luz. "Cuenta la búsqueda de identidad de una joven nacida en cautiverio y apropiada -indica la escritora-. Era ficción. Entonces sólo se conocían los casos de los nietos buscados por las Abuelas. En 1998 salió en España (nadie quiso editarla en la Argentina) y coincidió con la primera vez que una hija de desaparecidos, Paula Cortazza, buscó y encontró su origen. En 1999 se publicó en la Argentina pero la eligió el director mexicano del grupo. '¿Por qué escribiste sobre esto?', me preguntaban, como si fuera una rareza escribir sobre algo que nos había partido la vida como sociedad, como generación. El camino de la justicia estaba obturado, hablar era incómodo, escribir más. Pero escribir es salir de la inmovilidad, del lugar de víctima, crear, creer, provocar, contagiar." Mientras se leía en veinte idiomas, la novela "desapareció" del país. "No me propuse dar una representación a lo que no lo tiene, los desaparecidos, ni hacer una escritura de la ausencia, simplemente ocurrió", dice Osorio.

2002. Dos veces junio. Martín Kohan, Sudamericana
"No fue mi interés por la política sino por la micropolítica lo que me llevó a escribir Dos veces junio -señala Kohan-. Y no fue la pregunta por el qué (qué era lo que había pasado), sino la pregunta por el cómo (cómo pudo pasar lo que pasó), lo que me impulsó y me orientó. Los realismos y los testimonios abarcaban perfectamente el modo de rendir cuenta de lo ocurrido. En Villa, de Luis Gusmán, se marcaba una perspectiva distinta: la de la capilaridad del poder, por un lado, y por el otro la de la esfera de las responsabilidades estatales captada en su medianía, en el gris de la mediocridad más cabal. Esa lectura confluyó con mi pasión por narrar las derrotas argentinas (en una guerra, en un mundial o en un ring), y así empecé a pensar en un conscripto en 1978, la noche de Italia 1- Argentina 0, chofer de un médico de la represión, en contarlo sin que se alcanzara a discernir si entendía o no entendía el horror del que estaba formando parte." Kohan profundizó esa perspectiva narrativa en una novela posterior, Ciencias morales, premio Herralde de Novela 2007.

2008. Nudos, Patricia Ratto. Adriana Hidalgo
"En Tandil, donde nací, crecí y aún vivo, gran parte de la sociedad calló, miró para otro lado y tardó años en reconocer que en nuestra ciudad también había habido centros clandestinos de detención, torturadores y desaparecidos -afirma Ratto-. Cuando comencé a escribir sentí que, desde la ficción, algo podía hacer al respecto. Nudos, mi segunda novela, transcurre durante la crisis de 2001, en un Tandil atravesado por una ruta que separa dos territorios bien diferentes en lo ideológico y social. La novela se compone de historias fragmentarias que se van anudando en torno a tres ejes: la marginalidad, la represión y la guerra de Malvinas, y pone de relieve las cicatrices que estos males dejaron y cómo modificaron los cuerpos y los destinos de los personajes." En la época en que escribía Nudos, Ratto iba a trabajar a los barrios periféricos de Tandil en un "bibliomóvil" y notó que, además de las víctimas de la dictadura, había otros "desaparecidos": los excluidos y sin oportunidades, invisibles para un sector amplio de la sociedad.

2012. Una misma noche, Leopoldo Brizuela. Alfaguara
Un robo en un barrio de La Plata en 2010 desencadena en el narrador e investigador de Una misma noche el recuerdo de un episodio violento vivido en 1976. En ese entonces, Leonardo Bazán era un niño y comprendía apenas el significado de la presencia de las fuerzas policiales en su casa, la colaboración del padre con los oficiales y el silencio con el que la familia debía cubrir esa experiencia. Narrada con titubeos a medida que avanza a ciegas en su pesquisa, el protagonista descompone, como en el estudio de una partitura, el comportamiento de los civiles durante la dictadura. "Últimamente imaginé un relato que contara esos diez minutos varias veces, nombrándonos cada vez con palabras diferentes. Porque basta que nos nombremos de manera distinta para que varíe todo el relato, y sobre todo, el juicio del lector. Para algunos seremos, claro, héroes. Para otros, cómplices", le confiesa el protagonista a un amigo. La novela de Brizuela obtuvo el premio Alfaguara de novela 2012 y ya fue traducida a varios idiomas.

2013. Las voces de abajo, Pablo Melicchio. Simurg
Melicchio tenía 9 años cuando el fútbol argentino ganó su primera copa del mundo. "Festejé en la calle, entre la multitud, subido a caballito sobre la espalda de mi padre -recuerda el autor-. Esa pobre fotografía es todo mi recuerdo de ese mundial. Con el tiempo supe que se trató de un plan para ocultar los horrores cometidos. Años después, trabajando como psicólogo en una institución para personas con capacidades diferentes, observé que uno de los internados dejó de pronto de barrer y, mirando hacia el suelo, comenzó a hablar solo. ¿Y si se comunicaba con los desaparecidos? Con esa pregunta comencé a escribir la novela. Chiche, el personaje central, presenta por un lado un 'retraso madurativo' pero por otro posee un don que le permite escuchar a los desaparecidos, asesinados y enterrados en la granja donde trabaja. ¿Alguien creerá en su verdad?" En la novela, discapacidad y desaparición se articulan e intentan repararse mutuamente. "Las voces de abajo es mi diálogo con el pasado, con ese niño sobre la espalda de su padre", dice Melicchio, que este año dio a conocer La mujer pájaro y una modesta eternidad.

2014. Todos éramos hijos, María Rosa Lojo. Sudamericana
"Mi novela narra las historias de un grupo de jóvenes profesores y de estudiantes de secundario en colegios religiosos alcanzados por la teología de la liberación, a comienzos de los años setenta -observa Lojo, docente e investigadora además de narradora-. Es un enfoque poco frecuentado, a pesar de la importancia que tuvo ese movimiento dentro del catolicismo en las nuevas generaciones en ese entonces. También lo es el punto de vista central de Frik, una chica que busca su identidad en la creación artística y no milita, aunque alguno de sus compañeros empiezan a hacerlo." La novela incorpora el punto de vista de los padres que cuestionan la militancia de los hijos. "Pero no hay focalización en represores -indica la autora-. Es una perspectiva poco habitual en la ficción, quizá porque resulta difícil mirar desde ese lado o porque nos resistimos a aceptar que quienes estuvieron en ese lugar en definitiva pertenecen igualmente a la humanidad, aunque actúen su lado más oscuro." Este año, Lojo publicó El Libro de las Sinigualesy del único Sinigual, un libro álbum para niños y adultos.

