lunes, 5 de diciembre de 2022

Argentina 1985, la película sobre el juicio a las Juntas, vista por el Dr. Emilio Crenzel

Patio Bullrich, 16 horas. Son las cuatro de la tarde y estoy en la puerta de un cine en el Patio Bullrich, quizás el shopping más coqueto de la ciudad. En una fila breve, de gente mayor de 50 años, esperamos que abra la sala. El gris de las canas es el color dominante. Ropa combinada con estilo, tonos pastel. Parejas, grupos de amigos, conversan animados. Venimos a ver “Argentina 1985”. Son las cuatro de la tarde y estoy en la puerta de un cine en el Patio Bullrich, quizás el shopping más coqueto de la ciudad. En una fila breve, de gente mayor de 50 años, esperamos que abra la sala. El gris de las canas es el color dominante. Ropa combinada con estilo, tonos pastel. Parejas, grupos de amigos, conversan animados. Venimos a ver “Argentina 1985”. Faltan 20 minutos para que comience la función. Las puertas se abren y apenas se ocupa un 20% de las butacas. Sin embargo, en el tiempo que resta, la sala se llena. Se puebla de un público que, en su mayoría, reproduce el perfil que retraté. Jóvenes de ayer, aquellos que lo éramos cuando se desarrolló el juicio, incluso cuando gobernaba la dictadura. Pero hay, también, otros jóvenes, de hoy, vestidos con ropa de marca, rubios, de tez blanca, dientes impecables, también blancos. Uno de ellos sostiene un vaso grande de pochoclo. Algunos se sientan a mi lado. Conversan entre sí. Sonríen. Hablan de una reunión o fiesta a la que irán a la noche. La composición de clase de la sala es definitivamente homogénea y el perfil etario, como dije, un poco más diverso. Estoy con mi hijo. Alejados de ese perfil social, representamos esa composición generacional. En minutos, cuando comience la película, la gran mayoría del público regresará a una Buenos Aires conocida, se reencontrará con aquella ciudad que transitó en los primeros años ochenta y que el film recrea con detalle. Para los jóvenes de hoy, apenas reconocible en el edificio de tribunales, esa Buenos Aires es una ciudad ajena: autos prehistóricos, cabinas de teléfonos públicos, máquinas de escribir, el cigarrillo omnipresente. Pero, también, les resulta extraño el escenario político: una democracia naciente que convive con los autores de crímenes atroces que conservan cuotas sustantivas de poder. Mientras duró el juicio se emitían por televisión escasos minutos sin audio. Años después, se produjeron algunos programas especiales en aniversarios o contextos significativos que incluyeron breves fragmentos de las audiencias. De allí que, para la gran mayoría de los espectadores, la película constituye su aproximación visual, mediada por la recreación histórica, al juicio. Esta cuestión, junto a su éxito de público, instalan la importancia política de “Argentina, 1985”. Fuente: Crenzel, Emilio ( 2023).Argentina 1985 - Argentina 2022, Página 12, Buenos Aires.

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