domingo, 11 de noviembre de 2012

LA IRRESPONSABILIDAD, LA INOPERANCIA Y LA FALTA DE PREVISIÓN DE PARTE DEL GOBIERNO PROVINCIAL, PROVOCARON EL CRIMEN HÍDRICO ( SANTA FE, 2003)

Ahora que las copiosas tormentas tropicales parecen empezar a convertirse en costumbre, la imagen de alcantarillas desbordadas por el agua es un efecto, no la causa, de un problema anterior no solucionado. De nada vale enojarse, inquirir o difamar a la alcantarilla por su proceder anómalo porque no tiene la respuesta a su imprevista desubicación. Lo seguro es que algo se dejó de hacer a tiempo para evitar que el agua no saliera por donde no debía salir. Faltó contención y soluciones pequeñas a pequeños problemas antes de que se armase el problemón irresoluble.

"Ningunear, mirar para otro lado, provocar o responder con soberbia no suelen doblegar a las alcantarillas desbordadas. Todo queda en stand by hasta la próxima tormenta, cuando volverá a suceder algo parecido... o peor", opinó el periodista Pablo Sirven en La Nación, el 11 de Noviembre de 2011, al ver las inundaciones en Capital Federal.

Un de los ejemplos que demuestran la inoperancia, desidia y desinterés política, fue lo ocurrido  en  la ciudad de Santa Fe el 29 de Abril de 2003. En pocas horas, el río Salado se salió de su cauce e inundado la capital de la provincia. En pocos días habían caído intensas lluvias (1400 mm), con caudales cercanos a los 3000 metros cúbicos por segundo. Más del doble de lo que normalmente llueve para la época

Fue la peor inundación de la historia del país, algo  que tiempo después seria considerado un “crimen hídrico”.En la provincia gobernada entonces por Carlos Reutemann,Ciento cincuenta mil personas perdieron sus casas y todo lo que había en ellas, se quedaron con lo puesto (y lo puesto estuvo mojado). Lo que habían tenido hasta entonces, estaba a la deriva.Las rudimentarias barreras y diques que emplazaban con bolsas de arena, no servían de nada. La lucha era desigual, imposible.

El instituto Nacional del Agua (INA),dijo entonces que la inundación que se preveía para ese momento iba a ser similar a la de 1973, donde en  determinado punto la altura del río, iba a llegar a 7,13 metros o 7,15 metros, y la velocidad del agua iba a llegar a 2.400m/seg. Esto es lo que decía el informe. Pero en lugar de ser 7,13 fue de 7,86.Y la velocidad del agua fue de 4.100 m/seg”.

Se improvisaron 200 centros de refugio en galpones que estaban abandonados, gimnasios escuelas, iglesias, estaciones de trenes y hasta en el crematorio ubicado en el  único lugar del cementerio que no quedó bajo el agua. Las condiciones de vida en los centros de evacuados eran infrahumanas, los evacuados vivían a la intemperie con una ducha cada 50 personas y una letrina cada 20.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ubicó a la inundación de Santa Fe junto a las tres mayores tragedias sociales y políticas de la Argentina: la dictadura militar, el atentado a la AMIA y la guerra de Malvinas.Al respecto señaló en un documento sobre las autoridades que:” la irresponsabilidad, la inoperancia y la falta de previsiones en el manejo de la cuenca  del Salado por parte de los gobiernos locales, es la primera causa de la que es una de las mayores tragedias evitables de la historia argentina.

Santa Fe, era gobernada por el ex piloto de formula 1,Carlos Reutemann, que cuatro días después de la tragedia, afirmó:”No he tenido ninguna información, a mi absolutamente nadie me avisó nada. No hay ningún proyecto sobre el Salado.¿Cuál es el proyecto?, que lo traigan.Créanlo, esto es irracional,es la naturaleza: Acá el único estudio que hay es el que va con un palito y dice: ´Hasta acá llega el agua”.

Para Carlos Alberto Reutemann,fue culpa de la "naturaleza. No sabia nada".
El mandatario, "no sabía nada", porque no había leído los informes del CONICET ni del INA , que desde Diciembre de 2002 venían informando en su página de Internet que el ritmo de las lluvias se había incrementado y hacia inestable el curso del Salado estaba saturado y que algo terrible podía pasar.

