domingo, 20 de julio de 2014

ATENTADO A LA AMIA: FUE UN COROLARIO CASI LÓGICO DE LA OLA DE DEVASTACIÓN QUE SUFRIÓ LA ARGENTINA, PUES CUANDO FLORECE Y SE INSTALA LA CORRUPCIÓN COMO NORMA REAL, MÁS FIRME Y VIGENTE QUE LAS FORMALIDADES DE LA LEY, LA PENDIENTE HACIA EL CRIMEN ES INEVITABLE ( 2002)

En Junio de 2002 Memoria Activa, una de las agrupaciones que reúnen a los familiares y Amigos de las Victimas de la AMIA, realizaba uno de sus tradicionales actos en Plaza Lavalle uno de sus oradores fue Juan Carlos Gené, reconocido actor, director  dramaturgo y pedagogo argentino, también destacado por su militancia política cuando fue Presidente y Secretario General de la Asociación Argentina de Actores,

Se transcriben aquí algunos párrafos de su discurso

Encuentro demasiado sugerente que en este año 2002, estén terminando 10 años de impunidad para los dos crímenes monstruosos que ocurrieron con las destrucciones de la Embajada de Israel y la AMIA.

Lo sugerente surge de esta conciencia, hoy generalizada, de que durante estos 10 años hemos sido desvalijados, robados, estafados y humillados hasta extremos imposibles de imaginar. Y el error sería suponer que, todo este despojo y todo este salvaje marginamiento del pueblo argentino entero, puede analizarse separadamente de esos dos crímenes masivos con los que se atacó el corazón de nuestra nacionalidad

La degradación Nacional y corrupción estructural, hicieron que no se percibieran los ataques sangrientos, cuyo blanco fue la comunidad judía, sino como atentados contra una minoría, o si se percibieron como lo que eran en realidad, se simuló creer otra cosa.

No sólo fueron crímenes indignantes, fueron hechos que abundaban en la intención de destruirnos como Nación. Por supuesto, ante todo, fue un acto de agresión a nuestro en los atentados no murieron solamente miembros de la comunidad judía, porque aquí no hay nada que separar. Murieron argentinos agredidos de la manera más cobarde en territorio nacional y también extranjeros, a quienes la Constitución Nacional garantiza vida, hacienda y libertad. Se trata, a mi criterio, de un corolario casi lógico de esa ola de devastación de este país, pues cuando florece y se instala la corrupción como norma real, más firme y vigente que las formalidades de la ley, la pendiente hacia el crimen es inevitable.

En esa atmósfera maduran todas las perversiones, y la historia muestra la frecuencia con la que esta clase de proceso, de degradación de lo humano, suelen ir acompañados como una excrecencia siniestra del antisemitismo.
Este acto, que se renueva lunes a lunes en esta plaza, que debería ser la plaza de la justicia, es hoy uno más de los actos de resistencia y de legítima rebeldía que este pueblo Argentino, que hace tiempo ya, ha empezado a llamar a las cosas por su nombre. A los ladrones, ladrones, a los asesinos, asesinos, a los cómplices, cómplices, y que por eso quiere cambiar las cosas.

Fuente: Memoria Activa

http://www.memoriaactiva.com/anteriores_abajo2002junio.htm

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