martes, 22 de julio de 2025
El "Pato" Fillol cumpliò 75 años: " Quisiera que me recuerden como el Arquero de Todos, porque así lo siento yo"
Ubaldo Matildo "el pato" Fillol cumple 75 años, el arquero argentino del Mundial 78 , considerado por muchos comoo el mejor arquero argentino de toidos los tiempos- hay quienes sostienen que fue Gatti, su contricante de un estilo totalmente opuesto y los màs viejos defienden a Amadeo Carrizo-.
"Sufrí con cada gol y lloré con cada partido perdido. Utilicé las derrotas para que me ayudaran a enorgullecerme con las victorias", las palabras del uno que cautivó el corazón de los argentinos.
Ubaldo Matildo Fillol cumpliò elunes 75 años y es buena hora para desempolvar estas líneas que Osvaldo Soriano publicó hace 50 en El Cronista. El Pato termina de consagrarse como protagonista fundamental del bicampeonato que River conseguiría tras 18 años sin ganar torneos, y el Gordo escribe de fútbol, boxeo y literatura, al tiempo que empieza a relojear las posibilidades de irse al exilio. Es la noche del 21 de diciembre de 1975, River acaba de ganarle 1 a 0 a Estudiantes de La Plata por la penúltima fecha del Nacional y Soriano tira unas pinceladas de sobrio deslumbramiento acerca del mejor arquero que vio en su vida.
Parece que no hay filmaciones de aquel partido en cancha de Vélez, pero en los hinchas que asistieron palpitan las imágenes de un Fillol invencible, un repertorio de atajadas que pueden recordarse en cámara lenta o como flashes, con el quilombo de las tribunas o con el Minuet de Boccherini (no el de Independiente, este es otro). Estudiantes llega un punto arriba y si gana es campeón: centro desde la izquierda del Fantasma Benito, perfecto para la palomita de la Bruja Verón, que mete un frentazo demoledor. "Ese partido se jugó en un Amalfitani en el que no entraba un alma –escribió Fillol en su autobiografía–. Hacía mucho calor pero yo estaba en llamas y me salieron absolutamente todas. El Pincha atacaba y chocaba contra mí: saqué pelotas con la mano izquierda, con la derecha, con la pierna, por arriba del travesaño, al córner… Paré todo lo que me tiraron, incluso una pelota que figura entre las atajadas más grandes de mi vida: un cabezazo a quemarropa desde el área chica del gran Juan Ramón Verón".
En una foto se lo ve en el aire, arqueado hacia atrás, después de activar el manotazo supersónico con el que sacó la pelota por encima del travesaño. La considera su mejor atajada a nivel clubes, comparable con la que le sacó Johnny Rep en la final del mundial 78. "¡Qué arquerazo!", le escribe Soriano a Tito Cossa desde París, donde vio la copa del mundo "con una enorme mezcla de bronca y pasión", bronca por el usufructo de la dictadura, pasión por el amor al fútbol y a la selección argentina desde el exilio. Fillol abre su autobiografía con una serie de aprietes que termina con uno del almirante Lacoste en el edificio de la Marina: un revólver sobre el escritorio para que firme un contrato. Pero durante el mundial, ha dicho, vivía en una especie de burbuja y se sentía feliz: desconocía qué pasaba. A cuarenta años de aquel título se reunió con la abuela de Plaza de Mayo Lita de Boitano en la cancha de River, y le dijo que, a la distancia, en parte le daba vergüenza aquella felicidad. Fillol es un tipo con enorme sentido de la justicia social que ha participado en decenas de causas y campañas solidarias, que ha respaldado la continuidad de la agencia Télam ante la amenaza de cierre del actual gobierno.
Luego de aquel partido contra Estudiantes River le ganó a Central y consiguió el bicameonato de 1975, los dos primeros títulos entre los once que cosechó en su carrera. Es excepcional el retrato de Soriano, porque calibra temprano su dimensión como arquero. Pero también porque casi siempre iba a ver y escribía sobre el equipo de su corazón, San Lorenzo, que en ese torneo terminó tercero. En 1972, el año del bicampeonato cuervo, Soriano escribía en La Opinión y lo padeció cuando atajaba en Racing y le paró un penal al Gringo Scotta en el Viejo Gasómetro. "Tenía la patada de un caballo –recuerda Fillol–. San Lorenzo venía invicto y nosotros respirándole en la nuca. Les ganamos 2 a 0, con goles de cabeza de Osvaldo Batocletti y Daniel Onega. El referí pitó penal para ellos en el primer tiempo, cuando todavía estábamos 0 a 0. Lógicamente, todos pensaron que sería el turno de Scotta para abrir el marcador. Pero yo ya venía con un par de penales atajados y sabía que mi secreto era esperarlos hasta el último momento. Aguardar todo lo que pudiera para recién ahí, justo antes del disparo, jugarme para un palo u otro. Cuando el Gringo levantó la pierna, me tiré un poco a la izquierda, pero me quedé con la pierna derecha abierta. Scotta, viejo lobo de mar, me tiró un misil al medio que terminó pegándome en el muslo. El remate fue tan fuerte que el rebote de la pelota llegó hasta casi la mitad de la cancha. Y además me destrozó el muslo: estuve casi dos meses con una marca negra, un moretón gigante que me quedó como recuerdo de ese partido".
