De inmediato interroga si aún más de setenta año después la
advertencia antes mencionada todavía es posible “¿Hay posibilidad de éxito si
intentamos prevenir genocidios usando nuestra comprensión de aquel
paradigmático de los judíos y su comparación con otros que han sucedido después?
Luego Bauer historioriza los antecedentes del surgimiento de Hitler y el nazismo, qué y
cómo se llegó a esa situación en Alemania primero y en Europa después “En
nombre de aquella utopía de un nuevo mundo racista y maravilloso, la gran
mayoría del pueblo alemán fue persuadida de abandonar su moralidad aceptada e
integrar el proceso necesario para que se cometieran vastos asesinatos”. Esos
asesinatos, añade Bauer :” incluyeron al
menos tres genocidios: el de los polacos, los roma (gitanos) y los judíos.
En un llamado claro a
reflexionar, Bauer , pide “ Jamás debemos olvidar que las utopías matan; las
utopías radicales y universalistas, como el nacionalsocialismo, el comunismo y
los radicales que apoyan –hoy– el terrorismo global, matan radical y
universalmente”.
Al campo de concentración más grande, Auschwitz s, lo denomina “el símbolo del mal
“ y como tal, el emblema máximo de la
barbarie nazi, en tanto , para el pueblo judío es el” mayor cementerio del mundo,
un cementerio sin tumbas”.
En su escrito, Bauer analiza la Shoá, enfatizando que lo que se asesinó en los campos de exterminio no fue sólo gente, la realidad es que hubo un “ intento de erradicar la cultura judía, una tradición que proveyó una de las columnas de la civilización moderna. Una es la especificidad del destino judío, la otra contiene implicaciones universales; son dos lados de una misma moneda, los judíos fueron las víctimas específicas del genocidio”.
Ahonda Bauer , Holocausto, tuvo “implicancias que son universales porque quién
sabe quién puede ser “los judíos” la próxima vez”, retoma así la idea qué fue
un antecedente y no una advertencia para el mundo.
Traza Bauer un paralelismo entre la Shoá y otros genocidios:” El sufrimiento de las víctimas es el
mismo, se repitieron asesinatos
homicidios de niños, torturas, violaciones ,
hambre, enfermedades y humillación, fueron hilos conectores en todos los asesinatos masivos, sin gradaciones.
Finaliza Bauer , ratificando que la repetición es posible, si en el pasado se pagó un precio muy pesado, se sienta un precedente de lo qué puede ocurrir , si se dejan de lado
los principios morales básicos”.
Lamenta Bauer que en la actualidad las políticas que se basen en consideraciones morales y cuya
aplicación carece de prácticas.
Como cierre el catedrático, eligió reproducir sus palabras pronunciadas
en 1998 ante el Bundestag , el
parlamento alemán, remarcando su identidad como judío “Vengo del pueblo que
entregó los Diez Mandamientos al mundo”, a su vez uniendo el antecedente y la realidad estima que a los diez
mandamientos originales , bases de la convivencia humana”. A ellos habría que agregarles otros tres mandamientos: no serás un
perpetrador, no serás una víctima y nunca, pero nunca jamás, serás un
observador indiferente”. Bauer sintetiza así
tres principios que permitieron que la Shoá se haya consumado, los
perpetradores que torturaron, hambrearon y humillaron a la víctimas en virtud
que hubo una gran parte del mundo que optó por mirar a otro lado, siendo
cómplice con la indiferencia”
Bauer, Yehuda ( 2013) , Reflexiones sobre el Holocausto”, E.D.Z. Nativ Ediciones, , Jersusalem.
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