miércoles, 12 de febrero de 2014

MI GOBIERNO SIEMPRE COMBATIÓ LA CORRUPCIÓN, LAS ACUSACIONES SON FALACES, FUE TODO UNA OPERACIÓN POLÍTICA ( FERNANDO DE LA RÚA, 2006)

Fernando de la Rúa llegó a la conducción de la Argentina con una campaña simple,  mostrándose como la contracara de la de la política menemista. Si en el decenio 1989-1999 era moneda corriente  la  “Pizza con Champagne”, donde la frivolidad ocupaba un lugar preponderante, como también la desidia gubernamental que no quería ni le interesaba ver la degradación de la clase media y la pobreza que aumentaba, el político radical era lo opuesto.
Se decía  que era ”aburrido” (Aunque en los spots televisivos lo  desmintiera) .Tenía un prestigio ganado como abogado y un paso importante por la función pública. Había sido militante radical, diputado, senador y jefe de gobierno porteño. Había sido víctima en 1989 de una tramoya durante el comienzo del amor entre Menem y los Alsogaray. En las elecciones para senador, cuando el legislador era electo por voto indirecto_ el Colegio Electoral era la última instancia y allí la Ucede cedió votos al justicialismo posibilitando la asunción de Eduardo Vaca en la cámara Alta del Congreso, cuando De la Rúa había sido el que más votos recibió en las urnas. En aquel momento, el radicalismo presentó una denuncia judicial, que finalmente no prosperó contra Vaca por "cohecho" y lo acusó  de "promesa de dádivas" para obtener esa banca.
 
En lo relativo a la política económica su promesa fue mantener “El” logro de Carlos Menem, la convertibilidad, la paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar.Vio el apoyo social de ella y decidió no innovar. La Alianza creyó ver de que el problema de la Argentina era político y no económico. Si bien triunfó con el con el 48% de los votos,  dada su distribución geográfica, no hubo cambios significativos en otras áreas. Dominó la mayoría en la Cámara de Diputados. pero el Senado siguió en manos del peronismo. A su vez, la Alianza obtuvo muy pocas gobernaciones, en Buenos Aires, por ejemplo el ganador fue Carlos Ruckauf, ex menemista y duhaldista, fue apoyado por Domingo Cavallo, factor que resultó decisivo.
 
Su final es conocido, luego de 2 años de un cuasi desgobierno, con cambios que sólo dieron resultados negativos, renunció a la presidencia el 20 de Diciembre 2001. Y debió huir de la Casa Rosada en helicóptero.

Pocos meses antes, Domingo Cavallo había sido llamado para “salvar” al país, pero la confiscación de los depósitos, el“ corralito”, funcionó como detonante; La gente salió en todo el país  a las calles con las cacerolas a gritar  en contra de los políticos,” que  se vayan todos” fue el clamor de la mayoría de los argentinos, que  cansados  y con el apoyo desde las sombras de  distintos grupos  políticos y grupos económicamente fuertes, terminaron con el sueño de “otra argentina”.

En 2000, comenzó la debacle, su vicepresidente Carlos Chacho Álvarez,  lo abandonó, pegó el portazo denunciando coimas en el Senado para apoyar la reforma laboral .El  caso Banelco como se la conoció fue la frase lanzada por el sindicalista Hugo Moyano, entonces en la CGTopositora, que al largar la acusación denunció el supuesto soborno con una frase que le atribuyó al ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y que se convirtió en emblema de la causa: “Para los senadores tengo la Banelco”.

El escándalo salió a la luz ante la  supuesta presión ejercida por de la Rúa para sancionar la ley de reforma laboral aprobada en Abril de 2000, para ello habría a  sobornado a senadores peronistas. Quedaron implicados .su ex secretario de inteligencia Fernando de Santibañes; su ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique, y los senadores peronistas Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Costanzo y Ricardo Branda. Junto a Eduardo  Bauzá Ramón “Palito” Ortega, y Ángel Pardo.  Fue determinante para la causa, la figura  Mario Pontaquerto , ex secretario parlamentario “arrepentido”, quien  confesó que se había ocupado de entregar los sobornos.
Luego de años de hermetismo, decidió en 2006 De la Rúa decidió escribir su “verdad”, publicó el libro Operación política-La causa del Senado donde intentaba  desmentir el escándalo y las graves acusaciones sobre los  senadores presuntamente sobornados. Explicaba en una entrevista a la revista Gente que el nombre  Operación política surgía porque eso era lo que había  generado todo. “En el 2000, la  lideró  Antonio Cafiero, decía. El  veterano líder peronista se apoyó en declaraciones  de Hugo Moyano y de un anónimo. A Partir de allí, se montó todo el escándalo”.

Mantenía la idea de su inocencia “ El juez  que nada pudo corroborar y sobreseyó a los senadores Eduardo  Bauzá,Ramón “Palito” Ortega, y Ángel Pardo. Justamente, los tres señalados por Cafiero en los sobres secretos”.
Hubo otra “operación política,” se defendía el expresidente. Fue la denuncia del “arrepentido” exsecretario parlamentario Mario Pontaquarto. En 2003 apareció impulsado por Alberto Fernández para reivindicar a Chacho Alvarez y responder al interés del Gobierno de crear una noticia por semana. Pero sus dichos están llenos de mentiras y contradicciones.
 
Gente le preguntaba_–¿Por qué está tan seguro de que a Pontaquarto lo impulsó Alberto Fernandez?
–Por las declaraciones que Fernández hizo ese día, y a la misma hora en que habló Álvarez. Dijo: “Es un día de gloria y es la reivindicación de Chacho Alvarez”. Después se llamó a silencio. Al parecer, el presidente Kirchner le dijo que se callara. Según una periodista del diario La Nación, al hablar de Pontaquarto, Kirchner dijo: “Este viene por la plata”.
 

De la Rúa mantenía su postura, nunca hubo pruebas: fue un tema que quisieron “endosarle  a la Alianza”.  Había investigado la causa a fondo y era todo un armado, directamente las pruebas no existían, ratificaba.
 
Pontaquarto había revelado con detalles su presencia en la casa Rosada, sin embargo nada era verdad para el ex mandatario.:”La revista TXT le habría pagado a el funcionario 18 mil dólares, y hoy él y su esposa cobran 2.500 pesos por mes, bajo la figura de testigo protegido.” No era todo, presumía; no sé si hay otros pagos para cubrir abogados”.
 
Las llamadas al ex jefe de la Side, tampoco eran verdad, las escuchas que  el juez las había dadas por  probadas  eran habladurías: son  sólo  dichos de Pontaquarto, el juez le cree porque parece sincero, pero ningún empleado de la SIDE lo vio No hay un registro escrito, ni de video. En el reportaje, De la Rua, tenía tiempo para descalificar al “arrepentido”, ya  no solo por mentir y acusar sin pruebas. Pontaquarto no estaba en sus cabales normales. Usando otros términos, decía “El juez debería haber indagado en su personalidad psicológica, además de sus motivaciones”.
 
Su vicepresidente, lo había traicionado, aseguraba; con Chacho  Álvarez compartíamos todo. Nos teníamos absoluta confianza. Era el único con quien yo hablaba de todos los temas de gobierno. Éramos amigos, la salida a la luz de la denuncia de sobornos deterioró la relación .Minimizando todo y exculpándose nuevamente, el expresidente consideró:”Fue una causa menor, pero complicó las cuestiones de Estado”. Otro de los conspiradores había sido Rodolfo Terragno, su jefe de gabinete de ministros:” No renunció por ningún motivo relacionado con la causa:” Renunció a mi pedido, porque era ineficiente”, sostuvo.
 
Su figura, veía,  había salido indemne después de su renuncia a la presidencia Los periodistas de Gente  querían saber ¿qué le dolió y aun le duele acerca de su relación con la gente?
La gente no está mal conmigo, aclaraba. Sí lo están algunos periodistas. En otras palabras la culpa era de los “medios” que no saben, no entienden y se encargan de fabulaciones.
 
