viernes, 18 de octubre de 2019

El año 1943, en que agonizó el régimen de los conservadores y un golpe militar anunció el advenimiento de una renovada Argentina con la emergencia del peronismo ( María Saénz Quesada)

María Sáenz Quesada, reconocida historiadora y actual directora de "Todo es historia", la revista de divulgación en la materia más importante de la Argentina, acaba de publicar 1943(Sudamericana), se trata del primer trabajo historiográficamente riguroso, narrativamente apasionante e interpretativamente iluminador sobre la Argentina apenas antes del surgimiento, consolidación y expansión del peronismo como fenómeno político de masas que cambiaría para siempre la historia del país.

Muchos de los cambios que se dieron en los años 30, y cristalizaron en el golpe del 43, echaron raíces profundas en la cultura política de nuestro país y su remanente es visible todavía en comportamientos políticos, concepciones económicas, creencias sociales y aun la visión que se tiene de la Argentina en el mundo. Entonces se desmoronó una clase gobernante y el sistema vigente perdió validez víctima de sus propias lacras. Todo ocurrió en medio de un cataclismo mundial que impuso nuevos paradigmas, al tiempo que surgían otros liderazgos y se instalaba la idea de Estado benefactor.

El año 1943, en que agonizó el régimen de los conservadores y un golpe militar anunció el advenimiento de una renovada Argentina, marca el fin de un periodo y el comienzo de otro enteramente nuevo. La importancia de la República Argentina antes de la guerra, su riqueza cultural y potencial económico, forman parte de la mirada retrospectiva de este trabajo que presenta por primera vez una óptica historiográficamente rigurosa, narrativamente apasionante e interpretativamente iluminadora sobre nuestro país apenas antes del surgimiento, consolidación y expansión del peronismo como fenómeno político de masas que cambiaría la historia para siempre.

Si bien el peronismo nació en la revolución del 4 junio de 1943 y de ella heredó aspiraciones, ideas, conductas políticas y consignas. Debido a la ambigüedad del acontecimiento fue necesario separarlo del ocurrido el 17 de octubre de 1945, su afortunado heredero, aunque ambas fechas formen parte del proceso de instalación del país en la posguerra mundial, que tuvo características propias y perduró en el tiempo.

En efecto, el cambio cultural ocurrido en los años treinta, que se manifestó en el golpe de 1943, echó raíces profundas todavía visibles en los comportamientos políticos, en las decisiones económicas, en las creencias de muchos y en la visión que se tiene de la Argentina en el mundo. Entonces se desmoronó una clase gobernante y perdió validez el sistema político vigente, víctima de sus propias lacras. Todo sucedió en medio de un cataclismo mundial que impuso nuevos paradigmas, permitió que surgieran otros liderazgos y que se introdujera la idea de Estado benefactor, como forma de reparar los horrores de la guerra, el sufrimiento de los soldados y de la población civil.

Este libro consta de 25 capítulos, que pueden leerse según el orden propuesto o en forma independiente. El tema de la guerra mundial y de la posguerra se menciona en todos ellos. La importancia de la República Argentina antes de la contienda bélica, su riqueza cultural y su potencial económico forman parte de esta mirada retrospectiva que incluye a las provincias en sus desarrollos y en sus conflictos con el poder central. También se explican los rasgos propios del régimen conservador, las durísimas internas partidarias y los elementos positivos de la administración de Ramón S. Castillo, que suscitaron expectativas y elogios de quienes lo derrocaron poco después. Asimismo se habla de los partidos de la oposición —radicales, socialistas y comunistas—, que intentaron alianzas, frentes y candidaturas para salir del pantano, con resultado negativo y en cierto modo dramático.

Actores principales de esta época son los sindicalistas, cuya larga lucha cambiará de enfoque con la llegada de los militares al poder; los nacionalistas, empecinados en destruir al liberalismo en el clima de época de los fascismos europeos; los católicos, que tuvieron un resurgimiento notable, y desde luego los militares, que oscilaron entre el profesionalismo y la conspiración, para volcarse a la acción política directa en medio de tremendas luchas internas.

Los ocho capítulos que van desde el 4 de junio de 1943 hasta el 4 de junio de 1944 tienen como punto central la reeducación de la sociedad para quitarle el “virus” del liberalismo, en lo que constituyó un avance del Estado sobre la conciencia individual, ejercicio que serviría a otros proyectos políticos. Las oscilaciones de la dictadura militar con respecto al problema internacional y la desinformación sobre el mundo del mañana unifican en una misma trama a conservadores y militares y los diferencian de los círculos liberales, radicales y demócratas, cuya perspectiva de la situación mundial era más realista.

El relato de este tramo de la historia argentina concluye en la gran exposición que celebró el Año II de la Revolución, en junio de 1944. El escenario estaba listo para la consagración de Juan Domingo Perón, a quien le bastaron algunos pasos más para desalojar a sus rivales, conseguir colaboradores eficaces, absorber y acomodar ideas, proyectos e iniciativas del más variado origen y, superado el escollo de la derrota del Eje en la guerra, dar comienzo a la Nueva Argentina.

Fuente: María Sáenz Quesada.1943, Sudamericana, Buenos Aires, 2019.
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