En la Apertura de las 113 sesiones ordinarias del Parlamento
Nacional, en 1995, Carlos Menem le hablaba al pueblo argentino por sexta vez en
sol de primer mandatario. Gracias al
Pacto de Olivos había logrado reformar la constitución para anhelar la reelección- que se concretaría en Mayo
de ese año.
Menem, comenzó su alocución recordando sus compromisos “·He
jurado ante este Congreso desempeñar con lealtad
y patriotismo el cargo de presidente de la Nación, observando y haciendo observar
fielmente la
Constitución Nacional ante
el juicio de Dios y de la patria".
Su gestión, aseguraba había sido
ejemplar:”vengo a decir que he cumplido
con mi juramento. He gobernado con firmeza y decisión, en
las buenas y en las malas con un único objetivo: la felicidad
de mi pueblo”.
La crisis e hiperinflación heredada de su antecesor, era parte
del pasado, su propuesta “clara, sencilla y contundente”, se había concretado:”
cambiar la historia”, tal el mandato
que me “dio el pueblo argentino”, señalaba. Asimismo enfatizaba: “hemos torcido el rumbo de la decadencia, éste no es el mismo país de hace 6 años”.
Con falsa modestia, es decir “Sin pecar de soberbia, pero con
un legítimo orgullo”- como dijo textualmente, termino mi mandato con un país en pleno crecimiento social y económico” y con
las “instituciones democráticas consolidadas”, de igual manera que las había
recibido. (Omitió intencionadamente la corrupción
en la que estaban implicados los miembros de su gobierno y las
privatizaciones de los servicios públicos “regalados” a precio vil,
cuyo funcionamiento era peor que en la etapa anterior, entre otros
ilícitos)
Si
bien admitía falencias, falta un “largo
el camino a recorrer para que la justicia social sea una realidad plena y que el
sueño de la gran Argentina justa, libre y soberana se realicé como todos
deseamos”. De todas maneras, había habido un “milagro”, sostenía con el pecho
inflado, “gracias al trabajo en conjunto de todos:“pueblo y gobierno,
empresarios y trabajadores, oficialistas y opositores, vencimos y enterramos a nuestros fantasmas”
“Convoqué a la Argentina
a levantarse
y a andar, se levantó y está andando”, Menem lo había hecho, al igual que la “floreciente “economía
que era un “ejemplo” para todas las
naciones, “brillaba”. Menem,
destacaba que el país en el último trienio ha
crecido más que España, Italia y otros países desarrollados” La inflación “el mal endémico
argentino”, ya no formaba parte de la vida cotidiana es “menor que la de esas naciones, antes inalcanzables del primer mundo” (Argentina, con su modelo ya
había entrado a ese “selecto grupo
de elegidos)..
En ese sentido, el expresidente, expresaba:” el país ha recuperado
su rol en el ámbito internacional.
Ahora es escuchado en los foros mundiales,
se reincorporó a la historia
universal comprometiéndose en las causas
del hombre”. El había comandado esa “transformación”.
Al recordar el pasado ya “enterrado”, el mandatario contraponía
la Argentina anterior al de su llegada a la Casa Rosada al que se vivía en 1995:.”No hace tantos años,
no está tan lejos en el tiempo, aquel país asolado
por el despilfarro. Aquel país sin
esperanza, agotado por la miseria
y la irresponsabilidad. Aquel país
descreído, amenazado por la sombra de la
ruina y el derrumbe. Aquel país con un pueblo sin fe en sí mismo, sin fe en
su trabajo, sin fe en su moneda. Aquel país envejecido por el miedo y la desconfianza.”. Apenas 6
años después, el país se había “unido” por
encima de las “·banderías partidarias”, construyendo una “nueva y gloriosa Nación”, respetada por propios
y extraños. La base de esa
“reconstrucción”, fue el” esfuerzo continuo,
sin pausas y sin retrocesos”, gracias a la mentada solidaridad y la” fuerza emanada del pueblo argentino”.
En algo más de un lustro, se habían sorteado obstáculos
“gobernado frente a las máquinas de impedir (como las denominaba el caudillo
riojano), en contra de aquellos que
decían que la Argentina era un “país inviable”.
Decían que era” imposible dominar la hiperinflación, hacer, entre otras
cosas, la Biblioteca Nacional, terminar Yacyretá y acabar con el servicio
militar obligatorio ( olvidaba la muerte no
esclarecida del soldado Omar Carrasco y los gratuitos indultos con los que había liberado gratuitamente a los
militares culpables del exterminio de 30.000 argentinos y a los cabecillas que
habían generado el terror desde las guerrillas, permitiendo a las Fuerzas
Armadas justificar desde su punto de vista el golpe del ´76)..
Lo imposible se había hecho posible, ahora había acceso a más kilómetros de caminos, más camas en los hospitales, más bancos en las escuelas y llevar el agua
más allá de las grandes ciudades; la economía estaba ordenada.
Y como nunca se había conseguido: recaudar más y esa plata “retornaba
en obras”, en poder invertir y aumentar el porcentaje del PBI
aplicado a la acción social”
Otra vez, manifestaba su agradecimiento a la contribución y el
“esfuerzo”.”Entre todos hicimos posible
lo imposible”, el segundo presidente después de la recuperación democrática
de 1983, minimizaba los roces y encontronazos .Han sido, exaltaba, por nuestra
mutua vocación de servir a la patria,
por nuestro mutuo anhelo de hacerlas cosas lo mejor posible, cada uno desde
nuestras convicciones”.
Menem en defensa de la liberalización de la economía, y el nuevo
rol del Estado, afirmaba que “ahora no lo hace como empresario omnipresente y deficitario,
presto a toda maniobra de corrupción,
sino como administrador del interés
común, como contralor del bien social y como canalizador de los recursos
hacia las áreas de responsabilidad
irrenunciable: la justicia, la seguridad, la salud y la educación”.
Para el final de su ponencia,
Menem jugaba con el miedo al futuro, al “si no me votan a mí, vendrá el
diluvio universal”, prometiendo que “Ahora
es el tiempo de la justicia social”,
declarando a el “Honorable Congreso”, que el quinquenio 1995-1999 debe ser el
quinquenio del incremento de la justicia
social.”
Fuente:
Mensaje presidencial del Dr. Carlos Saúl Menem a la
Honorable Asamblea Legislativa, Apertura del 113 periodo de Sesiones Ordinarias,
según lo establecido por la Reforma Constitucional de 1994, 1 de Marzo de 1995
No hay comentarios:
Publicar un comentario