Nació en San Miguel del Monte el 21 de julio de 1950 y debutó a los 18 años en Quilmes. Tenía 40 cuando se retiró, jugando para Vélez; en ese partido le atajó un penal a Da Silva e impidió que saliera campeón River, en su cancha: los hinchas igual lo ovacionaron. "El mejor arquero que vi en mi vida", dijo el Diego, que si habrá visto arqueros. Coincidía con Soriano y con millones de futboleros (Berlanga incluido). "La vida y el fútbol superaron los sueños que cargaba al partir de Monte con un bolsito, un par de pesos y deseos de campeón. Durante once años, fui quien cuidó los tres palos del arco más grande del mundo. Sufrí con cada gol y lloré con cada partido perdido. Utilicé las derrotas para que me ayudaran a enorgullecerme con las victorias. Sin creérmela. Nunca me vi como el mejor, aunque siempre trabajé para serlo. Quisiera que me recuerden como el Arquero de Todos. Porque así lo siento yo".
Fuente: Recuerdo vivo del arquero de todos, Àngel Berlanga, Pàgina 12, 21 de Julio de 2025.
viernes, 18 de julio de 2025
40 segundos de diámetro, una obra para pensar la amistad
El domingo 13 se reestrenò "40 segundos de diàmetro", Reestreno domingo 13 de julio 20hs
40 segundos de diámetro , es una comedia basada en hechos reales, con las actuaciones de : Javier Medina, Luis Gritti, Ignacio Pozzi y dramaturgia y direcciòn de Víctor Chacòn, se presenta los domingos a las 20 horas en el espacio Polonia: Fitz Roy 1475 – CABA
La trama nara la historia de tres amigos acampan una noche en una isla diminuta del caribe. No hay nadie, y no hay manera de volver al continente. Lo que sí hay, son miles de ratas tamaño perro chiquito que los rodean. Ellos tratando de descansar, dormitan y recuerdan anécdotas pasadas. ¿Es el destino el que los llevó a estar a merced de los roedores sin posibilidad de ayuda alguna? ¿O es un plan premeditado?. Una carpa, tres amigos, miles de ratas, y faltan todavía 10 horas para que amanezca.
Sobre Víctor Chacón, dramaturgo y director
Egresó de Escenógrafo en la Escuela de Teatro La Plata y de Profesor de Letras en la UNLP. Realizó escenografías para lugares como Centro Cultural Konex, La Oreja Negra, El Jufré, Coliseo Podestá, Teatro Argentino de La Plata, entre otros.
Sus diseños y puestas de luces han recorrido teatros como Centro Cultural de la Cooperación, Andamio 90, Espacio Sísmico, Sala Caras y Caretas, La Tangente, Pan y Arte Teatro, Paraje Artesón, El Extranjero. Fue técnico estable de salas como Teatro de Cámara City Bell, Andamio 90, Pan y Arte Teatro y El Tinglado. En la actualidad es técnico estable de El Camarín de las Musas.
Se desempeña como docente de nivel superior en la cátedra de Escenografía y Luminotecnia en la UNA; y en Práctica Profesional Escenografía, de Literatura Dramática e Historia del Teatro de la Escuela de Teatro La Plata. Estudia la maestría en Dramaturgia en la UNA.
En el 2016 publica su primer libro: Justicia Divina Para los Sapos, a cargo de Malisia Editorial.
En el año 2018 estrena su ópera prima en teatro Tracción a Sangre (porque así se mueve el mundo) en los roles de dramaturgo y director; obra que realiza temporadas en Buenos Aires, La Plata y Madrid, además de una gira por la Patagonia.
En ese mismo año se estrena en Formosa El Matadero, con texto de su autoría, obra participante de la Fiesta Nacional de Teatro 2019. También se publica su segundo libro, nuevamente a cargo de Malisia Editorial, El equilibrio de los renacuajos. Durante la pandemia de 2020 realiza la obra vía streaming y en vivo "Del obelisco al reina Sofía", en NUN Teatro-Virtual; y publica su tercer libro: "250° a la sombra" con Editorial de la Fosa.
