jueves, 20 de marzo de 2014

EL ESTADO OCULTA UNA INACEPTABLE INEFICIENCIA, MALGASTO Y CORRUPCIÓN; REFUNDARÉ LA PROVINCIA DE LA MANO DE UN GOBIERNO CON DISCIPLINA, RESPETO Y CONSIDERACIÓN POR EL PRÓJIMO (FELIPE SOLÁ, 2002)

Felipe Solá asumió como gobernador de la Provincia de Buenos Aires en los primeros días de 2002.Había secundado a Carlos Ruckauf que eligió en forma sorpresiva abandonar el cargo para ser canciller del presidente Duhalde.Sus primeras palabras fueron en contra de la ineficiencia y la corrupción que asolaban a la Argentina en general y a su distrito en particular.

Desde el comienzo prometió modificaciones y despegarse del estilo de su antecesor. Era conciente de la jugada que le tocaba . Tenia la certeza  que el diagnóstico era desesperanzador. Así como Eduardo Duhalde había dicho que El país está quebrado,la situación en la Provincia de Buenos Aires, no variaba mucho.La culpa, acusaba Solá ,era del Estado que "oculta la ineficiencia, el malgasto y la corrupción”. Un hecho "inaceptable".De esta manera, Estado no lo respeta nadie, y si no lo respeta nadie, no hay Estado", disparaba.

No había recetas "mágicas", ni milagros divinos para paliar la crisis y salir de ella:"Para gobernar no hay que ir a buscar recetas de invasiones de tecnócratas y figurones de lujo", decía el exministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Antonio Cafiero y ex titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación con Carlos Menem.Como pocos, hizo una autocrítica en su inicio:"Hemos cometido errores y dilapidado la confianza del pueblo". Sin embargo, apelaba al "esfuerzo común" para revertir los yerros.

El iba a ser la cabeza visible para “refundar el Estado” y “reconstruir la Buenos Aires productiva". Una gran condición era necesaria recuperar “la mística”.

Como político y como ciudadano debía mostrar estaba junto al pueblo y sufría junto a ellos. “Nadie puede pretender seguir siendo el mismo frente a tanta demanda insatisfecha, tanto dolor, tanta bronca acumulada”. Se sabia la Argentina se había hundido, pero, como sucede habitualmente,las culpas son de los otros, nadie había ocupado cargos de relevancia.El hambre y la pobreza, la produjeron otras personas con manejos muy lejanos a los que el acostumbraba y realizaría.

No podía ser indiferente a los reclamos de los bonaerenses, a los que ahora dirigiría.En su mensaje ante la Legislatura,Solá advirtió que "ya nadie puede eludir o minimizar" la "crisis medular que corroe al país".

Iba a redoblar los esfuerzos, dado que sabia cuál era su cuota de responsabilidad y que debía hacer: predicar con el ejemplo:"El ejemplo y el compromiso público son el único sustento serio de la autoridad", exclamaba ante la concurrencia.

Era peronista de cuna y como tal creía en la" unidad nacional", urgía trabajar por y para el pueblo, cerrando el pasado para” cicatrizar las heridas sociales".

Pedía a los empleados públicos "esfuerzo y disciplina". La pésima imagen heredada era posible revertirla ¿De qué manera?: enfrentando los problemas", respondía."Hay que enfrentar los problemas para que el Estado sirva al pueblo, y no que el pueblo sea esclavo del Estado".

La misión de recomponer la provincia quebrada, era su compromiso: Se incentivaría al desarrollo local."El objetivo productivo es lograr la introducción de innovaciones tecnológicas, organizativas y de gestión en las pequeñas y medianas empresas".

A él le correspondía conducir "un gobierno con disciplina, rigor, respeto y consideración por el prójimo" Así  lo haría "Voy a plantear a esta Legislatura y al pueblo todas las reformas que sean necesarias para la refundación del Estado provincial moderno y eficiente, y con poder real para mejorar la vida de los bonaerenses".

Solà enfrentaba un desafío, el mismo consistía en dejar de lado los egos, superar toda visión omnipotente; de ese modo se articularían as políticas públicas entre las instituciones del mercado, el Estado y las organizaciones sociales". Nada

Encomendándose a Dios, el Todopoderoso, el que lo juzgaría junto con la Patria si no cumplía con su deber de  observar y hacer observar en lo que de él dependiera la Constitución por la que había jurado desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo para el que fue designado. Era su deber, porque tal como es expresado:" Si así no lo hiciere, que Dios y la Patria me lo demanden".

Con la paciencia como cualidad para evitar y no alimentar el rechazo, estaba convencido que :"Sólo nos reivindicarán los actos, los hechos y lo que hagamos para el Soberano, con coraje y con grandeza".

Con trabajo y dedicación, aseguró Solá: debemos" testimoniar que estamos jugados en la solución de los problemas, si no -advirtió- la batalla estará perdida y habremos cortado a nuestro pueblo el derecho a la esperanza".
Fuentes:
Felipe Solá asumió y cargó contra la ineficiencia y la corrupción; Página 12, 4/1/2002,www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-455-2002-01-04.html

Felipe Solá es el nuevo gobernador de Buenos Aires, La Nación; 3 de Enero de 2002
www.lanacion.com.ar/363814-felipe-sola-es-el-nuevo-gobernador-de-buenos-aires

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