2016. DAF /(Deficiente Aptitud Física), Beatriz Vignoli. Bajo la luna
La narradora, poeta y periodista Beatriz Vignoli comenzó a escribir lo que sería la penúltima versión de su novela DAF en 1991 . "La sigla DAF, 'Deficiente Aptitud Física', significaba salvarse del servicio militar obligatorio -advierte desde Rosario-. Necesitaba contar la verdadera historia de los otros ?hijos del Proceso'. La de los que escuchábamos discos de rock. La de los que teníamos miedo aunque no estuviéramos en la mira por cuestiones políticas. La del pibe que iba a un recital y no sabía si volvía." Para ello, la autora inventó una banda de rock, bautizada DAF, que nunca cruzó los límites del garaje. "Luego los puse a charlar en las palabras que nos servían de contraseña a los ?locos' del rock. Inventé a un bajista (Dadá) que recuerda aquella banda que tuvo en aquel verano de 1979 a 1980 que, para demasiados jóvenes, fue el de la cerveza holandesa y los boliches donde pasaban música disco", señala la autora. Vignoli es muy valorada en el país como poeta, pero su obra narrativa, que incluye un ciclo de varias novelas, es tan radiante como su poesía. Este año, el sello rosarino Iván Rosado publicó su nuevo poemario, Árbol solo.

2016. Al Sur, Gabriel Lerman. Astier Libros
"De Baudelaire a Benjamin, de Martí a Gabriela Mistral, se dijo que la patria es la infancia -señala Lerman-. En mi caso, la patria y la infancia fue mi barrio, Parque Chacabuco, en estricta dictadura. Y como en un laboratorio a escala reducida, me pasó todo lo que debía pasarle a un niño argentino de clase media, menos tener padres desaparecidos, aunque hubo exiliados, fundidos por la reconversión económica y una abuela que ingresaba en un lento e irreversible desquicio. Eso podía ocurrir en un fuera de campo con una pared de cristal que custodiaban mis padres, en cuyo interior, cual país burbuja, acontecía una infancia feliz. La infancia, la dictadura y la patria han sido una obsesión que indagué en mis tres primeras novelas." Rutas para cuatro viajeras hace jugar a una abogada, a su madre y sus dos hijas. En Las nuevas olas se cuenta la vida de un joven judío de militancia montonera que se exilia en Israel. Y en Al sur aparece con fuerza esa paradójica infancia feliz, en 1978, "mientras Cacciatore construía la autopista 25 de Mayo y partía a la mitad, para siempre, el Parque Chacabuco", acota Lerman.

2017. El canario, Carlos Bernatek. Clarín-Alfaguara
A través de diferentes planos, El canario, ganadora del premio Clarín de Novela 2016, estructura un relato de fracturas temporales. "Parra y Maidana, los protagonistas, alternan una cronología que construye la anécdota desde los sucintos fragmentos previos: un autoexiliado que se dedica a vagar por Brasil durante 20 años y un conscripto destinado a la ESMA en plena dictadura -cuenta el autor-. El azar del presente los encuentra en una biblioteca pública donde Parra procura desentrañar la historia de Maidana, ese hombre quebrado que evita dormirse para esquivar los sueños. El pasado, en ambos casos, actúa de modo oracular." Otro personaje, Bishop, demarca en la novela hitos de una épica histórica en el ocaso: el flower power, Vietnam, el hippismo. Entre esas coordenadas discurren la amistad, el amor y las lealtades. "La condición humana sometida al horror de la disposición de los cuerpos constituye el tema dominante de la historia, pero, lejos de la crónica, la voz de un personaje subalterno narra su periplo accidental por esa microhistoria como una fantasmagoría de lo que se calla", indica Bernatek.

Fuente:
Gigena, Daniel , La Nación , 19 de Marzo de 2017
http://www.lanacion.com.ar/1994363-243-diez-libros-que-narran-la-dictadura

El desarraigo: la violencia del capitalismo en una sociedad rural lleva a la pérdida de la función social del trabajo para asumir el mandato de la rentabilidad y el lucro

El desarraigo, publicado por primera vez en 1964, puede ser leído aún hoy como una reflexión clave sobre el oficio de sociólogo. ¿Cómo estudiar una sociedad profundamente transformada por la guerra y el capitalismo, en el momento mismo en que esos cambios están teniendo lugar? ¿Es posible preservar la consistencia metodológica y teórica del análisis sin resignar las convicciones ideológicas sobre lo que está en juego? Con este libro, Pierre Bourdieu y Abdelmalek Sayad revolucionaron el campo de las ciencias sociales, al desplegar un trabajo etnográfico que se nutre de todos los recursos a su alcance (entrevistas, estadísticas, encuestas) y al demostrar que el valor científico y el político pueden potenciarse.
En una Argelia bajo el fuego de la guerra de independencia, los entonces jóvenes sociólogos se ganan la confianza de los pobladores, recorren carreteras prohibidas, entre puestos de control y alertas de minas, se adentran en los tugurios y los barrios populares, y durante la noche discuten y transcriben las observaciones del día. Pero su programa sociológico no se limita a denunciar las condiciones de vida generadas por la dominación colonial. Su objetivo es conocer los efectos provocados por el desplazamiento forzado de las poblaciones campesinas a virtuales campos de concentración, los cambios en la relación con el trabajo y la vivencia del desempleo, los nuevos modos de consumo según las clases sociales y la adaptación de poblaciones rurales al hábitat moderno. Se trata de estudiar el impacto del capitalismo en una economía basada sobre la reciprocidad y la solidaridad, así como el modo en que estas poblaciones marginadas afrontan la desaparición del campesinado sin las disposiciones sociales y culturales para insertarse en nuevos sectores productivos.
Esta edición ampliada con documentos inéditos y enriquecida por la presentación del sociólogo Amín Pérez permite redescubrir la vigencia de una de las obras más importantes del patrimonio de las ciencias sociales. Al registrar con maestría el proceso de transición al capitalismo –cuando se desmantelan las estructuras sociales y los ritmos de la vida comunitaria, y el trabajo pierde su función social para asumir el mandato de la rentabilidad y el lucro–, El desarraigo ofrece indicios, una vez más, para comprender el mundo social y, en particular, la precariedad que afecta hoy a las poblaciones más vulnerables.
Fuente: Bourdieu, P y Abdelmalek S.:El desarraigo, la violencia del capitalismo en una sociedad rural. Siglo XXI Editores , Buenos Aires 2017
http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaLibro.php?libro=978-987-629-719-6
Sobre los autores:
Pierre Bourdieu

