martes, 10 de enero de 2023

MARÍA ELENA WALSH, LA MUJER QUE NOS HIZO CANTAR Y PENSAR A NIÑOS Y ADULTOS

Hoy se cumplen 12 años de la partida de María Elena Walsh. María Elena es una de las figuras más respetadas de la cultura argentina desde hace varias décadas, pero no le agrada que le pongan la etiqueta de símbolo de la "conciencia cívica" del país. "¡No, qué horror!", exclama. Aunque en tiempos de dictadura y de crisis dio a conocer valientes artí­culos exponiendo su sentir —a veces con el riesgo de sufrir represalias—, asegura que solo fueron "opiniones que tuve necesidad de publicar en momentos dados y que aparecieron en el momento preciso en que habí­a que decirlas". Se dio a conocer en 1947, cuando tení­a 17 años, con un libro de versos titulado Otoño imperdonable, que mereció el premio municipal de poesí­a de Buenos Aires y fue elogiado por importantes intelectuales, entre ellos el escritor español Juan Ramón Jiménez. Sin embargo, lejos de seguir una carrera literaria tradicional, unos años después hizo sus maletas y se fue a cantar canciones folclóricas a Parí­s, como parte del dúo Leda y Marí­a. Al regresar a la Argentina, se convirtió en la principal figura de la literatura y la música argentina para niños. Luego empezó a componer y a cantar para el público adulto. ¿Una escritora cantando en teatros de varietés?, se escandalizaron muchos. Pero, en su momento de mayor éxito, se despidió de los escenarios y de los estudios de grabación para volver a su primer amor: la literatura. -Los giros en mi vida se deben a que se terminaba una etapa he empezado otra cosa nueva. Muchas veces fue comenzar desde cero, pero se dio así -"¿Por qué tantos giros y ciclos en su vida?."¿Es que acaso un buen dí­a se aburre de lo que hace?". Se ríe antes de contestar: "Casi diría que han sido ciclos involuntarios", responde. "Quizás mucha gente también los siente, pero se niega a dejar una fórmula que le dio éxito, con la que le fue bien; se niega a quemar las naves y empezar otra cosa. En mi caso, no han sido cambios voluntarios, sino que he sentido que se aue scaba una etapa y he empezado otra cosa nueva. Muchas veces fue comenzar desde cero, pero se dio así­". Cuando le pido que me diga cuál es su escritor favorito, en sus grandes ojos azules se refleja la sorpresa. "¿Tengo que elegir entre todos, así­ nomás?", protesta. Sin embargo, no lo piensa mucho para contestar. "Cervantes", dice. "Y más próximo, Borges". En cuanto a libros preferidos, La Odisea es uno que ha releí­do muchas veces. ¿La razón? "Creo que toda la literatura está allí­, toda la poesí­a y la aventura, todos los méritos y defectos humanos. Todo está allí­". Ella asegura que siente una sorpresa muy grande cuando canciones suyas, como "La cigarra" o "El paí­s de Nomeacuerdo", se convirtieron en metáforas de la vida social de su paí­s. "Siempre he pensado que una canción popular es efí­mera y que está destinada a durar poco. Es una especie de mariposa", comenta. "Entonces, cuando dura más de lo previsto y se extiende su público, a mí­ me asombra: ¡es un grato asombro! Y cuando aparecen versiones distintas y se les da distintos significados, pues estoy muy contenta con todo eso". Le pido que defina a Marí­a Elena Walsh. "¡Qué difí­cil!", exclama. "No me he preocupado nunca por autodefinirme. Pero dirí­a que soy una lectora, si vamos a buscar una caracterí­stica totalizadora. Ojo: que también leo árboles y plantas y animales, porque todo lo que nos rodea se lee". Fuente: Un té con Marielena Walsh, Sergio Andricaín . Cuatro Gatos, Argentina. Foto: Biografía y Vidas

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