miércoles, 24 de abril de 2019

Tercera Jornada Genocidio armenio y Shoá: intersecciones

El próximo lunes 29 de Abril de 2019 , se llevará a cabo en el salón Rojo de la Facultad de Derecho de la UBA, la tercera jornada Genocidio armenio y Shoá: intersecciones.
La jornada que es organizada por los Amigos Argentinos de la Universidad hebrea de Jerusalem y la Cátedra libre sobre Holocausto, Genocidios y Lucha contra la Discriminación, tendrá como oradores a prestigiosos académicos argentinos y extranjeros.

domingo, 14 de abril de 2019

LOS JUEVES REDENCIÓN : LOS VUELOS DE LA MUERTE Y LA SOMBRÍOS GRUPOS DE LA DICTADURA, EN UNA FICCIÓN CON VISOS DE REALIDAD

“Es un error eso de desenterrar el pasado, sabélo. Y no, nunca supe dónde estaban enterrados todos esos muertos. Cuando nos llame el Señor, rendiré cuentas a él, solo a él. Antes no, ni hablar. Soy un gaucho hijo de puta, Dios me hizo así. Pero igual... igual te puedo orientar un poco”.

 El pequeño pueblo de Los Álamos, escondido en el Delta, guarda un secreto. En 1977, en plena dictadura militar, un terror del que no se habla cae del cielo al río cada jueves a la madrugada y estremece la vida de esta remota aldea dispersa entre los canales y la selva.

Más de veinte años después, Abelino Torcuato, obsesionado por desenmarañar un pasado inexplicable, se arma de un grabador y vuelve de la gran ciudad a su pueblo natal en busca de respuestas. Las voces de los habitantes de Los Álamos se combinan en un rompecabezas que, poco a poco, va develando la historia de los llovidos.

Matías Crowder en los "Jueves de Redención" , publicado por Marea, aborda narrativamente en clave de ficción, uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina: los vuelos de la muerte y la despiadada actuación de los grupos de tareas de la dictadura. Desde los ojos de un niño que sueña con el miedo, de una madre viuda que busca un nuevo comienzo, de un pianista olvidado, de un hombre obsesionado y despechado y de los habitantes de un pueblo recóndito donde la selva y el agua están vivos se construye una trama sombría que refleja la historia de la Argentina en una época de terror y violencia.

 Matias Crowder escribe desde un territorio distinto al de la mayor parte de los escritores argentinos contemporáneos. Se “inventa” el territorio en el que caen esos cuerpos desde el cielo, los llovidos en la novela. Es un territorio que ya existe: el Delta del Paraná, precisamente, en la provincia de Entre Ríos; y dentro del Delta, construye el territorio imaginario de Los Álamos. La novela está escrita como una crónica que te golpea, tanto por la forma como por el contenido.

Crowder, M.( 2019.Los jueves de redención, Marea Editorial, Buenos Aires.


 


sábado, 13 de abril de 2019

Escritos desobedientes, hijos y familiares de genocidas, en contra los imperativos del silencio del negacionismo y la reconciliación

En 2017 una nueva voz, tal vez la más inesperada, se empezó a escuchar en el escenario de la lucha por memoria, verdad y justicia, Son los hijos, hijas y familiares de los genocidas; sus padres fueron personal de las fuerzas armadas −altos generales al mando, intermedios y rasos−, de gendarmería, de la policía, personal de inteligencia, funcionarios, médicos, jueces. Algunos condenados y encarcelados con sentencia firme, otros en prisión domiciliaria; algunos imputados, otros sin investigar, impunes. Algunos muertos, otros vivos. Algunos ancianos, otros no tanto. Todos guardan un silencio atroz. Ninguno se mostró arrepentido. Por eso, sus descendientes, enfrentando la culpa y la vergüenza por los crímenes de sus progenitores, decidieron agruparse y formar un colectivo que dé , 
Escritos desobedientes es una recopilación de textos redactados antes y durante la creación del colectivo, publicados por Editorial Marea. Su lectura permite entender no solo su construcción, sino también los modos en que la palabra surge en quienes vivieron experiencias de silenciamiento desde su más íntima conformación personal y subjetiva, así como las estrategias que encontraron para desafiar los mandatos familiares, los tabúes sociales y las diversas formas de la impunidad. Adoptando diversos lenguajes −desde el ensayo a la novela, del manifiesto a la poesía, de la dramaturgia al posteo en redes sociales−, las y los autores de este libro se confrontan con la dificultad de expresar los sutiles y perversos vínculos entre el genocidio y la familia como núcleo de silenciamiento, sumisión y violencia patriarcal. Estos escritos señalan la dimensión privada y humana de quienes perpetraron los crímenes más atroces en nuestra historia social.
Contra los imperativos del silencio y del negacionismo personal, familiar y social, los desobedientes dicen: “Nosotres (tampoco) nos reconciliamos”.
Historias Desobedientes. Hijas, hijos y familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia es una agrupación que surgió en Buenos Aires en mayo de 2017, en respuesta a las políticas regresivas en derechos humanos y en el marco del intento de aplicación del beneficio del “2 x 1” a los condenados por crímenes de lesa humanidad. Sus integrantes son familiares de genocidas que repudian el accionar de sus padres, abuelos, tíos o hermanos como miembros de las fuerzas de seguridad y cómplices civiles y judiciales durante la dictadura cívico-eclesiástica-militar que azotó a Argentina entre 1976 y 1983. La vocación del colectivo es extender los vínculos hacia distintos países de América Latina y del mundo que atraviesan procesos de memoria similares.
La primera aparición pública con la bandera de Historias Desobedientes fue en la marcha Ni Una Menos del 3 de junio de 2017. Desde aquel momento, el colectivo se fue configurando grupalmente y participando en movilizaciones sociales vinculadas a derechos humanos, así como organizando actividades en escuelas, centros culturales y asociaciones comprometidas con estas causas.
Este libro es la primera publicación curada de Historias Desobedientes, aunque durante este año de formación se han difundido diversos escritos, notas, ensayos y entrevistas de sus integrantes en medios periodísticos argentinos e internacionales.

