lunes, 17 de junio de 2019

Belgrano promovió con énfasis las virtudes de la educación, persuadido de que la enseñanza es una de las primeras obligaciones para prevenir la miseria y la ociosidad


  De Manuel Belgrano, del que el 20 de Junio se cumplen 199 de su muerte, la escuela nos enseñó la valentía de uno de los próceres argentinos (quizá junto a San Martín son los que mayor respeto inspiran), al igual de portar el mérito de ser el creador de la bandera nacional.

  Había dos canciones que antes de entrar a clases entonábamos mientras se izaba la bandera , en mi caso cada maña era :” Salve Argentina”.” Salve Argentina bandera azul y blanca, girón del cielo en donde impera el sol….”. La segunda, era “Aurora”. “Alta en el cielo un águila guerrera, audaz se eleva en vuelo triunfal, azul un ala del color del cielo, azul un ala del color del mar…”(Con inocencia infantil, muchas veces se le cambiaba a letra de manera irrespetuosa). A su vez, una tercera engalanaba los actos patrios: “La marcha a la bandera”:

  ” Aquí está la bandera idolatrada, la enseña que Belgrano nos legó, cuando triste la Patria esclavizada con valor sus vínculos rompió. Aquí está la bandera esplendorosa que al mundo con sus triunfos admiró, cuando altiva en la lucha y victoriosa la cima de los Andes escaló"….


  La bandera, por fuera de los recuerdos de la escuela (valiosísimos para aquellos años, tanto que hasta hoy nos dejaron su huella) y, aunque poco entendíamos se trataba de un símbolo nacional y tal como resaltan desde el Instituto Belgraniano , el valor de la insignia nacional, es “ el reflejo de nuestra identidad nacional, que sabemos no es homogénea ni inmutable, sino que lleva en su seno la pluralidad que está en la base de nuestra sociedad, de nuestra cultura. Honrar nuestra Bandera nos enfrenta al desafío de crear los caminos para propender a una unidad “.

  Prosiguen desde el Instituto erigido en su honor:”La bandera argentina es síntesis emblemática de nuestra nacionalidad y máxima creación de nuestro prócer, el General Manuel Belgrano. Que su atrevimiento, al brindarnos nuestro símbolo nacional, sea honrado por todos los argentinos y argentinas”.

  Belgrano cumplió varios roles en sus 50 años de vida, fue un abogado, economista, político, diplomático militar y periodista ; como tal, pregonó por la unión de los argentinos , el 19 de Mayo de 1810, días antes de comenzar la Revolución de Mayo, el proceso que llevó a la Argentina a su independencia, escribía en el Correo de Comercio :” La uniformidad de pensamiento y el esfuerzo común de todo un pueblo, es el elemento indispensable para lograr su prosperidad y engrandecimiento: “basta la desunión para originar las guerras civiles, para dar entrada al enemigo, por débil que sea…”.

  Con términos similares, lo expresó a lo largo de toda su obra literaria, como desde los comienzos de su actuación pública, el Instituto Belgraniano, subraya:” Belgrano preconiza ( promueve) con énfasis las virtudes de la educación, persuadido de que la enseñanza es una de las primeras obligaciones para prevenir la miseria y la ociosidad, difunde ampliamente su doctrina con espíritu de maestro y, además, los numerosos esfuerzos que realiza en procura del establecimiento de escuelas públicas y gratuitas de primeras letras, en la Capital y la campaña o técnicas o especializadas, lo señalan como el verdadero precursor de la educación en nuestro país.

  Insiste en remediar los graves males a que en materia de educación nos tenía sumido el régimen colonial, y al trascender en sus afanes desde el amanecer de nuestra historia, se anticipa a su época y señala el camino hacia la grandeza de la Patria. Sus primeros trabajos periodísticos sobre educación, se publican en el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, en 1802; el artículo se llama “Educación moral” y luego “Educación político-moral”, en los números siguientes. Se dirige a los jóvenes destacándoles el esplendor de un Estado, con una crecida población de “hombres industriosos y ocupados”, a lo que es necesario agregársele la formación moral y cristiana de los mismos, “único molde en que se pueden vaciar los hombres grandes”. En septiembre de 1805, se publica otro bajo el título de “Educación”, ocupándose de la enseñanza de los niños, a quienes debe instruirse correctamente en el conocimiento de la geografía, la geometría, la práctica y teoría de la agricultura, además de la lectura y escritura. Dice a los padres: “El amor a nuestros semejantes es obra de la naturaleza; pero el dirigirnos hacia los deberes de verdaderos ciudadanos es una sagrada obligación que nos impone la sociedad”.

Fuentes:

La Bandera Nacional de la República Argentina

Compilado por Aníbal Jorge Luzuriaga. – 1a ed. – Buenos Aires: Instituto Nacional Belgraniano, 2012.

Manuel Belgrano: Con guías didácticas para docentes y alumnos de niveles inicial, primario y secundario. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Instituto Nacional Belgraniano, 2013

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