lunes, 11 de febrero de 2019

Los militares dentro del plan sistemático de desaparición llenaron de cadáveres los cimientos del país; dejaron una sociedad calada por el terror; destruyeron la educación, la cultura, la salud, la ciencia, la conciencia y desterraron la solidaridad (Osvaldo Soriano,1996)


En 1996, Al cumplirse 20 años de la instalación del terrorismo de Estado en Argentina, producido con la toma del poder  del Proceso de Reorganización Nacional, acaecido el 24 de Marzo de 1976,  el escritor y pensador argentino, Osvaldo Soriano que lo vivió en su exilio  belga, describía las vivencias en aquel país europea, observaba a Videla y sus cómplices a través de los medios “El noticiero de la televisivo mostraba tipos bigotudos, ceñudos y entorchados que parecían la caricatura de una irrecuperable republiqueta bananera”,

Con dolor, aceptaba que “Esa mañana que supe que había perdido la Argentina de mi infancia, la de mi escuela y mi primer trabajo. Perdía, como millones de compatriotas, cosas íntimas e intransferibles”, se refería a que los militares , ahondarían los métodos la presidencia de Juan Carlos Onganía, represión, control al extremo y el país bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, así lo confirmarían

Con treinta y tres años de edad,  fue parte junto con el escritor Julio Cortázar, el historiador y periodista Osvaldo Bayer, fallecido hace pocos meses; el escritor David Viñas y otros  miles, formò  de lo que los militares llamaban la  "campaña anti argentina, es decir aquellos que desde el exterior denunciaban las atrocidades ( campos de concentración, torturas, vejaciones de todo tipo en hombres y mujeres , llegando al extremo de persecuciones que terminaban en desapariciones, tèrmino que significaba que el cuerpo había sido tirado al mar y que, en consonancia con su proceder los militares no respetaron ni el derecho
a una digna sepultura.).


Para Soriano, había pocas diferencias entre el nazismo hitleriano de los  40 en Europa con los hechos del Proceso de Reorganización nacional, el comportamiento era semejante. Por ello, aseguraba”  La dictadura ha significado, para mí, el mal absoluto”, enfatizaba que era imposible para él, encontrar palabras que lo suavicen: “No me salen matices
para explicarla”, enfatizaba..

Reiteraba “quiero decir, asimilo a aquellos militares con el régimen nazi”.  Soriano , en su crítica a la sociedad argentina , atacó con  dureza la actuación de los  colaboracionistas “ hayan sido cercanos o lejanos, era injustificable  su conducta; tampoco disculpaba a quienes habían sido  testigos  pasivos pero conscientes, ni exculpaba a los que repetían "yo no sabía lo que pasaba ", menos aún a las  repetidas justificaciones que la sociedad argentina supo realizar entre 1976 y 1983, "yo no sabía lo que pasaba" o al ver que alguien era "chupado", según la terminología utilizada por los genocidas , intentaban fundamentar "por  algo será" o "algo habrá hecho", del mismo modo, destestaba el slogan ideado por
la dictadura alentando a la poblaciòn a protestar a la comisiòn Interamericana de Derechos Humanos en 1979, a espetarle "somos derechos y humanos".

Soriano, en su crítica  sostenía que no eran meros  malos recuerdos, y, que en virtud de ello, no podía escribir sin "odio". Los militares habían dejado marcas en  en  la Argentina:"  treinta mil jóvenes y a algunos viejos, guerrilleros o no  y   a los sindicatos combativos". Además, por fuera de la política la huella de la dictadura también se percibió en la
destrucciòn de  la educación, la cultura, la salud, la ciencia y la conciencia (gran parte de la sociedad estuvo atomizada). Además dejaron otras huellas que se vinculan a las relaciones sociales "Desterraron la solidaridad, el barrio, la noche populosa". En la destrucción de la ciencia y la cultura, Soriano, rememoraba dos íconos: prohibidos 
a Einstein y Gardel".

Por su parte, respecto a  la obra pública, recordaba Soriano: "abrieron autopistas", en }
alusiòn a la idea no concluida del intendente porteño, Osvaldo Cacciatores. A  la vez, dentro del plan sistemático de desaparición, con crudeza puntualizaba :" los militares " llenaron de cadáveres los cimientos del país; dejaron una sociedad calada por el terror".

Concluía, el autor de “una sombra ya pronto serás”, entre otros libros y cuentos "Nada podrá hacernos olvidar ni  perdonar",  asimismo recordando el final de la dictadura, reflexionó “ la dictadura que gran parte de la sociedad  había reclamado para "salvar al país", con la guerra de Malvinas  marcò su  desmoronamiento:" el plan de aniquilamiento desató por su propia lógica una guerra a la vez  humillante y absurda. Eso dejaron: un escenario vacío y oscuro que había que tomar en silencio.


Fuente
Soriano Osvaldo 24 de marzo, 1996


Textos leídos en el Departamento de Artes Dramáticas del IUNA el 12 de julio de 2011

De Memoria ( 2004) “Testimonios, Textos y otras fuentes sobre el terrorismo de Estado en Argentina", Memoria Abierta, Secretaría de Educación y Subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación.
www.elortiba.org/old/doc/De_Memoria.doc

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