Ha sido uno de los intelectuales más influyentes de Francia durante la última mitad del siglo XX. La variedad de las temáticas que estudió y el intento de llevar a la práctica la construcción interdisciplinaria de diversos objetos de estudio evidencia su capacidad para hacer coincidir su producción intelectual con los problemas más relevantes de la sociedad y, en especial, de los sectores dominados. Nació el 1º de agosto de 1930 en Denguin, en el suroeste de Francia. Realizó sus estudios en la École Normale Supérieure y en la Facultad de Letras de París.
En 1981, fue designado en el puesto académico más prestigioso de Francia, el Collège de France, con el título de Profesor Titular de Sociología, cátedra que dictó hasta su muerte en enero de 2002.
http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaAutor.php?idAutor=1023


Abdelmalek Sayad(1933-1998) Es uno de los más importantes sociólogos de los procesos migratorios. Nacido en Cabilia (Argelia), se inicia en las ciencias sociales junto a Pierre Bourdieu durante la guerra de liberación (1954-1962). Sus primeros trabajos analizan los efectos de la colonización y el capitalismo en los modos tradicionales de vida del campesinado y proletariado argelinos. Más tarde, como investigador del CNRS parisino, emprende investigaciones que, desde una novedosa perspectiva, develan la cotidianidad de la condición migrante en las sociedades de origen y llegada. Su obra abarca más de un centenar de publicaciones; entre ellas, La doble ausencia. De las ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado (1999).
http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaAutor.php?idAutor=1477

sábado, 18 de marzo de 2017

A 41 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE 1976 :SE NOS DESPOJÓ DE NUESTRA CONDICIÓN HUMANA, SE NOS QUISO REDUCIR A LA CONDICIÓN DE OBEDIENTES Y DESPOLITIZADAS HORMIGAS, ESTÁBAMOS ENCADENADOS A LA CULTURA DEL SOMETIMIENTO

El golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976 fue justificado por las Fuerzas Armadas y sus adalides como una respuesta a una sociedad enferma que necesitaba de una operación quirúrgica sin anestesia para normalizarse. Lo cierto es que bajo este pretexto desarrollaron un plan sistemático que abarcaba a toda la población. El silencio debía primar al igual que la subordinación y verticalismo extremo, de manera similar a lo que sucedía en los cuarteles cuyas puertas fueron a golpear amplios sectores de la sociedad.

El gobierno del Proceso de Reorganización Nacional ,la Junta militar encabezada por las tres armas(con Videla , Massera y Agosti a la cabeza utilizaron ese eufemismo que utilizaron para instaurar de un nuevo orden edificado sobre el terrorismo avalado por el Estado , el nuevo orden económico fue también parte de la estrategia. El empresariado en conjunto con la Iglesia a los que se sumaron amplios sectores civiles respondieron al caos reinante para autodenominarse la “reserva moral de la patria”.

Hugo Vezzetti, lo explicó de esta manera:” El golpe de 1976 fue recibido con una mezcla de de alivio, expectativa y resignada aceptación: las promesas de orden y autoridad no sólo se correspondían con una experiencia histórica que había reservado a las Fuerzas Armadas ese papel, sino que parecían, para muchos, la única salida frente a las evidencias de la fractura política, el caos social y el desquicio del Estado.

El libro “Memoria y dictadura : un espacio para la reflexión desde los Derechos Humanos., describe el objetivo del Proceso de Reorganización Nacional: “ Si desde el aparato estatal se nos despojó de nuestra condición de ciudadanos y se nos quiso reducir a la condición de obedientes y despolitizadas hormigas, en los contextos del cotidiano –el de las relaciones sociales y los patrones de autoridad que tejen la vida diaria– se intentó llevar a cabo una similar obra de sometimiento e infantilización: los que tenían ‘derecho a mandar’, mandando despóticamente en la escuela, el lugar de trabajo, la familia, la calle; los que ‘debían obedecer’, obedeciendo mansa y calladamente”, de forma capilar de arriba hacia abajo.

La paralización y anestesiamiento se hizo patente , añade en el libro mencionado.“ Casi perdimos el derecho de caminar por la calle si no vestíamos el uniforme civil –pelo corto, saco, corbata, colores apagados– que los mandones –militares y civiles– consideraban adecuado”.

El acallamiento y el espíritu crítico considerados imprescindibles para los militares, en “Memoria y Dictadura”…es narrado de este modo” Pasó a ser altamente aconsejable no ser diferente ni dar opiniones poco convencionales aun sobre los temas aparentemente más triviales. Así, también, fue anatema (era reprobable y causal de persecución) en las instituciones educativas pre g u n t a r, dudar y hasta reunirse por parte de los que sólo tenían que aprender pasivamente, y en muchos lugares de trabajo (incluso, por supuesto, pero no sólo en las fábricas), entre esa coacción y la del creciente desempleo, fue perseguido todo lo que no fuera, igual que en los otros contextos, la obediencia del sometido”.

El disciplinamiento empezaba por casa y se hacía extensivo a la educación, es posible observar allí también el terrorismo. En una la carta abierta a los padres argentinos , publicada por la revista Gente 
( Editorial Atlántida dueña de la revista fue uno de los cómplices civiles desde los medios de comunicación ) los militares alertaban sobre los peligros que existía en el ámbito educativo :” En esta guerra no sólo las armas son importantes. También los libros, la educación, los profesores. La guerrilla puede perder una o cien batallas, pero habrá ganado la guerra si consigue infiltrar su ideología en la escuela primaria, en la secundaria, en la universidad, en el club, en la iglesia .“Ese es su objetivo principal”, advertían en su cruzada los militares”. Retomaban aquí la sospecha que todos eran potencialmente subversivos.

Los padres no solamente debían mandar a sus hijos a la escuela. Importante es que cumpla también con las leyes morales de su sociedad y de su cultura” ( es posible observar el rol de la Iglesia en cuanto al orden moral y las buenas costumbres , la creencia cristiana y occidental promovida ).

Las leyes morales consistían e controlar lecturas y actividades de todo tipo” Que se prestan a desviaciones: los campamentos, los encuentros de convivencia, los retiros espirituales, las visitas a villas miseria”. Los padres, sostenían los ideólogos del proceso: alta sociedad, grupos concentrados económicos ( representado por la Sociedad Rural y medios de comunicación afines, eran co –responsables de custodiar la amenaza subversiva ( un cuasi Satanás) :” Usted tiene una gran responsabilidad en esto. Porque usted no sabe -no puede saber- qué cara tiene el enemigo. O de qué se disfraza. Usted le entrega, le regala su hijo a la escuela durante muchas horas por día e ignora qué ocurre”.

