lunes, 8 de septiembre de 2025
Como abogado durante la dictadura Alfonsín dignificò la profesión cuya único y obstinado objetivo fue siempre encontrar justicia
En el Día del Abogado, las figuras de Raúl Alfonsín, Genaro Carrio, Augusto Conte, Emilio Mignone y otros profesionales del derecho adquieren relevancia. Como cada 29 de agosto se celebra el Día del abogado. En esos letrados, podría decirse, se corporiza la búsqueda de la justicia.
En el caso del fallecido líder del radicalismo ejerció en toda su dimensión su condición de abogado para reclamar por quienes en la última dictadura militar eran “detenidas por grupos armados que prima facie actuaban con ejercicio de autoridad” y convertían a aquellas personas a las que raptaban de sus casas o en cualquier otra circunstancia en la tétrica y fantasmal figura de ‘desaparecido’.
Alfonsín peregrinaba sin desmayo por los ámbitos de la Justicia y entre tantos papeles que llevaba estaba la lista de los familiares de esas personas que había sido secuestrada y cuyo paradero se desconocía. “Los recursos de hábeas corpus oportunamente interpuestos a favor de esas personas no han dado resultado alguno. Los órganos del poder público a los cuales se han requerido los informes de ley han contestado en todos los casos que esas personas no están registradas como detenidas”.
Alfonsín no vacilaba y ponía el cuerpo en ese derrotero en procura de establecer en qué lugar se hallaban quienes habían sido secuestrados y estampaba su firma en cada una de los hábeas corpus en los que figuraban los nombres y apellidos de esas personas que la dictadura había bautizado como ‘desaparecido’. El entonces líder radical no reparaba en si este o aquel era radical o no. Sólo le bastaba saber que había sido cercenada su libertad y emprendía con enjundia ese peregrinar por dependencias policiales y judiciales.
“Como Anexo I de este escrito acompañamos una nómina de los desaparecidos en cuyo directo interés actuamos con la indicación de la fecha de su desaparición y de los trámites judiciales realizados en relación con cada uno de ellos”, rezaba uno de los tantos escritos que Alfonsín presentó, en este caso acompañado por otros letrados. Y completaba: “Como Anexo II acompañamos una nómina de otras personas desaparecidas en circunstancias semejantes. Son cuatrocientos trece casos con correspondientes datos”, reflejaban los escritos.
Con el retorno al imperio de la democracia liderada por Alfonsín en 1983 pudo conocerse la verdad y hubo justicia. Los responsables de atroces violaciones a los derechos humanos que se habían cometido durante la dictadura debieron enfrentar el llamado ‘Juicio a las Juntas’ en el que fueron condenados. Pero Alfonsín ya hacía tiempo que como abogado había cargado sobre sus hombros una lucha que dignificaba la profesión del abogado cuya único y obstinado objetivo es siempre encontrar Justicia.
Fuente: r
Leandro Pablo Vivo. "Los abogados que enfrentaron a la Dictadura", Nuevos Papeles, 30 de agosto de 2025.
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