Así lo escribía Mendelevich en el prólogo casi 10 años atrás:
De un lado están el pueblo los trabajadores los sufrientes luchadores por los derechos humanos los cabecitas negras los descamisados los piqueteros los perseguidos los que todos los días construyen el porvenir con sacrificio. Del otro la oligarquía la antipatria la sinarquía, los rentistas los explotadores los cipayos los blanquitos los de las cuatro por cuatro los caceroleros de Barrio Norte el Jockey Club los sojeros los golpistas de todas las épocas los gorilas. Son dos países. El combate es a base de odio.
De un lado están el pueblo los trabajadores los sufrientes luchadores por los derechos humanos los cabecitas negras los descamisados los piqueteros los perseguidos los que todos los días construyen el porvenir con sacrificio. Del otro la oligarquía la antipatria la sinarquía, los rentistas los explotadores los cipayos los blanquitos los de las cuatro por cuatro los caceroleros de Barrio Norte el Jockey Club los sojeros los golpistas de todas las épocas los gorilas. Son dos países. El combate es a base de odio.
Y uno tiene que derrotar al otro.
Siempre vuelve la historia? Pueden entonces volver los peores anos los mayores enconos las luchas fratricidas? O es acaso que nunca terminaron de resolverse? El futuro consiste en recauchutar décadas en desuso? Pregunta del millón: otra vez la Argentina partida en dos? Este libro pretende hurgar allí en la restauración de viejas antinomias. En sus razones y en sus sinrazones. Un intento por averiguar si en materia politica el país avanza o retrocede.
Fuente: Mendelevich, P. "El País de las Antinomías" ( la confrontación como forma de gobierno", Ediciones B, Buenos Aires, 2008.
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