Analía Kalinec (comp.) ( 2019) Escritos desobedientes, Historias de hijas, hijos y familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia, Historias Desobedientes , Marea Editorial, Buenos Aires, Argentina.

El chico que siguió a su padre hasta Auschwitz: un extraordinario relato de coraje, lealtad y supervivencia.


  En 1939, Gustav Kleinmann, un tapicero judío de Viena, fue capturado por los nazis. Junto a Fritz, su hijo adolescente, fueron mandados al campo de Buchenwald, en Alemania. Empieza así una desgarradora historia en la que sus protagonistas serán víctimas del hambre y de las palizas, mientras participan como mano de obra en la construcción del mismo campo de concentración en el que permanecerán cautivos.
  
Cuando Gustav reciba la noticia de su traslado a Auschwitz, una segura sentencia de muerte, su hijo Fritz hará todo lo posible por no separarse de su padre y seguirlo hasta Polonia.
Ante el horror cotidiano del que serán testigos, solo una fuerza les mantendrá con vida: el amor entre un padre y su hijo. Basado en el diario secreto que Gustav escribió durante los seis años de cautiverio, así como en entrevistas con miembros de la familia y supervivientes, este libro emerge como un extraordinario relato de coraje, lealtad y supervivencia.

  En la primavera del año en el que cumplió los veintiuno, lo llamaron al servicio militar y luchó en la Primera Guerra Mundial. Lo hirieron dos veces, recibió una medalla al valor y, cuando terminó la guerra, volvió a Viena para retomar su humilde oficio y llegó a ser maestro artesano. Se había casado con una chica, Tini, durante la guerra y juntos habían criado a cuatro hijos felices y buenos. Y esa era la vida de Gustav: una vida modesta y de trabajo duro; y, si no era completamente feliz, por lo menos tendía a ser alegre. Un zumbido de aviones le interrumpió los pensamientos; crecía y se apagaba como si estuvieran sobrevolando la ciudad en círculos. Movido por la curiosidad, dejó las herramientas y salió a la calle. Im Werd era una calle concurrida, ruidosa por los golpes de los cascos de los caballos, el traqueteo de los carros y el rugido de los camiones, de ambiente cargado por el olor a humanidad, vapores y excrementos de caballo. 

  Durante un momento de confusión, a Gustav le pareció que estaba nevando —¡en marzo!—, pero era una tormenta de papeles que caían revoloteando del cielo y se posaban en el empedrado y los puestos del Karmelitermarkt. Tomó  uno. ¡PUEBLO DE AUSTRIA! Por primera vez en la historia de nuestra nación, el liderazgo del Estado necesita un compromiso claro con la patria […].1 Propaganda para la votación del domingo. Todo el país hablaba de ello y todo el mundo los observaba. Era un acontecimiento importante para todos los hombres, mujeres y niños de Austria, pero para Gustav, como judío, era de vital  importancia: el país decidiría si Austria seguía siendo independiente de la tiranía alemana. Hacía cinco años que la Alemania nazi miraba hambrienta desde el otro lado de la frontera a sus vecinos austriacos. Adolf Hitler, austriaco de nacimiento, estaba obsesionado con la idea de hacer que su país de nacimiento pasara a formar parte del Imperio alemán. Aunque Austria tenía sus nazis autóctonos, deseosos de que tuviera lugar la unificación, la mayoría de los austriacos se oponían. 


