domingo, 20 de abril de 2025
DÌA DE RECUERDO DEL HOLOCAUSTO Y EL HEROÌSMO, IOM HA SHOÀ VE HA GVURÀ :"NO PUEDO EVITAR QUE EL DOLOR QUE ME PROVOCA LA INDIFERENCIA, SE REAFIRME AÑO TRAS AÑO , CASI NADIE RECUERDA NI CONMEMORA" ( JACK FUCHS, 2014)
Jack Fuchs fue sobreviviente del Holocausto, desde èse lugar, luchò contra el olvido y la negación del fenómeno perpetrado por los nazis .
Dolido, Fuchs, señalaba que cada día de recuerdo ( en el calendario gregoriano el 19 el Abril y el 27 de Nisan, según lo dispuso por el parlamento israelí en 1951, en recuerdo al ,levantamiento del ghetto de Varsovia.
Para Fuchs la fecha marca la obligación de esta memoria y abarca tanto a los héroes que lucharon como a todos los otros, los que murieron en silencio , si sn la imposibilidad siquiera de pelear.
El principio del Holocausto fue dado desde el pogrom de Noviembre , mal llamado Noche de Cristal en noviembre de 1938, desde ese día hasta la derrota del nazismo en mayo de 1945, no hubo un día de esos terribles años en el que no ocurrieran matanzas, deportaciones, vejaciones, destrucción y cada uno de esos días merece un instante de recordación”, subrayaba el autor de Tiempo De Recordar y Dilemas de la memoria
La lucha contra el olviudo, de la muerte de los 6 millones de judíos perpetradoi poir Hitler y sus secjujaces fue el pilar de la vida de Jack Fuchs “Es obligación recordar la inmensa riqueza de la vida en aquellas pequeñas aldeas, pueblos, ciudades, la cultura y la lengua, el idish, los hábitos y las costumbres de más de 5000 comunidades judías que formaron parte de Europa durante más de un milenio. La destrucción de todo aquello significó la pérdida irrecuperable de un mundo, el que fue mi mundo antes del horror”, enfatizaba .
Nacido en, Lodz<, donde se levantò un ghetto en el cual fue encerrado junto a su familia, rememoraba que Entre 1940 y 1944, la Alemania nazi usó centenares de métodos para matar a la población del Gueto de Lodz. Enumeraba que desde el comienzo se, impidiendo la entrada de medicamentos y reduciendo la alimentación al mínimo”, simbolizando de este modo el desprecio por la vida que tuvieron los nazia. Medicamentos y comida son dos de los elementos necesariosne para vivir. Los nazis negaron a quienes consideraban sus enemnigois todo halito de vida
Muchos murieron. Pero no eran suficientes en el cálculo de los nazis entonces comenzaron con las deportaciones que en realidad no lo eran. Se trataba de “traslados”. La gente era informada de que iba a ser trasladada a otro lugar y para ello debían tomar sus pertenencias consigo. No eran deportaciones; el destino era la muerte. En 1943, comenzaron las así llamadas por los nazis “selecciones”. Casa por casa, los niños y los ancianos eran “deportados” hacia la muerte.
El Gueto de Lodz fue el primero en establecerse en Polonia en 1941, y el último en liquidarse, en 1944. Su constitución era diferente al resto de los guetos. La ciudad de Lodz había sido anexada como parte del Tercer Reich y no constituía en sí un territorio ocupado. Respondía a estrictos planes y cálculos por parte de los nazis. Sus habitantes no eran sólo los judíos de Lodz. A él llegaban de distintos países, de ciudades de Alemania, de la entonces Checoslovaquia y de muchos otros lugares.
En un comienzo, pensábamos, agrega Fuchs que pasarían la guerra dentro del gueto y que íbamos a sobrevivir allí. No imaginaron el verdadero plan que era el exterminio. liquidarnos. Al gueto no ingresaban alemanes, no existían pogroms. Era como un país al interior de otro, con su propio gobierno, diario, estampillas, moneda. Era el único gueto que estaba completamente cerrado. Allí adentro la vida seguía, la vida cultural y social y las actividades de los distintos grupos políticos continuaban.
