lunes, 22 de abril de 2024

El mensaje de Pesaj es justamente el de la libertad, que viene que ver con la superación de aquellas dificultades que hacen que el ser humanos se esclavice constantemente ( Rabino Eduardo Waingortin)

Por Rabino Eduardo Waingortin Pesaj Kasher ve Sameaj Pesaj este año es diferente a lo habitual. Celebramos a la sombra de la guerra. Una guerra desgarradora por fuera y por dentro. Pero volviendo a Pésaj no puede tener más actualidad en su mensaje en este año. El mensaje de Pesaj es justamente el de la libertad, que viene que ver con la superación de aquellas dificultades que hacen que el ser humanos se esclavice constantemente. Porque esa tendencia a esclavizarnos, a someternos, hace que el concepto de esclavitud sea relevante en cada generación, en cada momento y en cada lugar. Escuché del Rabino Marshall Meyer, Z.L., citando al Rabino Abraham Joshua Heschel, Z.L., que fue su maestro, decìa que Heschel planteaba que ser esclavo no es tener las cadenas que aprisionan tu cuerpo. Sino que ser esclavo es no intentar quitártelas de encima. Entonces, la libertad y la esclavitud, se transforman desde un estado a una tendencia. Y cuando nos empecinamos en quitarnos cadenas aunque estemos totalmente inmovilizados, somos libres, mientras que cuando -enganchados en modas y en conceptos que no quieren cambiar, o que no estamos dispuestos a escuchar la posibilidad de repensarlos- ahí, aunque tengamos las manos y los pies libres, somos esclavos. La celebración de Pésaj debe conmovernos para que siga siendo vigente y relevante. Será vigente cuando tomemos todos sus ritos y los hagamos de corazón , los disfrutemos y los gocemos. Y será relevante cuando, como dice la Hagadá, todo aquel que abunda en discutir y recuperar la esencia del Séder y del relato de la salida de Egipto, será bendecido. Quisiera desear una gran bendición a la comunidad judía. Y quisiera impregnarlos de la hermosa sensación que implica continuidad dándole vigencia a un Seder significativo con todos los pasos, donde hagamos a D-s presente entre nosotros, donde recordemos que Moshé no figura en la Hagadá para que sea nuestra tarea la de analizar y sentirnos que debemos salir de nuestros propios Egipto. Y quisiera desear una gran bendición a todos los judíos del mundo, en especial de Israel, para que podamos salir de viejos esquemas, que nos aprisionan. Y darle relevancia a ésta, que es una celebración muy antigua y profundamente moderna y actual. Por Rabino Eduardo Waingortin

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