Los docentes eran “peligrosos” entendían los militares, era posible que ayudarán a pensar, a razonar y a ver una realidad diferente de la que se vivía en el día a día. “Seguramente lo estarán educando como corresponde”, intentaba no ligar a toda la comunidad educativa. Sin embargo, existían modelos a no seguir ”Cabe la posibilidad de que no sea así”, alertaban.

¿Quiénes eran los” enemigos” disfrazados?, según las palabras de los jerarcas militares, a los que había que temer. Eran los que enseñaban a los hijos a discutir, a cuestionar a sus padres ( en realidad eran los que cuestionaban el statuos quo), tal como la acción de la sectas ( despegaban aquí a la ortodoxia católica o el Vaticano que apoyó la dictadura) les lavaban la cabeza a los hijos que quedaban ” Hipnotizado por el enemigo. Su mente es de otro”

De todos modos, intentaron llevar una imagen de tranquilidad y paz que llegaría, en oposición a lo que acaecía en el periodo anterior durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, viuda del tres veces expresidente argentino:”Después del 24 de marzo de 1976, usted sintió un alivio , sintió que retornaba el orden”. Utilizando una metáfora biológica, pretendieron erigirse como los sanadores de la argentina “Que todo el cuerpo social enfermo recibía una transfusión de sangre salvadora”. Sin embargo, avisaban que la “ curación” llevaría tiempo “Bien. Pero ese optimismo -por lo menos en exceso- también es peligroso. Porque un cuerpo gravemente enfermo necesita mucho tiempo para recuperarse, y mientras tanto los bacilos siguen su trabajo de destrucción”, señalaban en la carta. En sus ideas, la putrefacción era tan grande y había que eliminar hasta la última bacteria infectada. Así concebían los militares a la sociedad , a todo opositor y a eso los redujeron, a “insectos “ o “bacterias”. A los insectos había que pisotearlos. A las bacterias había que aislarlas, analizarlas y a las infecciosas eliminarlas.

Las consecuencias de la dictadura dejaron su huella hasta hoy. La violencia ejercida con y sobre el lenguaje produjo silencio o frases hechas, por ejemplo por algo será o algo habrán hecho, que se extendieron a la sociedad en su conjunto. Por ende, también en la mentalidad de la sociedad se operaran grandes cambios , los cuales se mantienen presente . Debido a la disminución de la solidaridad, la pérdida de confianza en la acción comunitaria, la despolitización y el alejamiento de gran parte de la sociedad de los ideales de transformación revolucionaria”, subraya la escritora norteamericana Marguerite Feitlowitz.

Si como escribió Ernesto Sábato en el prólogo al” Nunca Más”Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana.

En consonancia a las ideas de Sábato, también vale tomar como enseñanza las reflexiones del Dr.Luciano Barandiarán que propone hacer uso de la memoria:” Se impone recordar la cultura autoritaria que se ha repetido en democracia en casos como los de Luciano Arruga, Jorge Julio López, los atentados como los de la AMIA o la Embajada de Israel, o los ataques de grupos neonazis”. Ellos demuestran que la consolidación de una cultura democrática continua estando bajo acecho de amenazas heredadas, tal vez desde mucho antes de 1976.

Finaliza Barandiarán” Resolverlas debería ser nuestro reto, para que Nunca más no se transforme en una frase vacía a medida que pasen los años.

Fuentes:

Memoria y dictadura : un espacio para la reflexión desde los Derechos Humanos. - 4a ed. - Buenos Aires : Instituto Espacio para la Memoria, 2011.


Bilder, M, E. “Las huellas del pasado en el presente.Papeles de Trabajo, Año 6, N° 9, junio de 2012, pp. 225-244.
Barandiarán, L. El impacto de la última dictadura sobre la cultura (1976-1983), UNICEN, 23 de Marzo de 1976

«Carta abierta a los padres argentinos» Revista Gente.16 de Septiembre de 1976









jueves, 16 de marzo de 2017

A 41 años del golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976 : taller "Memorias en acción: espacio para crear y recrear"

A 41 años del golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos organiza el taller "Memorias en acción: espacio para crear y recrear"
Lugar y hora : Sábado 18 de marzo de 10 a 13.30 horas. Sede APDH Av. Callao 569 3°cuerpo 1° piso, Ciudad de Buenos Aires

Destinado a educadores/as e interesados/as en la temática.
Actividad no arancelada con inscripción previa.

Modalidad: Se desarrollará bajo la modalidad de taller.Se entregará material pedagógico y se otorgará certificado de asistencia.
Informes e inscripción: enviar correo a educacion@apdh.org.ar indicando institución de pertenencia, cargo o nivel, datos de contacto.
Teléfonos: 4372-8594 / 4373-0397 / 4814-3714 de 15 a 19 hs.

miércoles, 15 de marzo de 2017

ATENTADO A LA EMBAJADA DE ISRAEL EN BUENOS AIRES, 25 AÑOS: EL TERROR SÓLO IMPREGNA DOLOR Y MUERTE EN AQUELLOS LUGARES EN LOS QUE DEJA SU HUELLA

El siguiente es un extracto del discurso de la entonces embajadora de Israel pronunciado en 20
14 en el acto del 22 aniversario del atentado a la sede diplomática hebrea

Familiares de las victimas Estimados sobrevivientes Representante del Gobierno Argentino Señor Vice Canciller, Embajador Eduardo Zuain Señor Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Dr. Julio Alak Autoridades Nacionales Autoridades del Gobierno de la Ciudad. Compañeros y miembros del cuerpo diplomático Señoras y señores :
22 son las letras del alfabeto hebreo. La totalidad de las palabras pronunciadas y las que podrían ser creadas son posibles a partir de ellas. Estos 22 signos simbolizan un universo completo de pensamientos y enunciaciones. 

Hace 22 años, en este mismo lugar, la realidad tomó un nuevo formato. Un cruel atentado arrojó a decenas de personas a la ausencia permanente de sus seres queridos que fallecieron y que hoy ya no pueden ser parte de sus vidas. Provocó una importante cantidad de heridos. 

Dejó al Estado de Israel sin su sede diplomática e imprimió en la memoria de la ciudadanía argentina una imagen acerca de cómo se 2 pronuncia el terrorismo internacional, que hasta ese entonces desconocía. Estos 22 años nos permiten observar como el extremismo dejo su marca en medio del escenario urbano. Un vacío que deviene en ausencias cotidianas. 

La confirmación que el terror solo impregna de dolor y muerte aquellos lugares en los que deja su huella. Son muchos los desafíos que esta herida en la calle Arroyo nos plantea. El que vengo a sugerirles hoy es fundamentalmente el de la memoria. 