En 1942, fueron liquidadas pequeñas poblaciones cercanas a Lodz. Sus habitantes, en su mayoría, eran transportados a Chelmo, a la muerte. Los aptos para el trabajo llegaban al Gueto de Lodz. Fue entonces que nos empezamos a dar cuenta de lo que realmente ocurría.
En 1943, ya escuchábamos noticias sobre la situación mundial, la guerra, en fin, el mundo exterior que rodeaba al gueto. Yo tenía como tarea encomendada ir a ver periódicamente a un activista de nuestro movimiento –Bund– que tenía una radio que había logrado conservar oculta. El escuchaba la BBC de Londres y a mí y a otros nos contaba lo que estaba ocurriendo. A su vez, yo debía transmitir las noticias a otros para así ir informando a todo el gueto. Recuerdo el mensaje que recibí: “Todos los transportes –deportaciones– de Lodz van hacia Chelmo, donde todos son asesinados”. Yo no supe qué hacer con esa noticia. La verdad es que ni recuerdo si la transmití a mi familia y amigos.
En 1944, entre mayo y julio, hubo transportes incesantes, continuos. La gente, al principio, se resistía a ir. Pero finalmente se rendían. El hambre, la enfermedad, no permitían resistir. A pesar de saber, nadie imaginaba lo peor. Los carteles que inundaban las calles del gueto aclaraban que aquel que no se presentara para ser deportado sería fusilado. Los últimos transportes eran aquellos que deportaban a los trabajadores de las fábricas y talleres.
Es terrible pensar que para esa fecha, París ya había sido “liberada”, el sur de Italia también y los soviéticos ya estaban en los alrededores de Varsovia. A veces pienso que si el Ejército Rojo no hubiera detenido su avance hacia el oeste de Polonia, cerca de ochenta mil judíos del Gueto de Lodz podrían haber sido salvados. Lamentablemente, los soviéticos decidieron primero dejar que los alemanes aplastaran el levantamiento de los polacos en Varsovia. Esto dio tiempo suficiente a los nazis para liquidar el Gueto de Lodz..
Fuchs no cesaba en insistir : “No puedo evitar que el dolor que me provoca la indiferencia se reafirme año tras año”.
No concebía que casi nadie recuerda, ni conmemora. Al epersar esto , decía que no condenar a toda la humanidad por su indiferencia., dado que hubo y hay s miles de matanzas que ocurrieron durante todo el siglo pasado y comienzos de este, para entender que es imposible conmemorar en una fecha a cada una, aun si se quisiera. Los días del calendario no alcanzarían.
En agosto de 1944, con la liquidación final del Gueto de Lodz, se cerró una vida muy próspera como la vivida por los 250.000 judíos que habitaban Lodz; ciudad tan dinámica y variada en su movilidad social, en sus gustos, en sus pertenencias, donde convivían los jasídicos con los sionistas, los ortodoxos con los socialistas, los ateos con los reformistas.
En estos días me invade la tremenda tristeza de pensar que, en pocos años, con la desaparición de los últimos sobrevivientes no habrá nadie que incline, silenciosamente, su cabeza pensando en el mundo que fue.
El 19 de abril es un día de recogimiento, un día para nombrar cada uno de los guetos, cada uno de los campos de exterminio y, si fuera posible, a cada una de las víctimas.
“El 19 de abril nos permite, a los sobrevivientes y al resto, anclar el recuerdo. Sabemos que la memoria es muy frágil. Me incluyo entre los que necesitan establecer en esa fecha, el 19 de abril, la condensación de todo lo ocurrido en esos terribles años. Para poder seguir adelante, más de 70 años después, luchando para que el peor flagelo que tuvo la humanidad en esos tiempos, la indiferencia frente al dolor de los demás, no ponga en peligro la convivencia entre los hombres”, finaizaba Fuchs con congoja.
Fuchs, Jack ( 2014) . “Otro 19 de abril”, Página 12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario