En
el comienzo de las sesiones ordinarias del Parlamento argentino en 1995, el
presidente Menem, abrió su discurso afirmando que iba a "pulverizar la corrupción" Sin
embargo, tres años después el
relevamiento anual que realiza la ONG
Transparencia Internacional, ubicó a nuestro país en el puesto 61 de una
lista de 85 países, en el cual Dinamarca fue calificado con el mayor índice de
calidad mientras que Camerún quedó en lo más bajo,
El informe reproducido por el diario Pagina 12 en
su edición del 23 de Septiembre de 1998,
señalaba que con respecto a 1997 había habido una leve
mejoría, el descenso había sido del 0,19 por ciento. La explicación que brindaba Christian Gruenberg, de la
Fundación Poder Ciudadano, representante en Argentina de Transparencia Internacional era que:” Una de las cosas que refleja
el índice --denominado Índice de Percepción de la Corrupción (IPDC)-- es el
“riesgo país”, el riesgo que van a correr los empresarios que no quieren pagar sobornos, reconociendo la” inclinación de los funcionarios del país a
reclamar sobornos para cerrar un negocio". Analizando los datos, el
funcionario estimó que:”No logramos mejorar la imagen de país corrupto en el exterior", Asimismo añadía en el
plano interno desde que se alcanzó la estabilidad
económica en 1991 la corrupción aparece entre los tres principales
problemas para el ciudadano argentino. "El fenómeno de la corrupción está absolutamente instalado en la
Argentina, por lo que creemos que ahora hay que entrar en una segunda
etapa, que tiene que ver con empujar a los gobiernos nacional y locales a desarrollar proyectos de control",
remató Gruenberg.
Por su parte, los políticos de la oposición opinaban que la”
corrupción en la Argentina no es un
problema endémico, podría resolverse con un poco de voluntad política , cuya máxima responsabilidad recae sobre el
oficialismo, la conducción de la Nación”, coincidieron en
señalar Graciela Fernández Meijide, Carlos "Chacho" Álvarez, y Jesús Rodríguez miembros de la Alianza que
gobernaría el país entre 1999 y 2001.En tanto Domingo Cavallo alejado del gobierno nacional luego de su pelea con
el presidente Menem por la paternidad del “milagro argentino de la
convertibilidad”, minimizaba los datos:”En
Argentina hay más transparencia de la
que había antes. Lo que pasa es que ahora la gente percibe que hay corrupción. Hace diez años había tanta como ahora,
pero el tema no se discutía". A su vez, el ex ministro de Economía, alababa
la difusión del IPFC este índice es "la
mejor forma de que la gente comience a hablar del tema y en el futuro se
ajuste el sistema de premios y castigos y se
termine con la impunidad".
La reacción del oficialismo, fue ambigua. Algunos
como el secretario general de la presidencia Alberto Kohan, eligieron el
silencio, y se negaron a hacer comentarios.
Pero la respuesta de Humberto Roggero, jefe de la
bancada de diputados justicialistas, fue ambigua y huidiza en relación a la
culpabilidad de la cúpula diferencial :”la corrupción
es cuestión harto difícil y deben tomarse en cuenta considerable cantidad
de hechos". Entre ellos, hizo referencia a la necesidad de conocer
"la impronta ideológica de la encuestadora, el universo de los
encuestados, la forma parcial o imparcial de las preguntas contenidas en la
encuesta, el conocimiento de la realidad argentina
y su sistema político por parte de quienes la han respondido". En la visión del legislador "estos
factores, en cierta medida, pueden invalidar
o poner bajo serias dudas este tipo de apreciaciones y evaluación
ordenativa del grado de corrupción del
país presentado por esta organización".
Fuente: La Argentina se fue directo a marzo.SEGÚN TRANSPARENCIA INTERNACIONAL, ES UNO DE LOS PAÍSES MAS CORRUPTOS DEL PLANETA, Pagina 12, 23 /9/1998 http://www.pagina12.com.ar/1998/98-09/98-09-23/pag03.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario