El sociólogo Osvaldo Iazzetta ofreció en 2009
en Córdoba un seminario sobre Sociología del Estado. Analizando
los 26 años de la elecciones de 1983 ,
recordó la aseveración del Raul Alfonsín”
con la democracia se come, se cura y se educa”. En ese sentido aseguró
que con esas palabras se le asignó a este sistema político muchas más tareas y
responsabilidades de las que están a su alcance”.
Entre otras cuestiones , criticó la política económica y las
privatizaciones llevadas a cabo en el gobierno de Carlos Menem y sus
consecuencias: el neoliberalismo provocó que el "Estado deje de
garantizar derechos ciudadanos y de producir bienes públicos, que fueron
entregados al mercado
Alentó a los argentinos a hacer valer sus derechos democráticos:” la
calidad de la democracia depende, entre otras cuestiones, del rol de los
ciudadanos en la vida pública.
Iazzetta comparó la década del 80 y el retorno a la
democracia con los años 90 y las
esperanzas que se frustraron después de los 10 años de menemismo:” “Tras la
recuperación de la democracia, los ‘80 fueron años de optimismo, mientras que
los ‘90 se caracterizaron por el desencanto frente al tipo de régimen
democrático que habíamos logrado. Y esto se debe a que los rendimientos de la
democracia no se ajustaban a lo esperado.”.
Las crisis económicas, la desmantelación del estado, las
falencias y carencias en materia de salud y educación revelaron en opinión del
sociólogo, escritor y docente que:” La democracia no es gratuita”.
“Ha habido en los años de democracia un incremento de la
desigualdad en donde es muy difícil reconocer en el Estado actual a aquel que
podría ser útil para la democracia”,
observó.
Para solucionar estas deudas, propuso volver a hacer una
reforma del estado, aunque en un sentido contrario a lo ideado y ejecutado
desde 1989.”En aquellos años se planteó un reduccionismo en donde se entregó a
un sector de empresas y de servicios a manos privadas para que pudieran
administrarse de manera más eficiente”.En cambio hoy es necesario en contrapartida una reformulación democrática del Estado, hacer
de él un garante de los derechos ciudadanos y un promotor de la participación
de los ciudadanos. Es de esa manera que se podría recuperar ciertas capacidades
administrativas y crear otras
Por último
Osvaldo Iazzetta, respondió a la pregunta -¿Cómo puede el Estado
garantizar ciudadanía?
Allí retomó su idea significa que “la democracia no es
gratuita, cuesta”. Es verdad que el régimen democrático es el único que admite la
vigencia de los derechos ciudadanos, pero su mera existencia no basta para que
esa ciudadanía se haga efectiva, porque la capacidad de asegurar derechos
ciudadanos, por parte de un Estado, depende de los recursos que tenga.
Esto evidencia que la “democracia no es gratuita,
cuesta y alguien tiene que pagar esa factura”, enfatizó como culminación.
Fuente: “La democracia no es gratuita”Universidad Nacional de Córdoba
Centro de Estudios Avanzados15 de Octubre de 2009 http://argentinainvestiga.edu.ar/noticia.php?titulo=%93la_democracia_no_es_gratuita%94&id=694
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