En el año 2021 se estrena "Surinam (porque algo hay que comer)" en Nün Teatro Bar, obra que luego realiza dos temporadas en Buenos Aires, una temporada en La Plata y una gira por la provincia de Jujuy. En 2023 se publica su cuarto libro "la biología de la crueldad infantil" y la obra de teatro "Coto de caza, de dos cazadores" es seleccionada por el catálogo de Policarpo Q para ser editada.
Ignacio Pozzi - Actor
Es actor, autor, director y productor. Es licenciado en Comunicación social en la UBA. Se recibió de Productor y Director de radio y TV en el ISER. Tiene una Diplomatura en Desarrollo y gestión de proyectos en la industria audiovisual en la UNC y una Especialización en dramaturgia. En el 2022 fundó una productora.
Sus obras cortas Al lado, Château Alvear, La noche antes del día después y Estudio 2 fueron montadas en Microteatro BSAS y Mar del Plata. Su obra No, cortá vos fue premiada por el Teatro UNAM y la UBA, misma obra que fue montada en el Método Kairós. Es productor de la compañía Pablito no clavó nada. Su obra Hay butacas resultó ganadora del concurso de dramaturgia del teatro La Carpintería y su relato Gordo fue seleccionado ganador del concurso Retratos de masculinidades del CTBA, obra que se montó en el 2021 en el Teatro San Martín. En 2022 montó Museo Moretti y su obra corta (No) me tendría que haber ido. Mismo material que en formato audiovisual fue seleccionado en la Maratón audiovisual de SAGAI. En 2024 obtuvo el segundo premio de la misma convocatoria con su cortometraje Ojalá. Sus cortometrajes Bluetooth connected y Foquito resultaron premiados en el 7SIFF 2021 y 2022 respectivamente. En el 2023 ganó mejor Guion en el mismo festival con Subtítulos. Su cortometraje Estudio 5 fue seleccionado en BAFICI 2023, Tucumán Cine, FESAALP y FESTIHUR. Se encuentra en desarrollo de su serie No esenciales, proyecto seleccionado en Ventana Sur 2023 y de su película Fuera de temporada. Publicó (H)ay amor, obra que está adaptando a guion de largometraje. Está en etapa de distribución de sus cortometrajes ImPedronable, Roto, De turno y Bangkok Casting y en etapa de producción de su corto Encaje.
Sobre los actores:
Javier Alejandro Medina Pérez - Actor
Actor recibido en la Escuela Nacional de Arte Dramático (CABA) y como Maestro de Dibujo en el Centro Polivalente de Arte. Río Grande. (Pcia. de Tierra del Fuego).
Comenzó su formación en el Taller de teatro de la Municipalidad de Río Grande Pcia. de Tierra del Fuego, con Graciela Rodríguez y Verónica Montero. Posteriormente cursó la carrera de actuación en la ENAD . Se ha formado en entrenamiento teatral con los maestros Guillermo Angelelli, José Cáceres, Graciela Muñoz, María Inés Asarri (método Fedora), Clown con Cristina Martí y Lila Monti, Canto con Carla Pantanali Sandrini y Josefina Lamarre, Danza Butoh con Rhea Volij. Desde 1988 ha participado en obras teatrales dirigidas por Mercedes Jacobo, Eduardo Graham, Griselda Galarza, Eduardo Misch, Elvira Oneto, Guillermo Angelelli, Villanueva Cose, Pompeyo Audivert, Eugenia Iturbe, Juan Coulaso, Gustavo Gina, José Cáceres, Graciela Muñóz y Verónica Montero.
Forma parte del grupo El SOPORTE, que revisita el universo menos frecuente de Eduardo Pavlovsky, desde el 2006. Su último trabajo como actor fue en 2022, en la obra teatral “Chancho” de Agustín Meneses, dirigida por Mercedes Jacobo
Luis Gritti - Actor
Es actor. Nació en la ciudad de San Nicolás en enero de 1980. Estudió teatro y abogacía en Rosario y desde hace 21 años está radicado en CABA, donde continuó su formación como actor con Santiago Gobernori y Matias Feldman, Javier Daulte, Helena Tritek y Raúl Serrano, entre otros. Participó en más de 15 obras en teatro comercial, oficial e independiente entre las que se destacan: “El principio de Arquímedes” de Corina Fiorillo, “TocToc” de Lia Jelin, "Te Amo" de Leo Azamor, "Las niñas no debería jugar al fútbol" de Adriana Roffi, “El tiempo y los Conway” de Mariano Dossena, “Cielo Rojo (el sueño bolchevique)” de Helena Tritek, “Cremona” de Helena Tritek, entre otras. Como actor en cine, trabajó en “Las Corrientes” de Milagros Mumenthaler, “La larga noche” de Francisco Sanctis” de Andrea Testa y Francisco Marquez. En televisión "Envidiosa" (Netflix), "Senna" (Netflix), "Bastarda" (Disney) “SeTuMisma” (Disney), “Argentina Tierra de Amor y Venganza 2”, “Limbo”, “Los Protectores”. Y cuenta con una basta experiencia en publicidad con más de 100 comerciales realizados para marcas y productos nacionales e internacionales.
Las funciones son los domingos 20hs con entradas a $15.000 ,.Màs info enwww.alternativateatral.com.ar/obra90105-40-segundos-de-diametro y su
Instagram @40segundosdediametro .
Fuente: Te hago la prensa
jueves, 17 de julio de 2025
A 75 años de la hazaña: el origen del mito del Maracanazo y qué tan "imposible" fue la hazaña de la selección uruguaya
A 75 años del Mundial de 1950, en el que Uruguay salió campeón, un vistazo a aquel partido icónico, la copa ganada, y la calidad futbolística de Uruguay en aquel entonces que derriba la idea de que aquello fue un "milagro".
La final fue el 16 de julio de 1950. Hace exactamente 75 años. Al reanudar la FIFA su actividad que entró en receso por la Segunda Guerra Mundial, más el año de atraso de construcción del estadio Maracaná en Río de Janeiro, se confirmó la cuarta edición de la Copa del Mundo.
Aquel día asistieron 173.850 personas, quienes establecieron la mayor asistencia en la historia de un partido del Mundial.
Los dos finalistas eran Brasil y Uruguay. El local era el claro favorito: había ganado la Copa América el año anterior con una diferencia de 39 goles a favor (6 goles en promedio por partido), mientras que Uruguay había terminado como el tercer peor clasificado.
En lo que había transcurrido del Mundial, además, Brasil venía con puntajes perfecto y goleadas impactantes. A Suecia le ganó 7-1 y a España 6-1. Los uruguayos, en cambio, habían ganado 3-2 a Suecia y empataron 2-2 con España. Ese era el cálculo: a Brasil le bastaba un empate para volverse campeones del mundo.
Pero pocos se detenían a observar cómo le había ido a Brasil contra Uruguay las últimas veces que se habían enfrentado.
Lejos de ser un contrincante débil, en aquellos años la selección uruguaya era una de las más calificadas a nivel mundial. Tres títulos mundiales (las dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928 y la Copa del Mundo 1930) y ocho Copa América en 21 ediciones.
“O Brasil vencerá - A Copa será nossa”, se leía en la primera plana del Diario de Río ese 16 de julio. Hubo carrozas, pancartas, monedas conmemorativas con los futuros campeones brasileños. La portada del diario O Mundo lucía una foto de la selección brasileña y un titular que acompañaba: "Acá están los campeones del mundo".
El entonces capitán de la selección, Obdulio Varela o “el negro jefe”, como le llamaban, consiguió 20 copias de O Mondo, las tiró en el baño del hotel Paysandú y con una tiza escribió en el espejo un mensaje: "Pisen y orinen sobre los diarios”.
Se dirigió al restaurante del hotel y le ordenó al equipo que fueran al baño y siguieran las instrucciones.
Los uruguayos tenían claro del favoritismo hacia los brasileños. Entonces, el entrenador uruguayo, Juan López Fontana, le pidió a su equipo que jugaran a la defensiva para evitar una goleada humillante.
Pero cuando López se fue, Varela le dijo a sus compañeros que Juan era un buen hombre, pero que se equivocaba. Que si jugaban a defender iban a tener la misma suerte que Suecia y España.
Antes de salir a la cancha, ya escuchaban a los hinchas brasileños en las tribunas del Maracaná. Así nació la famosa frase de Varela: "Muchachos, los de afuera son de palo".
El partido empezó a las 15:00. Del lado brasileño, el director técnico Flavio Costa dispuso el mismo once que había usado en todos los partidos. En Uruguay, en cambio, Roque Gastón Máspoli sustituyó a Aníbal Paz como golero y entró Rubén Morán a debutar como puntero, con apenas 19 años.
Flourish logoA Flourish sports visualization
Brasil dominó todo el primer tiempo. Pero no logró convertir un gol a Máspoli, que permitió que los primeros 45 minutos el partido se mantuviera 0-0. Antes de volver a salir al segundo tiempo, en el vestuario, Varela juntó al equipo y les indicó que era hora de ganar.
Flourish logoA Flourish sports visualization
A los dos minutos de volver a la cancha, en el segundo tiempo, el brasileño Friaça hizo el primer gol del partido. Y la hinchada lo acompañó.
No hubo muchos uruguayos presentes en las tribunas del Maracaná. Pero hubo una voz, la del relator Carlos Solé (uno de los tres relatores uruguayos que concurrieron) que se volvió icónica por su relato.
Flourish logoA Flourish data visualization
En el minuto 66, Ghiggia escapó por derecha y, con un amague, hizo el pase al medio del área, donde Schiaffino metió el primer gol para Uruguay.
Flourish logoA Flourish data visualization
Finalmente, en el minuto 79, otra vez Ghiggia se interno en el área del equipo brasileño y, como con el primer gol, amagó a patear un centro al golero local Moacir Barbosa. El arquero dio un paso adelante, convencido de que se iba a repetir la escena del primer gol, y dejó un hueco que Ghiggia aprovechó para mandar la pelota la fondo de la red.
Así fue como llegó el segundo gol para Uruguay y el estadio, con una tribuna brasileña enardecida, quedó en silencio.
Flourish logoA Flourish data visualization
En los 11 minutos finales, Brasil atacó con todo, pero no pudo revertir el resultado.
Flourish logoA Flourish data visualization
A las 16:45 el árbitro inglés George Reader pitó el final del partido. El puñado de uruguayos que estaban en la cancha y en la tribuna estallaron de alegría, abrazos y saltos. El resto de los brasileños, en cambio, salieron en silencio o entre lágrimas.
"Sumió a Brasil en una derrota que les provocó una enorme herida en su orgullo. En su orgullo nacional. Y hasta vergüenza por no haber podido concretar eso que para ellos ya era prácticamente un hecho: la inauguración del estadio más grande del mundo, tener el mejor equipo del mundo y demostrarlo en la cancha saliendo campeones", explica Juan José Melhos, historiador de Nacional y del fútbol uruguayo, en diálogo con El Observador.
El equipo derrotado mostró su pesar. Los medios brasileños no podían creerlo. La banda de música que llevaron para la ocasión no tocó ninguna pieza. Y la ceremonia de entrega de la Copa Jules Rimet a Uruguay fue rápida, silenciosa e inesperada para los locales.
Terminado el partido, el capitán Varela abandonó la concentración de la selección y se fue a tomar por los bares de Copacabana. Años después, sobre aquel episodio, dijo “me di cuenta de que eran buena gente, fue entonces cuando entendí lo que aquel partido significaba para ellos”.
"Yendo a lo concreto, Brasil era aparentemente el rival de mayor riesgo. Pero lo que sucede es que Uruguay fue haciendo un camino un tanto contradictorio, un tanto difícil, porque arrancó con una goleada sobre Bolivia que era un rival muy débil. Tuvo la suerte de que el grupo se dilucidó solamente entre estos dos rivales, Uruguay y Bolivia. Y después le costó mucho el partido con España y también el partido con Suecia. Entonces, eso también alimentó la idea de que no estaban en condiciones de enfrentar con un grado de esperanza a un equipo brasileño que venía goleando", dice Melhos.
La copa Jules Rimet: escondida de los nazis, robada dos veces y fundida
Desde aquella final del mundo, el término “Maracanazo” pasó a ser una expresión de derrota para los brasileños, pero también una de éxito para los uruguayos. En Montevideo, y en el resto del país, la gente festejó en las calles lo que, según los titulares de los medios, había sido una “hazaña imposible”.
El entonces presidente de la FIFA, Jules Rimet, ha contado públicamente que, cuando el partido iba 1 a 1, se dirigió a los vestuarios a preparar su discurso de felicitaciones para Brasil. Cuando salió a la cancha con el partido terminado, se llevó la sorpresa de no ver ningún festejo y de enterarse, en ese instante, que Uruguay había ganado la Copa del Mundo.
Tan desconcertado él, y toda la organización, que la ceremonia oficial de entrega de la copa no se realizó. Se acercó apenas pudo a Obdulio Varela para felicitarlo y entregarle, en mano, la copa.
Esa copa, la Copa Jules Rimet, fue el trofeo del Mundial hasta 1970. Ese año, pasó a ser propiedad de Brasil al haber ganado el campeonato por tercera vez, como decía el reglamento de aquel entonces.
La imagen representaba a Niké, la diosa griega de la victoria, con las alas trabajadas. El cuerpo tenía los brazos levantados y sostenía una copa octogonal. Tenía una base de lapizlázuli, donde se colocaron los nombres de los campeones. Treinta centímetros de altura y 3,8 kilos de plata bañada en oro.
Flourish logoInteractive content by Flourish
La Copa Jules Rimet pasó por dos robos. Cuando Italia ganó el Mundial en 1938, su Federación obtuvo el derecho de resguardar la copa. Al año siguiente, estalló la Segunda Guerra Mundial, por lo que se suspendieron los torneos de 1942 y de 1946. La copa estuvo en Italia durante casi diez años.
Durante aquellos años, con las ocupaciones nazis de por medio, el entonces vicepresidente de la Federación, Ottorino Barassi, intuyó que en algún momento los registros del banco donde estaba guardada la copa alertarían a la Gestapo de su existencia. Para evitar que la copa fuera tomada, Barassi se la llevó en secreto a su casa y la guardó en una caja de zapatos.
En 1941, tras pasar por la bóveda del banco donde originalmente estaba guardada, la policía alemana se dirigió a allanar la casa de Barassi. Registraron sin éxito, aunque la copa estaba debajo de la cama del vicepresidente. Durante el interrogatorio, Barassi indicó que la copa estaba escondida en Milán, y hacia allí se dirigió la Gestapo. Nunca la encontraron.
Entrados los aliados en Italia, en 1943, Barassi le devolvió la copa a la Federación mediante su abogado y la misma fue guardada en una casa de campo en las afueras de Bérgamo. En 1947, dos años después de finalizada la guerra, la copa fue devuelta a la FIFA, a tiempo para ser el trofeo del Mundial de Brasil en 1950.
El primer robo había sido en Inglaterra, en 1966. Meses antes del Mundial, la copa Jules Rimet se puso en exhibición en el hall central de Westminster, en Londres. El 20 de marzo, entre las 11:00 y las 12:10, en el primer piso se celebraba una ceremonia religiosa y la copa fue tomada.
Aunque el Scotland Yard investigó, no encontró rastros ni del ladrón, ni del paradero de la copa. Una semana más tarde, un hombre paseaba su perro al sur de Londres. Pickles, el perro, olfateó un arbusto y ahí encontró al trofeo envuelto en papel de diario.
El segundo robo vino después de que Brasil ganó la posesión definitiva de la copa en 1970, tras haber ganado tres mundiales. Se la expuso en la Confederación Brasileña de Fútbol y ahí permaneció hasta 1983. El 20 de diciembre de ese año, la Jules Rimet, junto con otras dos copas, desaparecieron del lugar donde se exponían. Días más tarde, se supo quiénes habían efectuado el asalto y se informó que la copa había sido fundida. Quedó, solamente, la base de lápizlázuli.
La construcción del mito: no fue un "milagro", sino fruto de la superioridad futbolística
"Yo creo que no hubo, por lo menos en Uruguay, situaciones que se puedan comparar de ninguna manera. Si bien hubo victorias importantes a nivel de la selección, y a nivel de clubes con posterioridad, Maracaná quedó como un mojón", explica Eduardo Rivas, escritor y periodista deportivo, a El Observador.
Por un lado, se plasmaron las declaraciones de los jugadores del Mundial de 1950 años después. Ghiggia dijo a la prensa alguna vez: “Solo tres personas fuimos capaces de silenciar el Maracaná: el Papa Juan Pablo II, Frank Sinatra y yo”. Obdulio Varela: “la verdad es que si ese partido lo jugábamos otras 99 veces, las perdíamos todas, pero ese día nos tocó el partido 100”.
Flourish logoInteractive content by Flourish
No obstante, del otro lado están las declaraciones de Óscar Washington Tabárez, uno de los directores técnicos más icónicos de la selección uruguaya (2006-2021). En 2014, declaró al diario Folha do São Paulo que "el Maracanazo tuvo un efecto negativo: a las generaciones posteriores les llegó el mensaje, subliminalmente, de que campeones eran ellos y no los de hoy. Como si nada de lo que se hiciera tendría el mismo sentido de Maracaná".
"No hay nada que haya pasado o pueda pasar después del 16 de julio de 1950 que quite algo de significado a lo que ha sido Maracaná para los uruguayos. Para mí está en la gran historia de nuestro fútbol. Es algo a lo que vuelvo permanentemente pero porque me interesa, no para vanagloriarme o proyectarlo hacia el futuro", expresó también ese mismo año en una entrevista para el programa En Perspectiva.
"Todo ha cambiado. Nos cuesta un enorme esfuerzo enfrentar a potencias que nos superan demográficamente, en cantidad de futbolistas elegibles, en niveles de organización y de poderío económico. El mundo del fútbol en este momento está organizado por corrientes migratorias de futbolistas que van todos hacia Europa, porque ahí está la elite del fútbol mundial en cuanto a posibilidades", explicó el Tabárez antes de Brasil 2014.
"En el campo de juego no fue hazaña. Uruguay era superior por historia en forma amplia. Los jugadores declararon que, si pasaban a España eran campeones, hecho que marca que eran superiores. Era lógico que fuera el campeón. Los números y la realidad así lo marcaban", dice Ariel Longo, exfutbolista, actual entrenador de la selección uruguaya de fútbol femenino y autor del libro Maracaná, así debía ser, en diálogo con El Observador.
Y, según Juan José Melhos, "Uruguay había tenido algunos enfrentamientos previos con el rival de la final en los cuales había demostrado tener el poderío suficiente como para hacerle partido a ese equipo brasileño e incluso ganarle". Aunque no era solamente la calidad del juego uruguayo, sino que además "hay que considerar que Europa todavía no había reaccionado a la guerra, y la etapa de posguerra no había traído las mejores condiciones para recuperar el nivel futbolístico que en algún momento podían haber tenido algunos países".
Agrega que, "Europa parecía no tener rivales de fuste para enfrentar a los grandes sudamericanos. Por razones políticas, no concurre Argentina, que podía ser un rival de riesgo más allá de que ya no era la misma Argentina de fines de los años 1930 y durante casi toda la década de 1940".
Por eso, lo que sucedió en el mundial de 1950 no fue una “hazaña imposible”. A pesar de ser Brasil el favorito de aquel torneo, y de haber ganado por goleada sus partidos en la fase eliminatoria, Uruguay y Brasil eran equipos más bien parejos.
De hecho, desde el 5 de enero de 1946 (Copa Río Branco) hasta el 17 de mayo de 1950 (Copa Río Branco), Uruguay y Brasil se enfrentaron un total de 11 veces. De esas veces, Brasil ganó 5 y Uruguay ganó 3. Hubo 3 empates. Brasil metió un total de 26 goles y Uruguay un total de 22. El promedio de goles de Brasil por partido era de 2,3 y de Uruguay era 2.
Entonces, ¿hazaña imposible? La cuarta estrella de la camiseta uruguaya se debe, en gran parte, a un equipo y a un juego de calidad. Nada tiene que ver con “milagros”, sino más bien con una cultura futbolística, superioridad deportiva y capacidad técnica.
El relato de que Uruguay alcanza los éxitos deportivos a través de “milagros” y que sin “hazañas” no hay logros, no es tal. Ese resultado fue el reflejo de la superioridad futbolística de Uruguay con respecto al resto de los competidores.
"En definitiva, Uruguay hace un gran planteo que desde el punto de vista futbolístico resultó exitosísimo. Es inobjetable y no se puede buscar ni utilizar el calificativo de hazaña para explicarlo. Se puede hablar de una victoria inesperada por los antecedentes anteriores dentro del mismo Mundial y también se puede hablar de otros aspectos no futbolísticos que influyeron en el resultado", remata Melhos.
Por Federica Bordaberry y Luis Eduardo Inzaurralde: "Maracaná 1950: el origen del mito del Maracanazo y qué tan "imposible" fue la hazaña de la selección uruguaya" , El Obserrvador, Uruguay, 16 de Julio de 2025
lunes, 14 de julio de 2025
Antonio Alzamendi recibirà un subsidio del estado uruguayo por su acuciante realidad econòmica
El parlamento de Uruguay aprobó el pago de una pensión graciable mensual al exfutbolista Antonio Alzamendi por "las necesidades económicas" que padece. Campeón con River y la selección uruguaya, Alzamendi percibirá ahora unos 650 dólares por haber prestado "grandes servicios a la República".
El otorgamiento de la pensión graciable al autor del gol que le dio a River la Copa Intercontinental en 1986 se votó esta semana en el senado uruguayo ya había sido aprobado por los diputados y se convirtió en ley esta semana en el Senado.
Alzamendi fue campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental con River. En Argentina también jugó en Independiente. En Uruguay pasó por Nacional y Peñarol. Y jugó también en la selección del país.
El senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva expresó que “parece mentira que el poderoso mundo del fútbol permita esto” y dijo que la solidaridad que suele esgrimir esta actividad profesional "es falsa”.
La situación de Antonio Alzamendi
“Acá no hay vestuario, no hay amigo del campeón, la generación del 87 campeona de América en Argentina. Lo dijeron tirado y es el sistema político que le tiene que votar al Hormiga Alzamendi 26.500 pesos”, expresó el legislador.
Da Silva dijo que la situación que atraviesa Alzamendi es “una injusticia” y aclaró que la crítica no era hacia el sistema política sino hacia el mundo del fútbol, al que definió como “hipócrita”.
También se preguntó si el monto de la pensión que recibirá el exfutbolista no pudo haber sido pagada por la Asociación Uruguaya de Fútbol o alguno de los poderosos clubes uruguayos y argentinos en los que jugó.
La pensión graciable es una prestación de por vida que paga el Banco de Previsión Social (BPS) de Uruguay y que se otorga por ley a personas que “prestaron servicios distinguidos y meritorios al país” o a sus familiares directos, siempre que “carezcan de recursos suficientes”.
