sábado, 3 de mayo de 2014

EL CONTEXTO SOCIO POLITICO DEL PAIS SE REFLEJÓ EN LA CENSURA A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y POR CONSECUENCIA , LA FALTA DE PLURALIDAD DE VOCES E INTIMIDACIONES QUE PROPICIABAN ( 1997)

Cada aniversario sirve para que se realicen análisis de los sucesos ocurridos, los 30 años de democracia  en la Argentina en este caso ya no bajo la pasión del día a día. Sin embrago, es doloroso ver como cierras actitudes que no se deberían repetir, se reiteran de manera más leve o grosera, cómo desde los gobiernos se pregona, se declara algo que termina contradiciéndose con la realidad.

Uno de esos temas, es la guerra contra los medios de comunicación, cómo funcionan y cómo deberían funcionar, tanto en lo referente a lo periodístico informativo como también desde el espacio de poder. En ese sentido, el actual gobierno liderado por Cristina Fernández de Kirchner, ha librado una guerra entre el periodismo opositor ( que se auto denominan independiente) y el periodismo que apoya al “proyecto nacional y popular, apodado “militante”.

En 2013, Argentina festejó 30 años de democracia ininterrumpida, donde como nunca había ocurrido en el siglo XX, cada presidente fue reemplazado por un par elegido en las urnas. Inclusive luego de la crisis de 2001 y 2002, jamás las Fuerzas Armadas optaron por intervenir, pasaron 5 presidentes, pero todos subieron al poder primero y entregaron la banda luego, dentro del marco de vigencia de la Constitución.

Vale aclarar que esa normalidad y funcionamiento constitucional, lejos estuvo de ser un camino de rosas. Por el contrario, cada gobierno estuvo condicionado por poderes externos que obstaculizaron la conducción, impidiendo por acción u omisión el buen desenlace de diferentes sucesos o manejos poco claros de otros

Entre los debates más importantes de los 30 años de democracia argentina, se instaló el vinculo de la prensa (el periodismo) con el gobierno o dicho en otras palabras_ como los gobiernos utilizaron su poder para que los medios de comunicación, bajen el nivel de las criticas, las atenúen o resalten los elogios. Además del uso brindado a los medios estatales para que minimicen los errores o bien los nieguen o tapen deliberadamente.

Durante los 6 años de alfonsinismo, se intentó consolidar la democracia, se buscó que el debate y la discusión sean el eje, en contraposición a falta de libertad, a la represión y miedo impuestas por la dictadura. Se registraron inconvenientes, acusaciones contra los medios de mayor difusión, campañas para desprestigiar la figura del presidente e incentivar su ida y hasta censuras- el hecho más doloroso- decididas desde las más altas esferas del gobierno radical.

En 1989, arribó a la presidencia Carlos Menem, que apenas subió, dispuso la privatización de radios y canales de TV, desligando al Estado de su control y cediendo su espacio a grandes empresas nacionales que ya contaban con otros medios y que asociadas a corporaciones internacionales favoreciendo la concentración . Muchos de ellos, fueron parte de un periodismo que en su mayoría fue acrítico y obsecuente, aunque se registraron casos como los hoy enfrentados Jorge Lanata y Eduardo Aliverti, que fueron disonantes dentro de la mediocridad de los 90. El primero desde la dirección de Página 12 desnudó flagrantes casos de corrupción que la justicia no quiso ver desde, el nacimiento del menemismo , así como la ironía que destilaban sus tapas generando que el publico capte su mirada y preste atención a las denuncias que surgían desde la portada de sus tapas. En tanto, el segundo siempre mantuvo lo que habia iniciado en los últimos años de la dictadura, una voz de critica fuerte desde la radio.

Sobre la década 19898-1999, los 10 años de mandato de Carlos Menem, recordó el sitio arte política, algunos hechos “Durante la campaña electoral de 1989 el periodista Jacobo Timerman dijo en su programa de televisión La Opinión, que las propuestas de Carlos Menem de crear puertos libres en Martín García e Iguazú le hacían temer que el narcotráfico hiciera pie en la política argentina. Menem entendió que el periodista lo acusaba de participación en actos delictivos y lo querelló por calumnias, causa que jueces de la servilleta mantuvieron abierta durante años para intimidarlo. Pero de ese modo la sociedad tomó nota sobre un fenómeno nuevo en la política argentina, con el que desde entonces resulta ingenuo o intencionado no contar.”

