El escrito de 2014 del politólogo, investigador y abogado Gerardo
Scherlis para El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
(CADAL) analizaba cuáles eran las claves
para mejorar el rendimiento democrático del sistema
de partidos argentino” Exige avanzar en reformas que, garantizando que cada
partido ganador de elecciones cuente con las herramientas para implementar las
políticas públicas de su preferencia y se impongan límites a la partidización del Estado”.
Es decir, que amén de poner ente de su confianza, se abra el debate a los otros
sectores y no sea el partido gobernante dueño del Estado.
Qué quería decir y a
quienes incluía “ involucra desde fuertes reformas administrativas para
profesionalizar la función pública, pasando por el fortalecimiento de los
organismos de control, hasta la instrumentación de normas electorales que
restrinjan el uso partidista de los cargos, las funciones y los presupuestos
públicos, regular la publicidad oficial, garantizar la independencia política
de los medios de comunicación públicos, quitar de manos del ministerio del
Interior la gestión de todo el proceso electoral y restringir las designaciones
discrecionales de personal son medidas de distinta índole que permitirían
limitar la partidización estatal.
Era necesario alentar
los niveles de nacionalización del sistema. Al igual que la cuestión de la
relación partidos-estado, el problema de la territorialización tiene múltiples
fuentes, desde la descentralización administrativa, pasando por la historia
organizativa de los partidos, hasta el diseño institucional del federalismo
electoral argentino, aquí podrían propiciarse reformas que promuevan la
existencia de organizaciones partidarias más nacionalizadas.
Continuando con su propuesta, Scherlis, entendía que había que
restringir la opción única entre los
federalismos latinoamericanos de que partidos con existencia en un solo
distrito compitan por cargos en el Congreso federal, además subrayaba : ay estimular la congruencia
en las alianzas electorales en los diferentes niveles de gobierno y entre los
distritos o fortalecer las facultades del nivel nacional de las organizaciones
serían opciones en este sentido.
Si bien creía que su aplicación, dado el contexto del país pueden
sonar ilusorias, entendía que las
reformas a la actividad y organización de los partidos afectan directamente a
quienes deben llevarlas a cabo, sus protagonistas son actores racionales que no suelen atentar
contra sus propios intereses.
Concluía advirtiendo :” Sin embargo, alentar la formación de
un electorado atento a esta situación puede ser un primer paso para que
reformas en este sentido puedan ser, al menos, vislumbradas y debatidas.
Scherlis, ” Gerardo (
2014) Problemas del sistema partidario argentino: de la estatización a la
“peronización en Desafíos para el fortalecimiento democrático. Gabriel C. Salvia ( comp)-
1a ed. - Buenos Aires : Fundación Cadal; Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Konrad Adenauer Stiftung,
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