Quién es la jugadora más cara de la historia del fútbol de mujeres: Chelsea pagó más de un millón de euros
Unas 116 personas cobran esta prestación en Uruguay. El monto promedio es de 31.348 pesos uruguayos (unos USD 750).
Fuente: La Capital.Santa Fè, 11 de Julio de 2025
La emoción de Ángel Di María durante el imponente recibimiento de Rosario Central en su vuelta al fútbol argentino
La actividad del sábado en la 1ª fecha del Torneo Clausura se inició con el partido más esperado de toda la agenda: Rosario Central recibió a Godoy Cruz en el Gigante de Arroyito con el foco puesto en el retorno de Ángel Di María al fútbol argentino luego de casi dos décadas.
La enorme expectativa que se generó por la vuelta del futbolista de 37 años tuvo un primer capítulo cuando apenas pisó el campo de juego el plantel que lidera Ariel Holan para hacer los movimientos precompetitivos. El Fideo se hizo la señal de la cruz y cayó automáticamente una ovación, que generó las lágrimas en el ídolo.
Otro de los momentos más esperados llegó poco más de media hora después, cuando el equipo titular –que tuvo como sorpresa también al joven goleador Alejo Véliz– salió definitivamente al terreno de juego para iniciar el choque contra el Tomba. El ídolo tuvo su primer ingreso al Gigante de la mano de sus hijas, Pía y Mía. En el palco estaba su esposa Jorgelina Cardoso, pero también sus hermanas y sus padres.
El show de fuegos artificiales con los colores canallas generó una nube sobre el estadio. En las pantallas se proyectó un video en homenaje, que emocionó al atacante con pasado en Benfica, PSG, Manchester United y Real Madrid. Instantes después, el presidente de la AFA, Claudio Tapia, hizo su aparición para entregarle una plaqueta y un cuadro. “Es muy importante. Es un jugador que marcó tanto a la Selección, que hizo los goles en los últimos logros obtenidos, tenerlo acá, que la gente pueda disfrutarlo, que haya elegido al amor de su vida para retirarse es hermoso. Que disfrute mucho”, declaró el Chiqui.
Entre los gestos del club para este primer encuentro oficial de Angelito con el pueblo Canalla se destacaron tres: el parche especial en la camiseta con la imagen de Di María realizando su característico festejo del corazón y el número 11. Pero también una cinta de capitán para Fatura Broun que contó con las figuras del Fideo, pero también de Edgardo Patón Bauza, Ángel Tulio Zof, Omar el Negro Palma, Miguel Ángel Russo y Marco Ruben. Los banderines del córner también lucieron la figura de Di María.
El Fideo tuvo su estreno como profesional con 17 años en diciembre del 2005 durante el empate ante Independiente de Avellaneda y, antes de marcharse a Europa a mediados del 2007, completó 36 presentaciones (4 por Copa Libertadores) y aportó seis goles en ese tramo. Su última aparición vestido de canalla se dio en la derrota 1-3 ante Colón de Santa Fe en junio del 2007: Benfica pagó más de 6 millones de euros para abrir las puertas de su camino profesional en el Viejo Continente que se extendió por casi dos décadas.
El parche especial para el regreso de Ángel Di María
“Estamos muy nerviosos, ansiosos. Acá con los papás, mis hijas, las hermanas... No vemos la hora que arranque”, comentó ante ESPN su esposa, Jorgelina Cardoso, en la previa del encuentro. “Somos un equipo, fue la fuerza y el amor de todos, es muy importante que la gente apoye y banque esta vuelta de Ángel. El club hace tiempo que viene haciendo cosas muy buenas, con la llegada de Ángel sigue creciendo. Hablé con él, siempre antes de los partidos llamá a su mamá y después a mí, por cábala. Lo noté bien, ansioso. Creo que el recibimiento va a ser más de lo que esperamos”, agregó.
Di María se suma a la lista de campeones del mundo en Qatar 2022 que estarán en el torneo argentino contabilizando el reciente retorno de Leandro Paredes a Boca Juniors y los cuatro apellidos en el plantel de River Plate: Germán Pezzella, Franco Armani, Marcos Acuña y Gonzalo Montiel.
La agenda de Central, que no tiene actividad en copas internacionales y ya quedó afuera de la Copa Argentina, indica que el próximo sábado 19 de julio disputarán la segunda fecha del Clausura por la Zona B en la cancha de Lanús (desde las 16.30) y luego volverán a ser locales el sábado 26 de este mes contra San Martín de San Juan (a partir de las 16.45).
Fuente:La emoción de Ángel Di María durante el imponente recibimiento de Rosario Central en su vuelta al fútbol argentino, Infobae, 12 de Julio dfe 2025
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)