miércoles, 4 de junio de 2014

LAS DESAPARICIONES GENERARON MIEDO, PERO ANTE EL NO TE METÁS,LA RUPTURA DE LOS VÍNCULOS Y EL QUIEBRE DE LA SOCIEDAD, LOS PADRES DE PLAZA DE MAYO AÚN INMERSOS EN SU SOLEDAD Y SIN RECETAS MANTUVIERON SU ÉTICA, DONDE LA VENGANZA NO TUVO LUGAR

Hace  pocos días se cumplieron 37 años de la primera reunión de las Madres de Plaza de Mayo, la organización que unida por el dolor desafió a la dictadura y en sus rondas ante la Pirámide de Mayo reclamó a viva voz por la aparición de su hijos sin amilanarse ante el temor y el terror que impusieron los militares , superando también el secuestro y desaparición de varias de ellas producto de la delación de los genocidas infiltrados. 
En un rol de mucho mayor silencio estuvieron allí los Padres de Plaza de Mayo, sus doce de esos hombres dieron su testimonio ante la escritora y educadora Eva Eisenstaedt para su libro, Padres de Plaza de Mayo, Memorias de una lucha silenciosa, de reciente publicación ( Marea). Son historias de vida particulares, que conforman un crisol de orígenes, clases sociales, religiones e ideologías y confluyen en un mismo destino: el golpe brutal de la desaparición de un hijo.Brindaron su testimonio y aportaron fotografías inéditas: Bruno Palermo, Mauricio Brodsky, Ángel Lepíscopo, Ricardo Braverman, Julio Morresi, Abraham Dyszel, Julio Lareu, Marcos Weinstein, Teobaldo Altamiranda, Benjamín Schwalb, Lisandro Cubas y Oscar Hueravilo Curihuinca.
Tal como opina de Robert Cox, uno de las primeras personas les abrió  las puertas a las "Locas de Plaza de Mayo" como fueron llamadas, a través del diario Buenos Aires Herald: “Eva Eisenstaedt ha captado los sentimientos de dolor y la compleja vida de doce Padres de Plaza de Mayo que a su vez reflejan la notable sensibilidad de la autora al entender y compartir su sufrimiento. Este libro es un documento elocuente y conmovedor de humanidad”.
Entrevistada por Perlitas de la Historia, Eisenstaedt resaltó la actitud ética de las Madres y los Padres de no buscar venganza

1)  Hay una actitud que se subrayó cientos de veces: tanto los  padres como las madres de desaparecidos jamás buscaron venganza. Luego de tu involucramiento en el tema con las  entrevistas  a los padres  y con
tu  libro sobre Sara Rus. ¿Por qué crees que no se produjo, por qué no se auto alimentó el sentimiento de venganza?.

-Creo que tanto en los Padres como en las Madres (que escribo intencionalmente con mayúscula) hubo una actitud ética basada posiblemente en su educación pero sobre todo porque la táctica ejercida por todos fue desde la no-violencia.Esta es mi modesta opinión, habría que preguntarle a cada uno  de ellos. Lo interesante es que fue desde el dolor que buscaron un camino. Las Madres se organizaron, los Padres buscaron estrategias individuales y soportaron con entereza la burla, la mentira y la extorsión. Aún así siguieron moviéndose por otros carriles, tenían otros contactos (que obviamente tampoco les sirvieron) para gestionar en su desesperación.
Pasados 38 años podemos hacer muchos análisis. No nos olvidemos que el momento en el cual ocurrieron las desapariciones estaba dominado por el miedo, el no te metás. Se rompieron los vínculos sociales, familiares. Se quebró la sociedad.  Inmersos en esa soledad, no había recetas. La venganza no estaba entre ellas.

-¿Por qué los padres estuvieron- están detrás de las madres de Plaza de Mayo, por qué ocupan un segundo plano?

-Los Padres no estaban en un segundo plano, sólo que no eran visibles. Estaban allí, junto a ellas, al lado, amparándolas, apoyándolas. Ellas eran la cara visible. A la hora de hacer los reclamos, estaban todos en esas largas filas de cuadras y cuadras. 

-Te pido una reflexión sobre los dichos de estas tres frases pronunciadas por tres padres. La primera: Bruno Palermo, padre de Norberto"Para mi venir a la Plaza es una forma de descargar, este es el  lugar de mi memoria, no tengo donde llevarle una flor".

-Efectivamente este Padre no tiene un lugar donde poner una flor. Allí se siente acompañado. La Plaza es el lugar de la memoria. Es La Plaza. Es la Plaza de todos. El dolor se comparte porque es de todos y él no está solo para recordar a su hijo. Son los hijos de todos y cada uno. Basta con ir un jueves y caminar con ellos dando la ronda a la pirámide. Ahí se percibe y se comprende lo que significan esas baldosas.
Hay hombre y mujeres que las pisan.

La segunda dicha por Julio Lareau: Sólo las madres de Plaza de Mayo son merecedoras de este reconocimiento, no nosotros los padres, ese es patrimonio exclusivo de ellas...

- Creo que él lo dice desde un lugar de admiración por su mujer y sus cinco hijas mujeres (dos desaparecidas). Era una persona muy inteligente, militante de la vida. Ya no le podemos preguntar, es una pena. Pero lo intuyo. 

-La tercera, fue expresada por Marcos Weinstein: Duelo en suspenso el duelo no está cerrado...

- Marcos Weinstein toma esta frase de un coloquio con Gregorio Klimovsky, lo del "duelo en suspenso". Cuando no hay cuerpo, es imposible hacer el duelo. No hay posibilidad para los rituales ni para el kadish ( oración que se pronuncia en el judaísmo en honor a los fallecidos). Todos estos Padres han tenido que sufrir estos vejámenes. No sólo les han robado a los hijos, hasta los cuerpos se han llevado y ellos no saben dónde están. Es de una atrocidad tal que no alcanzan las palabras para calificar a los perpetradores de estos delitos. Tenemos que seguir luchando por conocer  la Verdad y para bregar por la Justicia. Los juicios están en marcha en todo el país, es un avance importante. La Memoria Colectiva es un compromiso de todos nosotros, hoy y siempre.

Sobre la autora:
Eva Eisenstaedt nació en Buenos Aires en 1940. Cursó la carrera de Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires y en universidades de Alemania y Suiza. Egresó de la “Primera Escuela de Psicología Social” de Buenos Aires. Ejerció la docencia en la capital, Buenos Aires, Río Negro y Jujuy. Fue becada por la Embajada alemana para trabajar durante un año en Mainz (Maguncia). Se dedicó a tramitar indemnizaciones para sobrevivientes de la persecución nazi en el Estudio Moskovits durante diecisiete años. 
Su libro Sobrevivir dos veces. De Auschwitz a Madre de Plaza de Mayo, sobre Sara Rus (Milá, 2007) fue presentado en alemán en la Feria del Libro de Frankfurt 2010 por Editorial Mandelbaum. En 2012 la Honorable Cámara de Diputados de la Nación lo declaró de interés nacional. 

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