miércoles, 5 de mayo de 2021

A 30 años del retiro de Bochini: " Pase maestro, lo seguimos esperando"

Su figura hacía honor al Fútbol Dinámica de los impensado de Panzeri, es que Bochni era bajo, en sus inicios en los 70, tenía pelo, pero con el paso del tiempo se puso pelado. Correr, corría poco, la entrega física no era lo suyo, sin embargo hoy a 30 años de su retiro, su gambeta corta y sus pases gol, se extrañan. No surgió en el fútbol argentino quien tenga la magia "bochinesca" ( palabra no aceptada por la real academia española, pero que el fútbol le dio un lugar privilegiado, definiendo la excepcionalidad del juego de Ricardo Enrique Bochini, el” Bocha"). La hinchada de Independiente cantaba que sólo le pedía a Dios que "el Bocha juegue" para siempre", pero la súplica no fue escuchada, el 5 de Mayo de 1991 una dura patada de Erbín en el partido frente a Estudiantes, lo obligó a decir basta y colgar los botines. Atrás quedaban ganó 4 torneos argentinos, cinco Copas Libertadores, 2 Copas Intercontinental y 3 Copas Interamericana. Tuvo la dicha de ser respetado por todas las hinchadas y hasta darse el lujo de ser ídolo de Maradona y que el mismo Diego lo alabara y le dijera "maestro" y faltando cuatro minutos para que culminara la semifinal del Mundial 86 contra Bélgica, lo invite a ser activo participante del equipo que sería cuatro días más tarde campeón mundial:" Pase maestro, lo estábamos esperando”, fueron los 5 vocablos que el diez le expresó. Para el recuerdo quedan sus 97 goles en primera (dos menos que Passarella, el defensor más goleador del fútbol argentino). Como escribió Alejandro Caravario en "Un caño", su secreto era su genialidad, la misma que lo llevó junto a sui mejor socio futbolístico, Daniel Bertoni a ganarle a la Juventus 1-0 en el único partido de visitante el el estadio Olímpico de Roma en un gol se rescató hace pocos años. Simple como su magia que nos dejó hace 30 años, no pateaba tiros libres ni penales y no cabeceaba. "Era un diez contra natura. Ensimismado en la gambeta picante y, ya en la madurez, en los toques magistrales que horadaban la defensa más pintada", agregó Caravario para describirlo. Para dejar claro que era un fuera de serie, Caravario sostuvo:" Había algo disfuncional en su talento. Bochini, de alguna manera, no encajaba en ese mundo. Sobrevivió recreándolo a la medida de su genio silencioso y distante. Allí donde sólo había espectacularidad, él introdujo la sutileza, la complejidad de la belleza.cumplía cabalmente con eso del jugador único. Del fenómeno, Por lo tanto, su adiós después de veinte temporadas en la primera de Independiente “fue un golpe al corazón. Significaba afrontar una ausencia estrepitosa. Un fútbol desmejorado, insulso”, concluyó Caravario. Su historia está lleno de reconocimientos, de transmisión de generación en generación contando una y otra vez que era un fenómeno como pocos y patrimonio argentino y que por más que una calle lindera al estadio "Libertadores de América", tal el nombre del estadio de Independiente, Bochini sigue faltando, mientras tanto los amantes del fútbol, repetimos" Pase maestro, lo seguimos esperando". Fuentes: Cultura Redonda, Grandes Duplas: Bochini- Bertoni, 19 de Mayo de 2016 Caravario, Alejandro. El doble retiro de Bochini, revista Un Caño, S/F

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