Fue una característica recurrente del Menemato mantener con el periodismo, una relación tirante, similar a la de sus antecesores, pero con hechos violentos pocos comunes en democracia. Así en 1991: La periodista Liliana Lopez Foresi es censurada y despedida de Canal 13, por pedido del presidente de la Nación. En esa movida, se decidió sacar del aire de canal 7 a Guillermo Patricio Kelly, que venía por entonces denunciando a Ernestina Herrera de Noble por la apropiación de hijos de desaparecidos y de Papel Prensa.Ese mismo años, la revista Humor denuncia 100 casos de corrupción en los 2 primeros años del menemismo. Humor y su dueño Daniel Cascioli, son llevados a juicio por el hermano del presidente , Eduardo Menem, que recibe sentencia favorable de la Suprema Corte

El 11 de Noviembre de 1993 , marcó otro hito en la conflagración de Menem con la prensa, el periodista Mario Bonino fue secuestrado y cuatro días después su cuerpo apareció flotando en el Riachuelo, muy cerca del Puente Pueyrredón. Bonino iba camino a asistir al seminario “La Radio de Fin de Siglo a las Puertas del Tercer Milenio”, luego de un día de trabajo en el que distribuyó un comunicado de repudio de la UTPBA por las amenazas de muerte contra periodistas de San Luis, pero nunca llegó, convirtiéndose en el primer periodista asesinado en democracia.

La publicación de una foto del empresario Alfredo Yabrán ( que siempre buscó mantener su perfil bajo dados los negocios que mantenía con el Estado, de poca claridad en su mayoría) en el verano de 1997, selló la vida de José Luis Cabezas que terminó asesinado y con su cadáver calcinado. Cuando terminó ese año, la Asociación de Periodistas analizó en su informe Anual: Sin dudas, 1997 fue el año de mayor retroceso para la libertad de prensa en la Argentina desde la restauración democrática de 1983”.

La afirmación estaba basada en la eclosión de agresiones, amenazas e insultos contra periodistas, la pretensión oficial de considerar a la prensa como un contendiente político y la metafórica incitación del presidente Carlos Menem a ejercer con ella la violencia por medio de la ´libertad del palo” colocó a la libertad de pensamiento y de expresión en una situación de gravedad extrema” que explotó con el asesinato de nuestro colega José Luis Cabezas”, manifestaban.

Se estaban perdiendo un derecho que se conseguido luego de una dura lucha en contra de las llamadas leyes mordaza y la proliferación de juicios.

Los aprietes a la prensa no cesaron en 1998, tampoco menguaron, Magdalena Ruiz Guiñazú fue escrachada y Jorge Lanata agredido a golpes en plena Avenida 9 de Julio, ambos estaban considerados dos de los periodistas de mayor prestigio en lo profesional. Sin tanto reconocimiento público, pero autor de investigaciones que generaron molestia en el poder, a Hernán López Echagüe se lo amenazó de muerte. 

En Septiembre de ese año, la disputa entre el periodismo y el presidente Menem, roza el límite de la tolerancia: la libertad de prensa y opinión tiene sus límites”, declara el reelecto mandatario que cumplía 9 años ininterrumpidos dirigiendo al país. Asimismo convocó a aplicar “la ley del palo”, o sea a agredir físicamente a los periodistas, como “compensación” por los “agravios” que estos pudieran infringirle a él o a sus funcionarios. 

Los asesinatos del periodista, Mario Bonino y del reportero gráfico, José Luis Cabezas, se enmarcaron dentro de un contexto político y social que reflejó una censura a los medios de comunicación y por consecuencia, la falta de pluralidad de voces e intimidaciones que propiciaban.

Antes de la muerte de Bonino y al ver que los ataques continuaban, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires ( UTPBA), convoco a un acto bajo el lema“Por la vida y Contra la Impunidad”, en Plaza de Mayo para denunciar la situación que vivían los periodistas en aquel momento y que hacía eco en los grandes monopolios de comunicación. Ante esta situación, la prensa reclamó una solución al gobierno menemista para que detenga los ataques. El Presidente accedió a reunirse con los periodistas agredidos, pero las agresiones continuaron. Comenzó una ola de denuncias, protestas y dichos sobre mafias en el Gobierno que buscaban silenciar a la prensa.

En 1995, y con las nuevas condiciones establecidas en la reforma constitucional de 1994, se impuso nuevamente en elecciones presidenciales acompañado por Carlos Ruckauf venciendo por 20 puntos al candidato del FREPASO, José Octavio Bordón. 

El segundo gobierno de Menem (1995-1999) estuvo caracterizado por el aumento de los indicadores negativos, como el desempleo, la pobreza y el trabajo precario no registrado. Se profundiza la crisis de las industrias nacionales con el cierre de fábricas y ferrocarriles. Además la deuda externa aumentó en casi 82.000 millones de dólares. Dichos indicadores se agravarían con el transcurso de los años, dando inicio en 1998 a un período de recesión económica que duraría más de 4 años.

Fuente: 
30 años de democracia, seis gobiernos, un pueblo. Balance parcial y provisorion en Artepolítica y comunidad, 10/12/2013
http://artepolitica.com/comunidad/30-anos-de-democracia-seis-gobiernos-un-pueblo-balance-parcial-y-provisorio/

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