  El canciller Kurt Schuschnigg recibía presiones para darles puestos del Gobierno a miembros del partido nazi y Hitler amenazaba con consecuencias nefastas si no cedía a la presión: obligaría a Schuschnigg a dimitir y lo sustituiría por un títere nazi; a continuación, se produciría la unificación y Austria sería engullida por Alemania. Los 183.000 judíos del país contemplaban esta posibilidad con pavor.El mundo estaba muy pendiente de los resultados. En un intento final desesperado, Schuschnigg había anunciado un plebiscito —un referéndum— mediante el cual el pueblo de Austria decidiría por sí mismo si quería conservar la independencia. Había sido una acción valiente, puesto que el predecesor de Schuschnigg había sido asesinado durante un intento fallido de golpe de Estado nazi y, en ese momento, Hitler estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para evitar que se llevara a cabo el referéndum. Se había fijado la fecha para el domingo 13 de marzo de 1938. Había eslóganes nacionalistas («¡Sí a la independencia!») pegados y pintados por todas las paredes y suelos. 

Y ese día, a falta de dos para la votación, había aviones rociando Viena con la propaganda ,¡Por una Austria libre y alemana, independiente y social, cristiana y unida! Por la paz, el trabajo y los mismos derechos para todos los que profesen lealtad al pueblo y a la patria. […] El mundo ha de ver nuestra voluntad de vivir. Por ello, pueblo de Austria, ¡levántate como un solo hombre y vota SÍ! 3 Esas palabras enardecedoras albergaban significados contradictorios para los judíos, que tenían sus propias ideas sobre el patriotismo germánico. Gustav, que estaba enormemente orgulloso del servicio que había prestado a su país durante la Primera Guerra Mundial, se consideraba austriaco en primer lugar y judío después.4 Sin embargo, estaba excluido del ideal de cristiano alemán de Schuschnigg. También tenía reservas acerca de su Gobierno austrofascista. Gustav había militado en el Partido Socialdemócrata de Austria. Con el ascenso de los austrofascistas en 1934, el partido había sido reprimido con violencia e ilegalizado (junto con el partido nazi). No obstante, para los judíos de Austria, en ese momento, cualquier cosa era preferible a la persecución pública que tenía lugar en Alemania. El periódico judío Die Stimme traía este titular en la edición del día: «¡Nosotros apoyamos a Austria! ¡Todo el mundo a las urnas!» El periódico ortodoxo Jüdische Presse hacía el mismo llamamiento: «Los judíos de Austria no han de cumplir con ningún requisito especial para acudir a las urnas en masa. Ya saben lo que eso significa. ¡Todo el mundo debe cumplir con su deber!».Por medios secretos, Hitler había amenazado a Schuschnigg con que, si no desconvocaba el plebiscito, Alemania tomaría medidas para que no se llevara a cabo. En ese mismo momento, mientras Gustav estaba parado en la calle leyendo el folleto, las tropas alemanas se concentraban en la frontera.


Dronfield, Jeremy ( 2019) :"El chico que siguió a su padre hasta Auschwitz" Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina.

lunes, 1 de abril de 2019

Tras su manto de neblinas, no las hemos de olvidar. “¡Las Malvinas, Argentinas!”, clama el viento y ruge el mar ( Marcha de las Malvinas)

 Tras su manto de neblinas,no las hemos de olvidar.

“¡Las Malvinas, Argentinas!”,clama el viento y ruge el mar.


Ni de aquellos horizontesnuestra enseña han de arrancar,pues su blanco está en los montesy en su azul se tiñe el mar.


¡Por ausente, por vencido bajo extraño pabellón,ningún suelo más querido;de la patria en la extensión!


¿Quién nos habla aquí de olvido,de renuncia, de perdón? …

¡Ningún suelo más querido,de la patria en la extensión.


¡Rompa el manto de neblinas,como un sol, nuestro ideal:“Las Malvinas, Argentinas en dominio ya inmortal”!


Y ante el sol de nuestro emblema,pura, nítida y triunfal,brille ¡oh Patria!, en tu diademala perdida perla austral.


¡Para honor de nuestro emblemapara orgullo nacional,brille ¡oh Patria!, en tu diademala perdida perla austral.

MARCHA DE LAS MALVINAS
Letra de Carlos Obligado
Música de José Tieri