Como representante del Estado de Israel, debo decirles, que nuestro pueblo ha hecho de la memoria un ejercicio cotidiano. La recordación es el único elemento que supera la muerte. 

Es el instrumento por el cual la trascendencia logra corporizarse en un pasado que se constituye en premisa básica de un presente consciente. La memoria es la herramienta fundamental para la construcción de una realidad con sentido, con capacidad de pensarse a sí misma y así transformarse en un ejemplo de acción para las generaciones futuras. Señoras y señores, Son tres los ejes rectores que nos congregan en este acto. Como elemento principal, la necesidad de invocar la memoria. Por otro lado, la clara enunciación de la batalla contra el terrorismo internacional, como un elemento central en la política de nuestro gobierno. Y en tercera instancia la necesidad de justicia. 

Estimo que todos los hoy aquí presentes, coincidimos en que esta triada debe ser enarbolada a través del tiempo. Estos tres pilares nos comprometen con el pasado, nos definen el presente, y nos desafían en relación al futuro. Señoras y señores, Estamos hoy aquí presentes para honrar la memoria de las personas que vieron truncadas sus vidas hace 22 años. Estamos hoy aquí presentes para tomar conciencia que toda forma de terrorismo debe ser rechazada, que el TERRORISMO MATA. Estamos hoy aquí presentes, en nombre de los ausentes. Estamos hoy aquí presentes, para manifestar que el Estado de Israel desea honrar la memoria de las víctimas. 

Es por ello que el concepto que hemos elegido este año para conmemorar este aniversario es: ACÁ HABÍA VIDA. Para finalizar quisiera terminar con las 22 letras del alfabeto hebreo. Como una consigna del destino, estos 22 años, nos permiten tomar conciencia que existe un universo de posibilidades para conformar un nuevo discurso. Las bases legitimas para formar en nuestra conciencia colectiva: la palabra memoria, el concepto de lucha contra el terror, y sin dudas también… la palabra justicia; porque el TERRORISMO MATA y porque fundamentalmente ACÁ HABÍA VIDA.

Fuente: Embajada de Israel



domingo, 12 de marzo de 2017

Hoy cumpliría 90 años Alfonsín, el demócrata que puso a los criminales de la Dictadura frente a los jueces

Asumió recitando el olvidado Preámbulo de la Constitución y le entregó el mando a otro civil, Menem, algo que no sucedía desde 1916. Su vida fue un ejemplo de pasión política y cristalina austeridad.
En la Argentina corren los convulsos y sangrientos años 70. Pero en la madrileña Puerta de Hierrosólo se baraja el futuro…
Una noche, en la mesa chica de los peregrinos eternos, Perón pregunta:
–¿Cómo anda la oposición?
La respuesta es más obsecuente que real:
–No existe, general.
–Sin embargo, hay un muchacho de Chascomús, Alfonsín, que…
–Pero ya sabe cómo son los radicales, gerenal. Siempre guitarreando…
(Pausa)
–Sí, pero cuidado… ¡Ese toca la guitarra eléctrica!

El muchacho de Chascomús es Raúl Ricardo Alfonsín.
Ha nacido (12 de marzo de 1927) y se ha criado ese punto de la provincia de Buenos Aires sólo famoso por su laguna… hasta que su hijo dilecto llegó a ser el primer presidente de la democracia recuperada.
Pero tiene escuela: los juegos de su infancia y la curiosidad de su adolescencia han transcurrido entre políticos, sus acuerdos, sus desacuerdos. Es el mayor de los seis hijos del comerciante minorista Raúl Serafín y de Ana María Foulkes, y nieto de gallegos y galeses. Escuela primaria: Normal Regional de Chascomús. Secundaria: Liceo Militar General San Martín.

En la Argentina corren los convulsos y sangrientos años 70. Pero en la madrileña Puerta de Hierro sólo se baraja el futuro…
Una noche, en la mesa chica de los peregrinos eternos, Perón pregunta:
–¿Cómo anda la oposición?
La respuesta es más obsecuente que real:
–No existe, general.
–Sin embargo, hay un muchacho de Chascomús, Alfonsín, que…
–Pero ya sabe cómo son los radicales, gerenal. Siempre guitarreando…
(Pausa)
–Sí, pero cuidado… ¡Ese toca la guitarra eléctrica!

Termina como subteniente de reserva con dos compañeros que serían famosos por oscuras razones: Leopoldo Galtieri y Albano Hanguindeguy…
Se recibe de abogado (UBA) en 1950. Un año antes se casa con María Lorenza Barreneche, que le da seis hijos: Raúl Felipe, Ana María, Ricardo Luis, Marcela, María Inés y Javier Ignacio.

No puede eludir los genes de la política: concejal, diputado (provincial y nacional), senador, vicepresidente de la Internacional Socialista… Pero el Gran Destino todavía no ha tocado a su puerta.

Se acerca a él un grupo de jóvenes radicales que, como pueden, enfrentan a la dictadura militar: Cáceres, Karakachoff, Storani, Moreau, Stubrin, Nosiglia, Cavallari, Suárez Lastra, Martínez, Muiño, Rodríguez, Laferriére Laferrière… La Coordinadora. Y el gran salto.


Tras la derrota nacional en la guerra de Malvinas, último y trágico manotón de ahogado de la dictadura militar para perpetuarse en el poder, amanece la democracia, clausurada desde la noche de 1966, cuando un grupo de militares derroca al presidente radical Arturo Umberto Illia. El manotazo del inepto general Juan Carlos Onganía, que promete "cien años de gobierno".


Suceden luego años volcánicos.

El peronista Héctor Cámpora, amanuense y candidato de Perón, gana las elecciones del 73. Pero presionado por los montoneros, le entrega el poder a su líder, que asume abatido y enfermo, y muere el 1º de julio de 1974. Lo sucede su mujer, Isabel, derrocada el 24 de marzo de 1976 por la dictadura militar que encabezan Videla–Massera–Agosti. Aunque sí en lo formal, no han sido años de democracia plena…

El camino a la Casa Rosada se le abre, ancho pero espinoso, al hombre de "la guitarra eléctrica" que anticipó Perón. Lo apoya la mayoría silenciosa, que se hace oír como un terremoto en el acto de cierre de campaña (28 de octubre de 1983): casi un millón de almas.

Lo sustenta una brillante campaña publicitaria creada por David Ratto –radical desde su infancia–, con dos íconos clave: las iniciales RA en el óvalo azul y blanco que identifica en los autos su pertenencia a la República Argentina, y el afiche con el gesto de Alfonsín levantando en triunfo sus dos manos cruzadas: símbolo de triunfo, pero también de unión. Y como golpe final, la quema de un ataúd y una corona con las siglas UCR por el peronista Herminio Iglesias: un acto que infunde el miedo de retornar a la violencia de los 70.

Y las urnas hablan.
La fórmula Raúl Alfonsín–Víctor Martínez vence por casi el 52 por ciento de los votos a los peronistas Italo Luder–Deolindo Bittel, que apenas pasan el 40. Pero las luces de Alfonsín y la democracia nacen opacadas por un pesado velo: los miles de muertos de los dos terrorismos –el clandestino y el de Estado–, sin olvidar a los abatidos por la siniestra Triple AAA de José López Rega, el siervo pero también el amo de un Perón que era una sombra de su sombra…

Y Alfonsín juega su carta más fuerte, más riesgosa, histórica. Crea la CONADEP: profunda investigación de los crímenes de la dictadura que genera la edición de un libro insoslayable: el Nunca Más.

Nadie creyó lo que sucedería después, pero el 22 de abril de 1985, por orden de ese hombre campechano que en las primeras fotos en Chascomús lucía un poncho, los comandantes militares de las tres primeras juntas enfrentaron a un tribunal bajo la acusación de "crímenes de lesa humanidad".

Fueron ocho meses inolvidables. No sólo por la ejemplar justicia que aleteaba: también por la terrible tensión de un último coletazo militar.

Pero el 9 de diciembre del mismo año cayó el martillo de los jueces: sentencias durísimas, algunas de por vida, coronadas por las inolvidables palabras del fiscal Julio César Strassera: "Señores jueces… ¡Nunca más!". En 1986, Alfonsín logró que el Congreso sancionara la ley de Punto Final: plazo de 60 días para procesar a más acusados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Pero no fue suficiente.

En la Semana Santa de 1987 estalló un levantamiento de jóvenes oficiales al mando del teniente coronel Aldo Rico. Los patéticos carapintadas. Tan fuera de la gente que quería paz como de la historia misma.

Una muchedumbre inundó las calles apoyando al presidente y a la democracia. Si Alfonsín hubiera levantado el pulgar, habrían caído sobre los insurrectos. Pero demasiada sangre había corrido en el país.

El presidente y también Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, según la Constitución, eligió el camino de la paz. Fue en persona al nido de los insurrectos. Y hacia el final de la tarde anunció desde la Casa Rosada:"¡Felices Pascuas! La casa está en orden"", y no hay sangre en la Argentina.

Algunos juzgaron esa actitud como una claudicación. Pero la mayoría comprendió que el presidente había evitado una guerra civil. Aun así, debió enfrentar otros dos levantamientos: 18 de enero y 1º de diciembre de 1988.

Más tarde, frente a las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, las organizaciones de derechos humanos, olvidando su deuda con Alfonsín, le dieron la espalda. Y así respondió: "Las medidas que tomamos obedecieron a un criterio de racionalidad que no se compadecía con lo emocional del pueblo en ese momento. Fue algo que se vio como una tremenda frustración, en general, por todos los argentinos. De modo tal que cuando Menem, más tarde, concreta el indulto, se creyó que era mucho menos grave que lo hecho por mí. Que no fue sino cumplir con lo prometido durante mi campaña: la responsabilidad principal es de los que mandan; la segunda, de los que se han excedido en el cumplimiento de las órdenes, y la tercera, de los que en ese marco de terror que había, creyeron en la legitimidad de la orden impartida. creyeron en la legitimidad de la orden impartida. Pero sobre esos, yo no quería que recayera la pena".

Contra viento y marea, logró entregar su banda y su bastón a otro presidente civil, y de otro partido: a Carlos Saúl Menem el 8 de julio de 1989. Algo que no sucedía desde ¡1916! Y la semilla del período democrático más largo del país. Pero tuvo un enemigo impensado que habría de obligarlo –más allá del alud de críticas– a acortar su mandato: una inflación brutal (llegó al 200 por ciento), que si bien fue sospechada como "un golpe de Estado cometido por el mercado" –afirmación del diario Ámbito Financiero- generó una dramática anemia en las arcas macroeconómicas y en el bolsillo de los hijos de la patria.

Su génesis fue, en 1982, el estallido de la crisis de la deuda latinoamericana ante la moratoria de México y la negativa de los acreedores a refinanciar préstamos. La deuda externa argentina pasó de 7.875 millones de dólares al morir 1975, a 45.087 millones en 1983.Pero no serán esos números los que definan la talla de Alfonsín. No fue él quien propició nestros 13 millones de pobres.No fue él quien protagonizó la década más corrupta desde la Revolución de Mayo.No fue él quien produjo la decadencia de la escuela pública, semilla de casi todos los males. No fue él quien dejó entrar el letal y al parecer invencible narcotráfico. No fue él quien creó a los argentinos del "Deme dos", ni los argentinos que cruzan la cordillera para comprar más barato.No fue jamás sospechado del crimen de un fiscal.

Su primer discurso presidencial empezó con nobles palabras olvidadas por décadas: el Preámbulo de la Constitución Nacional.Creyó profundamente que con la democracia "Se cura, se come, se educa".Quiso llevar la Capital "al sur, al viento, al frío" de Viedma. Acaso demasiado lejos, sí. Pero no errado en alejar la administración nacional de ese enjambre de conflictos y tropelías que suceden cada día en la Plaza de Mayo.
Raúl Ricardo Alfonsín fue nada más y nada menos que un demócrata, una palabra tantas veces olvidada.

Ya estaba enfermo cuando, para el que sería su último cumpleaños, le pedí una entrevista. Accedió. Fui con un fotógrafo. La cita era a la una de la tarde, pero tardó casi tres horas en aparecer. Sus asistentes me dijeron que estaba en un almuerzo con correligionarios, o tal vez en una importante reunión política, o tal vez…

En ninguna parte. Apareció en pijama:–Disculpen, muchachos. No estuve en un almuerzo ni en una reunión… ¡me quedé dormido!Ese y así fue el hombre de la democracia.Un cáncer se lo llevó a los 82 años. Hoy cumpliría 90.Nunca lo olvidemos.
Por Alfredo Serra 12 de marzo de 2017
Especial para Infobae

http://www.infobae.com/politica/2017/03/12/hoy-cumpliria-90-anos-alfonsin-el-democrata-que-puso-a-los-criminales-de-la-dictadura-frente-a-los-jueces/

sábado, 11 de marzo de 2017

BORGES LEJOS DE LA SOLEMNIDAD, EN LA VIDA COTIDIANA : LECTURAS, PASEOS. CINE Y LIBROS

En 1964, un joven Alberto Manguel conoció a Jorge Luis Borges en la librería Pigmalion, donde trabajaba como vendedor por la tarde, cuando salía del colegio. Desde entonces, y hasta 1968, fue a la casa del escritor varias noches por semana, a leerle en voz alta. Con Borges es el relato imperdible, delicioso, de esos encuentros, que consistían en sesiones de lectura, paseos por la ciudad, conversaciones, comidas, ocurrencias.
Con un tono en que confluyen la frescura del adolescente que no cree estar viviendo un hecho extraordinario y la lucidez del lector y escritor adulto que vuelve sobre una zona decisiva de sus recuerdos, Manguel construye “su” Borges sin caer jamás en la solemnidad, atendiendo al suceder cotidiano: Borges en su casa, la víspera de Año Nuevo, dictando un poema que ha compuesto con precisión en su mente, preparando una charla y memorizándola, buscando un libro en su biblioteca y encontrándolo sin titubear; Borges con Silvina Ocampo y Bioy Casares, compartiendo el relato de sus sueños nocturnos; Borges en el cine, intensamente conmovido; en la calle, caminando por Florida y explicando cómo puede saberse si un poeta es bueno o malo; en una librería, recorriendo con sus manos libros desconocidos hasta descifrar nombres y títulos.
Anécdotas desopilantes –como la del escritor ansioso por leerle un cuento de cuchilleros– o poco conocidas –la visita que le hizo Marguerite Yourcenar en Ginebra, poco antes de su muerte– componen un libro revelador por partida doble: del Borges íntimo que los homenajes escamotean, y del Manguel que, de regreso en Buenos Aires, percibe la ciudad real y vertiginosa de hoy a través de esa ciudad imaginaria, personal, que le proponen los recuerdos.
Sobre el autor:

alberto manguel

Nació en Buenos Aires en 1948 y vivió parte de su infancia en Tel Aviv, ya que su padre era el embajador argentino en Israel. La familia regresó a la Argentina cuando él tenía 7 años. A partir de 1968, vivió en Francia, Inglaterra, Italia y Tahití, desempeñándose como editor, traductor y escritor.
En 1980 escribió, junto con Gianni Guadalupi, Guía de lugares imaginarios. Le siguieron Diario de lecturasEl regresoLa ciudad de las palabras: mentiras políticas, verdades literariasTodos los hombres son mentirososUna historia de la lecturaLa biblioteca de nocheConversaciones con un amigo y Una historia natural de la curiosidad, entre otras obras.
Ha colaborado en diversos medios y publicaciones, y ha recibido numerosos reconocimientos a su obra y su trayectoria. Volvió a la Argentina en 2016, al ser designado director de la Biblioteca Nacional.


Fuente:

Manguel, Alberto:" Con Borges", Siglo Editores, Argentina , 2017

http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaLibro.php?libro=978-987-629-703-5

Alberto manguel
http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaAutor.php?idAutor=1334

jueves, 9 de marzo de 2017

Alberto Olmedo : “¿Qué quiero que quede de mí? Una estatua a mis manos en la calle Corrientes para que miren y digan: ‘Chau negro’. Nada más"

El pasado domingo 5 de Marzo se cumplieron 29 años del fallecimiento del  enorme Alberto "Negro "Olmedo , valga como homenaje recordar algunas de  sus frases que todavía perduran en la memoria de quienes nos deleitamos con su humor.
Le sumo la tapa del  libro " Queriamos tanto a Olmedo", editado por la escuela de periodismo TEA en 1991.
Y... ¡si no me tienen fe!. ¡De acaaaaaaá!. ¡Éramos tan pobres...! Si lo vamo' a hacer, lo vamo' a hacer bien. ¿Me trajiste a la nena? ¡Adianchi, adianchi!.Siempre que llovió, paró".Piluso es bueno.

La muerte de Olmedo sorprendió a todos, y nos dejó pensando en lo finito de esta existencia ante la realidad de que ni el dinero, ni la fama, ni el éxito son armas que pueden luchar contra el inevitable destino que nos aguarda.

Su vida estuvo signada por la contradicción. Conoció la pobreza y el poder que da la riqueza. Conoció el desprecio y el éxito. Y como una estrella de rock, vivió rápido y murió cuando aún tenía mucho para dar.

Pasan los años y a pesar de que sus películas y sus sketches televisivos ya han pasado a ser testimonio de la historia argentina, y se han convertido en un verdadero material “retro”, lo cierto es que al ver a Rucucu, a Chiquito Reyes, al Manosanta, a José Luis Borges, a Rogelio Roldán y a tantos otros personajes se despierta en nosotros la alegría y a la vez la nostalgia.

Alberto Olmedo nació pobre, en el humilde barrio Pichincha de la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, el 24 de agosto de 1933. Lo crió su madre, Matilde Olmedo, quien abandonada por su pareja pasó a ocupar los roles de madre y padre al mismo tiempo, trabajando incansablemente para que su hijo pudiera tener techo, comida y educación.

Fue en el año 1947 cuando aún muy joven Alberto realiza su primer acercamiento a la actuación, participando en algunas obras del teatro La Comedia, de su ciudad natal, a la vez que se suma a la agrupación artística vocacional La Troupe Juvenil Asturiana.

En el año 1954 toma una decisión que cambiaría por completo el rumbo de su vida, ya que decide viajar a Buenos Aires para probar suerte. Una vez allí, se incorpora como switcher en Canal 7, mientras intenta generar contactos para lograr la posibilidad que tanto ansiaba.

Fue precisamente en la fiesta de fin de año de 1955 que Olmedo consigue tener una oportunidad para demostrar su talento, realizando una improvisación cómica ante todos los asistentes al evento. El entonces interventor del canal, Julio Bringuer Ayala, quedó sorprendido por el joven humorista, por lo que lo incorporó inmediatamente al programa “La Troupe de TV”.

De pequeños monólogos y participaciones en sketches, surge poco a poco el gran Olmedo, que en principio logró su primer rol importante en un ciclo infantil, que luego sería un éxito sin igual en la pantalla de Canal 9: “El Capitán Piluso”. Poco después, y notando el interés que Alberto había despertado en el público, fue incorporado al programa “Operación Ja-Já” de Gerardo y Hugo Sofovich, en el que nacen Rucucu y el Yéneral González, personajes inolvidables de su repertorio actoral.

La figura de Olmedo en la televisión argentina crece de tal manera, que en 1981 comienza el ciclo “No toca botón”, que se emitía por Canal 11, y contaba con la dirección del desaparecido Hugo Sofovich. Fue en aquel ciclo en el cual Olmedo explotó por completo su talento y creatividad, dando origen a inolvidables personajes como Chiquito Reyes, el Dictador de Costa Pobre, El Pitufo, El Psicoanalista, el Manosanta, José Luis Borges y el mucamo Perkins y Rogelio Roldán, entre otros.