Mario Barletta, ingeniero en Recursos Hídricos y rector de la Universidad Nacional del Litoral, desmintió al gobernador:" Hace casi una década que el gobierno tenia estos estudios en su poder.Desde 1992 varios organismos científicos aportaron al gobierno provincial estudios que advertían sobre la posibilidad de una catástrofe".

En tanto, Carlos Paoli, director del Centro Regional Litoral del INA, confirmó que ese mismo año por expreso pedido del gobernador Reutemann, se elaboró un informe alertando sobre una hipotética crecida del Río Salado a razón de “mas de 3 mil metros cúbicos por segundo". En esa ocasión el mapa estableció hasta donde llegaría el agua y fueron prácticamente las mismas zonas  afectadas por esa inundación.

En los 90 María Julia Alsogaray desde  la secretaria de Recursos Naturales, aniquiló todo vestigio de política de seguimiento hidráulico, durante su gestión dejó de monitorearse el Salado. Pese a la falta de elementos El servicio Meteorológico nacional emitió informes estimando altas probabilidades sobre el desastre que poco después se produciría

Si bien, no se ignoró totalmente el estudio del Ing.Paoli, de los 3 tramos que debía tener la defensa, se construyeron dos; por el faltante, ingresó el agua. El Ing. Mario Schreider, de la Universidad Nacional del Litoral, avaló lo dicho por su colega: “El determinante que el agua ingresara a la ciudad, es porque esta obra no fue construida, y ya se  contaba con un anteproyecto desarrollada por una consultora privada”.

En el informe,Schreider, cita que había elementos cualitativos de previsibilidad con pronósticos de alerta hidrológico. En uno de ellos se veía con claridad en una imagen satelital, que había una mancha de inundación y su destino lógico, era la ciudad de Santa Fe.

Estudios de 1991,indicaban que la nivelación general y la escasa altitud sobre el nivel del mar, eran responsables de grandes inundaciones episódicas invernales, las que no han sido remediadas ni con el extenso sistema de canales.

Además, 10 años antes de la tragedia “imprevista”, una editorial santafesina, publicó la Nueva Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe, un capitulo entero de la obra, fue dedicado a las inundaciones, indicando que el cambio climático; el ascenso de capas freáticas y la realización de obras que dificultan y hasta impiden el escurrimiento de las aguas  de lluvia.; estos tres factores en conjunto provocan inundaciones.

Reutemann, siguió rechazando las críticas y acusaciones”Nadie me ha avisado, la crecida del Río Salado, no registra antecedentes en la historia de la provincia, por lo cual era imposible, saber hasta donde llegaría el agua. Si la gente quiere, nosotros podemos asumir la responsabilidad, pero no existen registros hídricos que permitan trazar un panorama”

En 2000, el diputado provincial Hugo Marcucci, presentó un informe elaborado por un equipo interdisciplinario en el que participaron organismos técnicos y en el cual se incluyeron recortes periodísticos y documentos oficiales, en los que se concluía que:” el no cierre de la defensa, que era un 3% del monto de la obra en el presupuesto que había destinado a ella, a la ciudad de Santa Fe le terminó costando 450 millones de pesos”.

“Todos Los informes desde 1996, incluyendo uno de la Municipalidad, dicen que si el terraplén no se cierra toda la ciudad va ser inundada. En la crecida de 1998, se hizo un cierre provisorio. Es una obra inconclusa que perjudicó la situación de la población actuando como represa, y aumentando el nivel      del agua. Tardaron un día en volarlo, cuando había que haberlo hecho 24 horas antes, porque era obvio que había que hacerlo, si se hubiera cerrado esa brecha, se hubiera evitado la inundación, fue una acción muy  negligente”.

Juan Carlos Mercier, ex director de Obras Públicas en el primer gobierno de Reutemann, “profetizó” en Mayo de 1994, en una entrevista al Diario El Litoral que la obras proyectadas eran indispensables:”Se trata de obras viales y de defensa contra las inundaciones . Su construcción significa la protección de más de UN TERCIO de la capital provincial”.

(Del libro Ser o No Ser, biografía deportiva, sentimental y política de Carlos Alberto Reutemann, de Gabriel Pandolfo, Editorial Sudamericana, 2010)

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