sábado, 12 de mayo de 2018

Desde 1975, la Argentina vive carcomida por una inflación,este país se ha acostumbrado a convivir con la situación tan inexplicable para otros, no impide que aquí maúllen los gatos, ladren los perros y el sol se ponga a la hora que debe ponerse" ( Osvaldo Soriano, 1989)

Osvaldo Soriano, desde su exquisita pluma tanto en su rol de periodista como en el de escritor , supo narrar la actualidad argentina , sus peripecias y sus crisis constantes.
En Marzo de 1989 , cuando el gobierno de Alfonsín daba sus últimas brazadas en su punto más débil la economía ( Sourrille , su segundo ministro de Finanzas, cayó el 31 de Marzo , luego lo sucederían Jesús Rodríguez y Juan Carlos Pugliese ( "les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillio, les espetó a los grandes empresarios que se negaron a colaborar para paliar la malaria).
Historiaba el autor de una Sombra ya Pronto Serás "Desde 1975, la Argentina vive carcomida por una inflación, el gran desbande comenzó  durante el gobierno de Isabel Perón. Un efímero ministro de economía, Celestino Rodrigo, inmortalizó su nombre un día de invierno, cuando produjo lo que todavía se conoce como el «rodrigazo ».

A partir de su vivencia cotidiana , narraba Soriano aquel día que el ajuste terminó de aterrizar para nunca dar el adiós "Me acuerdo de aquel día porque estaba en un bar, con unos amigos, comentando la novedad, y a la hora de la cena llamamos al camarero - el mozo para nosotros - para pagarle la cuenta. -¿Cuánto le debemos?, - preguntó uno de nosotros. Y el mozo, con un gesto abatido, nos dijo: -No sé, muchachos. Ni el patrón sabe. Su Cualquier cosa que me den y que no baje de 10 mil pesos está bien. Si hay diferencia, mañana arreglamos.

Se lamentaba que la experiencia del Rodrigazo , no fuera sino el comienzo :"la convulsión de ese día iba a convertirse, a lo largo de los trece años que siguieron, en un ejercicio de pueril economía del día donde el fenómeno de la inflación se sumaba a la "bicicleta financiera", muchos argentinos , sin importar si eran pequeños o grandes rentistas se unieron al negocio y se acostumbraron a colocar su dinero a interés por siete días en un banco, para correr a llevarlo luego a una «mesa de dinero», el circuito especulativo donde los financistas ganan millones en un solo día. Hay enormes masas de dinero que se colocan a interés por una sola noche, entre el cierre y la apertura de los bancos, porque éstos necesitan cubrir sus obligaciones de dinero líquido para cumplir con las obligaciones que fija el Tesoro Nacional.

Recordaba que en su momento más dramático, hacia 1985, llegó al 100 por ciento mensual y en el año más benigno en 1980, durante la dictadura militar, al 90 por ciento anual ( todavía no había arribado al poder Menem y su burbuja del 1 a 1 ni Cavallo retornado con el "corralito").

Desde 1983 los padecimientos eran constantes , decía Soriano:" En lo que va del mandato constitucional de Raúl Alfonsín, la moneda se ha devaluado en un 86 mil por ciento. La pasada primavera, el gobierno, consciente de que a ese ritmo de desintegración económica el oficialismo }
( que perdería las elecciones de mayo de 1989 frente al peronismo) decidió instrumentar un plan de ajuste que redujo el alza a un 6 por ciento mensual. Este país se ha acostumbrado a convivir con la inflación como los caribeños conviven con los tifones, los limeños con la sequía y los mexicanos con el smog". De todos modos, resignado, describía de manera metafórica que la vida en Argentina continuaba "Al fin y al cabo ese modo de vida, tan inexplicable para otros, no impide que aquí maúllen los gatos, ladren los perros y el sol se ponga a la hora que debe ponerse".
Soriano que debió exiliarse durante la dictadura, traía a la memoria los momentos previos a su ida :" El día anterior a mi partida hacia Bruselas, en junio de 1976, fui a una agencia de viajes para convertir en dólares todos los «pesos-ley» (que hasta 1969, habían sido pesos «moneda nacional») obtenidos ese mismo día por la venta de mi automóvil y alguna otra menudencia. Recuerdo que la cola ante la ventanilla era muy larga, y por más que el pagador se apuraba, el precio del dólar iba más rápido que sus dedos al contar los billetes .