Durante su trayectoria, también el cine fue uno de los lugares que supo conquistar, alcanzando a filmar más de 40 películas, que se inician en 1959 con su debut en el filme “Gringalet”, y culmina en 1988 con “Atracción Fatal”.
Su dueto con Jorge Porcel lo llevó a lugares inimaginables, lográndose convertir en un binomio que sin dudas era sinónimo de comicidad. Junto al “Gordo” hizo cine, televisión y teatro, además de compartir una amistad que trascendió el ambiente laboral.

El público lo amaba y en dos oportunidades debió enfrentarse a la noticia de su muerte, ya que el 4 de mayo de 1976 todos los medios del país anunciaban la desaparición física de Alberto Olmedo, luego de que la noticia surgiera durante el estreno de su ciclo televisivo “El Chupete”, por Canal 13. Y mientras el locutor leía el texto de condolencias por el fallecimiento del capocómico, las cámaras mostraban al elenco del programa probándose la ropa del actor. El gag había comenzado, y no podía ser rematado de otra manera que con la llegada de Alberto Olmedo, quien inocentemente dijo en complicidad con su público: “¿Qué pasa?, ¿acaso no se puede llegar tarde?”.

Aquello fue una farsa, una broma que habían pergeñado el Negro Olmedo junto a director del programa. Pero la muerte lo alcanzó como a todos los seres de este planeta, cuando en el verano de 1988, por un accidente absurdo, Olmedo cayó del balcón de su departamento en el piso 11, en la ciudad de Mar del Plata.
Como presagio de su final,

Alberto Olmedo había dicho: “¿Qué quiero que quede de mí? Una estatua a mis manos en la calle Corrientes para que miren y digan: ‘Chau negro’. Nada más”. Hoy podemos decir “Chau Negro” a sus manos, en la Avenida Corrientes 1753, donde se encuentra emplazada la obra de José Martínez.
Fuente:
http://historiaybiografias.com/artistas10/

martes, 7 de marzo de 2017

URGE PROTEGER UN CRECIMIENTO GRADUAL Y CONTINUO DE LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN, SU POTENCIA ES UN FACTOR DETERMINANTE PARA EL DESARROLLO DE LAS SOCIEDADES DEMOCRÁTICAS


Es posible que la educación llegue al debate político y ocupe la atención de los medios y la ciudadanía sólo cuando se producen huelgas docentes, hechos de violencia en las escuelas, o cuando se publican las tablas de posiciones de las pruebas internacionales que miden resultados de aprendizaje? , indaga el libro “la educación argentina hoy, la urgencia del largo plazo” compilado por el especialista y ex ministro de educación argentino Juan Carlos Tedesco.

Tedesco junto a otros expertos propone , entre otros puntos, uno saliente , el considera fundamental para motorizar la educación :”Para avanzar en la idea de mejora continua es necesario excluir del escenario algunas tensiones inconducentes. Una de ellas es poder superar el falso dilema entre inclusión y calidad. La inclusión y la calidad son dos caras de un mismo derecho. Un buen sistema educativo será aquel donde el máximo de población alcance los más altos niveles de aprendizajes, y estos, a su vez, no se reducen únicamente a los aprendizajes que suelen considerar las evaluaciones vigentes”.

El camino hacia la excelencia no surgirá de una reforma en particular sino de diversos movimientos, cada vez más creativos. Ya no es viable una institución formadora que en contextos de acelerados cambios no se transforma a sí misma.
En la educación Argentina hoy, publicado por Siglo XXI Editores  en 2015 se propone repensar la educación superando los falsos dilemas ideológicos que reducen la discusión a supuestas posiciones progresistas o “tecnocráticas”, sintetizan
Los autores, plantean en  la investigación  que ambos son reduccionismos. Por un lado, a  las primeras, la defensa de la justicia social les impide hablar de excelencia académica y responsabilidad por los resultados. En oposición al progresismo,  a los sectores preocupados por la eficiencia, les parece que la condición necesaria para lograrla es seleccionar y excluir a los que no acceden a los estándares definidos como metas.
“La educación argentina hoy”, revisa la problemática  para instalar una agenda concreta de trabajo, en la que el ideal incuestionable de la inclusión no sea sinónimo de bajo nivel de exigencias.
Elena Duro en su artículo “Hacia la mejora continua de la educación”, enfatiza que la educación es los derechos más sinérgicos ( con mayor necesidad de que se produzca un cambio , siempre y cuando se produzca una cooperación entre las partes involucradas). Entre sus preciados efectos, dice Duro “posibilita la apertura al ejercicio de otros derechos”.
Algunos de los consejos que brinda Duro son. Por un lado: Partir del reconocimiento de los logros alcanzados, difundirlos e involucrar a los actores directos.  Además insta a reconocer que no se tienen todas las respuestas y que el error formará parte del proceso, asumiendo que el error también es posible  en el plano de las políticas ( error, vuelta atrás y también auto-crítica por sobre todo de quienes ejecutan las políticas detrás de un escritorio ).
Duro aboga y alienta a  ser creativos y promover innovaciones, dejando de lado prácticas cuando son inconducentes. Se torna necesario monitorear y difundir los avances a nivel micro y macro; sistematizar y difundir prácticas de calidad para dotar de un conocimiento actualmente insuficiente al ámbito educativo. proteger un crecimiento gradual y continuo de la inversión en educación, porque las metas serán cada vez más exigentes.
Por último en un claro llamado reivindicatorio de la actividad docente y de la educación como inversión  ( oponiéndose a que se lo califique de un gasto improductivo, afirma la urgencia en “Proteger un crecimiento gradual y continuo de la inversión en educación. A partir de ello , subraya “ Es imperioso generar movilización en torno a la meta de una educación inclusiva y con aprendizajes para todos, y transmitir la potencia de la educación como factor determinante para el desarrollo de sociedades democráticas.
Para finalizar reitera  la idea, que a la par representa una  esperanza .” Mejorar la educación, además de ser un compromiso compartido, es una realidad posible y una obligación de todos".

Fuentes:


Tedesco, J.C. (comp) ,la educación argentina hoy, la urgencia del largo plazo, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 2016
http://www.sigloxxieditores.com.ar/fichaLibro.php?libro=978-987-629-591-8

Duro, E, Hacia la mejora continua de la educación Capítulo 5. En: Tedesco, J. C. (Comp.). La educación argentina hoy. Buenos Aires: Siglo XXI-editoresFundación OSDE, citado en https://www.unicef.org/argentina/spanish/EDUCACION_RelexionesHaciaMejoraContinuaEducacion.pdf