En Operación política De la Rúa, juraba decir la verdad y nada más que la verdad.  Su misión era desmentir todo y demostrar la falsedad de una creencia colectiva colosal. Aunque admitía que desterrar ese mito era muy difícil, pretendía defender la institución presidencial y hacer comprender que  no había sido en vano  la confianza  que los ciudadanos habían depositado en él.
 
Un dato más agregaba confirmando las aberraciones y la campaña que habían creado en su contra:” mi gobierno siempre combatió la corrupción”, era su revelación que funcionaba para atrapar a la gente y que lean el libro.
 
Confiaba en la justicia, si bien sabía que podía ser procesado:” No tengo miedo de nada. El juez tiene dos opciones: dice la verdad y no me procesa (había que leer el libro, allí estaba la  prueba de su inocencia), o me procesa. (y sale en la primera plana de los diarios. Es decir,  consigue su objetivo: ocupar un lugar en los medios, convertirse en una figura de la farándula, un  abogado mediático.
 
- ¿Qué pasa si la Justicia le baja el martillo en contra?
–Lo digo con un poco de escepticismo, pero si no puede ganar la Justicia, al menos que triunfe la verdad.
 
Gente, repreguntaba:” se dice que se compraron votos..–Se dicen muchas mentiras y muchas cosas sin sentido común. Al votar la Ley de Reforma Laboral había 59 senadores, y sólo cuatro votaron en contra. Si además se descuentan los cuatro sospechados, quedan 51 a favor, e indiscutidos. Necesitábamos dos tercios: 40. Vale decir que votaron once más que los necesarios. Además, el proyecto contaba con el apoyo del ex presidente Menem, de Duhalde, de los gobernadores y de la CGT. Está clarísimo que las acusaciones de Senado sobornado y de ley comprada son una falacia.
En la presentación de su trabajo, De la Rúa, explicó el proyecto de ley laboral que envié al Congreso se aprobó con modificaciones. Su fin era fomentar el empleo y mejorar las relaciones gremiales. Pero Los sindicalistas manejan mucho poder. Uno de ellos, empeñado contra la ley, acusó de querer comprar el voto de los senadores con una”Banelco”.
En ese empeño y en la búsqueda desmedida de poder concretaron una operación para trasladar el tema a la corrupción errónea y falsa, apenas una  imagen ingeniosa  del tipo que los argentinos estamos dispuestos a creer. No era la primera vez que ocurría un hecho de estas circunstancias, él también había caído en la eterna trampa en la cual se hace creer que la política y la corrupción van de la mano.
La prensa fue culpable, participe fundamental en la Operación Política. Se puso un anónimo en escena, muy difundido por la prensa. Empezaron rumores que un senador aprovechó para promocionarse como candidato. “Tanto repetirla, la historia se creyó”,  retomaba el ex jefe de gobierno poniendo la culpa en los medios .Se lo atacó gratuitamente:”La conmoción causada se usó para atacar en lo más esencial a aquel Gobierno”.
De todos modos, persistía que todo estaba viciado de nulidad, la causa:”Se fue desmembrando sola, pese a la insistencia judicial y el coro mediático ( la ineptitud de la justicia y  los medios ´que  mienten, tienen la culpa de todo, fueron  las excusas) Los propios tribunales dijeron que la versión original no se corroboró, que el
anónimo era falaz, que no salió dinero de la SIDE y que no aumentó el patrimonio de ningún senador.
Se invocó la versión interesada de un supuesto arrepentido, pese a sus evidentes mentiras y contradicciones. La ley se aprobó por más de dos tercios de votos indiscutidos. Atacar a la ley, al Senado y al Gobierno fue una operación política.

La invitación a leer Operación política, estaba dada. Insistía De la Rúa, que  su libro es “la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad´”.
El reto era:”Habrá que ver si los lectores comulgan con cada una de las afirmaciones y desmentidas”.

Fuentes:


Martín, Hugo y Ríos, Darío. Fernando de la Rúa “Mi gobierno siempre combatió la corrupción”, en Revista Gente Edición N° 2140. 25/07/06
http://www.gente.com.ar/nota.php?ID=11634
 
Historia: Las elecciones de 1999. El Estadista.com.ar. Publicado el 3/5/13
http://elestadista.com.ar/?p=3341
 
 



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