Claro que el habituarse no era gratuito, hubo muchos infartos, porque la apuesta depende de que el gobierno mantenga congelado, por cualquier artilugio, el precio del dólar. Cuando el sistema quiebra, como quebró a los seis meses de implementarse el Plan Austral en 1985, casi todos los pequeños ahorristas distraídos se quedan con papel inservible, aunque de nuevo se resignaba , ya que no había nada nuevo bajo el sol "eso forma parte, también, de la cultura de la inflación. Como las decenas de loterías, carreras, concursos deportivos y sorteos promovidos por la nación, las provincias, las empresas privadas y la televisión.

Dueño de un gran sentido del humor, el "Gordo", como se lo apodaba, bromeaba intentando bajar los decibeles a la reiterada situación :"Los uruguayos habían hecho circular un chiste que decía que, el último en marcharse del país, sería quien apagaría la luz. En la versión argentina, ese último acto de civilidad es imposible, porque antes, alguien, se ha robado la lámpara (o hay «corte» de luz).
Advertía a los argentinos estar alertas" Pobre de aquel que no tome precauciones! Una de las víctimas más frecuentes de la inflación es el inquilino que debe pagar una renta indexada, el médico que trabaja para una obra social (que le paga sesenta días después de prestados los servicios). Los que pueden imponer su criterio - muy pocos -, se hacen pagar un buen anticipo y pactan los pagos cada tres meses, pero de cualquier modo toda remuneración - empezando por los salarios -, se deteriora antes de hacerse efectiva. Se convive con la inflación como con el paisaje. El empresario captura moneda argentina para ponerla a interés y no piensa en reinvertirla. Así, los únicos buenos negocios son aquellos que dan dinero inmediato: supermercados, servicios de transporte, espectáculos, círculos de ahorro y préstamos para la compra de autos y viviendas. En algunos casos, los productos comprados al por mayor a precios preferenciales, se venden por debajo de su valor - sobre todo en los supermercados -, porque el ingreso inmediato del dinero al circuito de especulación hace que la diferencia se amortice en dos días y la ganancia se acumule en los cinco siguiente.


Se acercaban las elecciones presidenciales y legislativas de mayo de 1989 y Menem, opositor al gobierno lideraba las encuestas, el gobierno lo sabia, entonces procuraba bajar la inflación a fin de ofrecer una imagen de orden y eficacia que pueda darle alguna chance a su candidato. Por eso, el Banco Central ha autorizado tasas de interés tan elevadas y mantiene el dólar congelado. Como consecuencia de esa política, la inflación ha caído al 6 por ciento mensual. Soriano, optaba por la cautela al conocer la realidad:" nadie sabe qué ocurrirá cuando esta política se agote".


Como queda dicho, Soriano conocía la realidad y la historia, por lo tanto, veía como la emisión de billetes sin respaldo era un hecho, por lo que su prudencia de las lineas anteriores, se caía:"De cualquier manera, las imprentas de la Casa de la Moneda no se detienen. Los diseñadores de billetes, que han elegido las caras de los presidentes constitucionales para decorar los billetes, preparan ya los de cinco y diez mil" ( se concretarían) y con sorna remataba que los números serian tan grandes que seria necesario acudir a los gobernantes más cercanos en el tiempo:" Tal vez antes de que este gobierno cumpla su mandato, a fines de 1989, aparezca el retrato del radical Hipólito Irigoyen, el primer Jefe de Estado elegido por sufragio universal. Y si las cosas siguen así, mucho antes de entrar en el siglo XXI, tendremos en el bolsillo al sonriente general Perón. Es aventurado predecir cuándo aparecerá, impresa sobre el billete de 1.000.000, la austera, castigada cara, de Raúl Alfonsín.


Soriano, Osvaldo, "Vivir Con Inflación", Nueva Sociedad, Numero 100, Marzo- Abril 1989

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