jueves, 27 de julio de 2017

CUANDO EN LA SOCIEDAD SE GENERALIZA LA CORRUPCIÓN Y EL INCUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS, LA CONVIVENCIA SE VUELVE MÁS AZAROZA

  En Abril de 2012, el economista Carlos Rapaport , criticaba la situación judicial argentina y la falta de voluntad o impericia  para castigar los hechos de corrupción . En pocas palabras sintetizaba su visión:  "No hay progreso posible sin seguridad jurídica".

  Añadiendo que la corrupción no era un hecho aislado, ni apenas visibles, por el contrario corroía los cimientos de la democracia que estaba presta a cumplir treinta años ininterrumpidos :"Cuando en la sociedad se generaliza la corrupción y el incumplimiento de las normas la convivencia se vuelve más azarosa.

  Citando a Carlos Nino , un reconocido jurista argentino fallecido en 1993 y que formara parte del comité para la consolidación de la democracia, asesorando a Raúl Alfonsín en la reconstrucción de una Argentina en la transición democrática, sostenía que Argentina era un país que vivía "Al Margen de la Ley".

  Nino junto a destacados hombres intentó diseñar  la  reconstitución de un país donde, legitimado por el Acta del Proceso de Reorganización nacional que había reemplazado a la Constitución Nacional
(cuya autoridad los militares desconocieron) desaparecieron treinta mil personas, se exilió una parte importante de intelectuales, artistas y otros componentes de la sociedad que habitan sido puestos en listas negras, prohibidos por "osar" a opinar o figurar en la agenda de un opositor o haber expresado palabras "inconvenientes " para el gobierno militar, un importante jurista argentino escribió “Un país al margen de la ley”. 

   El subtitulo del libro expresa el sentido de su indagación, decía Rapaport: “Estudio de la anomia como componente del subdesarrollo argentino”, retoma un tema clásico de la filosofía política : el de la imposible convivencia virtuosa cuando en la sociedad se generaliza la corrupción , la avivada y el incumplimiento de la ley.

  A pesar de los anhelos vividos con el retorno democrático y en especial a partir de los 90, Rapaport lamentaba :" Pasó el tiempo y el “fantasma” de la seguridad jurídica no se convierte en realidad efectiva".

  Enfatizaba su dolor, resaltando :" Un país que vive al margen de la ley paga altos costo", recalcando que el dolor se ahondaba al observar "cómo la sociedad naturaliza la transgresión, tal como naturalizaba la muerte en los años de plomo" .Rapaport que fuera perseguido durante la dictadura, veía en ambos momentos una continuidad en tanto no se asumían las responsabilidades se justificaba con la maldita y célebre frase " Por algo será " o " Algo habrán hecho", por lo tanto era natural que suceda/ sucediera.

  Cuestionaba a los falsos números que solía citar la presidenta exagerando el "milagro argentino" ...."Sabemos que, con cifras mentirosas, ni el crecimiento es tan crecimiento, ni la inclusión es tan inclusión. Pero naturalizamos la mentira.

  Sin asombrarse , pero nuevamente  apenado por la situación ( tan similar a lo que acaece hoy), manifestaba :" Perdemos el sentido del espanto, frente a dirigentes que perdieron la vergüenza".

  Enumeraba la complicidad en vastos sectores de la sociedad en la corrupción:" Empresarios se dejan extorsionar por temor a la AFIP, porque ellos mismos son esclavos de su propio incumplimiento fiscal. Y más de uno prefiere contrabandear o corromper, antes que enfrentar a otro triste funcionario que dice a quien quiera escuchar: “al amigo todo, al enemigo: la ley”. Las empresas extranjeras funcionan igual: se adaptan. Si para vender informática al Banco Nación, hay que corromper, corrompen, si para que funcione Skanska hay que truchar facturas, truchan, y si para seguir operando en el país, Repsol debe aceptar a un “especialista en mercados regulados”, lo hace.

  Son las reglas del juego. O más bien, es la falta de reglas del juego . Es la arbitrariedad del poder. Lo que los argentinos no queremos ver es de esta forma habilitamos a las multinacionales de la droga y de la trata.

  Proponía dejar de mirar para otro lado para avanzar hacia una seguridad jurídica mientras políticos y  adalides continúan declamando que hay que terminar  de una vez por todas con... , prometiendo el retorno a la "égida de la ley ", sin que en los hechos lo concreten, por el contrario , siguen haciéndolo.

  "Es la sociedad la que debe abandonar su propia complacencia y enfrentar la verdad: no hay progreso posible sin seguridad jurídica . Tenemos las bases morales de una sociedad que retrocede … y estamos retrocediendo aunque la santa soja nos llene de dólares.

   Finalmente, recordaba  al  Perón  de los 70 "cuando ya viejo , y de vuelta de sus propias transgresiones", les decía a los montoneros: “el que roba es un ladrón, y el que mata es un asesino” … y el que miente es un mentiroso. “Para ser libres hay que ser esclavos de la ley”.

Fuente:
Luis Rappoport. "Un país que vive al margen de la ley paga altos costos", Clarín , 24 de Abril de 2012.

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