La estupidez y sinrazón,
llevaron por ejemplo a considerar que un filme era “dañino para la salud
mental de la población”, o, impedir que el suplemento humorístico Tía Vicenta salga a la calle por incurrir en “irrespetuosidad
hacia la autoridad y la investidura jerárquica” del presidente Juan Carlos
Onganía (que había tomado el poder poco tiempo antes, derrocando al presidente
Arturo Illia. Onganía , que al asumir bno puso plazos, si no, objetivos, sería
el ideólogo de la Noche de los Bastones Largos, el principio de la persecución
intelectual, donde se demolió a golpes a
académicos de la UBA simplemente por pensar distinto y se los obligó a
exiliarse, promoviendo la “fuga de
cerebros”.
El objetivo central de los gobiernos totalitarios, fue exterminio de la “subversión marxista”, el
“comunismo” y todo lo que sea contrario a los valores “occidentales y
cristianos”.
Entre los que iban en contra de esos “valores”, estuvieron
los “hippies”, que como enfatizó en 1968
Luis Angel Dragani, presidente del Movimiento Nacional de las Juventudes (MNJ)
y de la Federación de Entidades Democráticas Anti Comunistas (FAEDA), no son
una “excentricidad más, Son parte de un plan diabólico, hábilmente maquinado,
que se expande por todo el mundo”.
Además, agregaba que:” Se les enseña que usar saco y corbata
son decadencias de Occidente”, para concluir su acusación afirmando que eran”
traficantes de blancas, armas, drogas”. “
El prólogo al golpe militar de 1976, fue el de
La situación tuvo su punto culmine a partir de la asunción de
Isabel Perón en Julio de 1974 y con posterioridad con los 7 años de la dictadura autodenominada "Proceso de Reorganización Nacional". Paulino
Tato,fue el funcionario que subía o bajaba el pulgar a las películas, que- según
sus propias palabras estaba realizando una
“obra patriótica de profilaxis e higiene”.
De todas maneras, como analiza el investigador Hernán
Invernizzi:":No había ninguna improvisación, ningún capricho. Sabían muy bien lo
que hacían, primero había una evaluación política del libro, y luego venía la
censura, que era una herramienta de control político en manos del estado”.
Obras infantiles como “Un
Elefante Ocupa mucho espacio” de Elsa Bornemann, fue prohibido en 1977 por relatar una huelga de animales, un concepto que no se
ajustaba al orden impuesto por el gobierno militar. La prohibición se extendía
a la distribución, la venta y la circulación del libro en todo el territorio
nacional, y ordenaba, además, el secuestro de los ejemplares correspondientes. “Se
trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de
adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del
accionar subversivo [...] De su análisis surge una posición que agravia a la
moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste
compone” (Decreto N°3155 del Poder Ejecutivo Nacional, 13 de octubre de 1977)
La música, no estuvo exenta de la censura, unos 200 temas,
fueron prohibidos durante la dictadura comenzada con la Junta Militar
comandada por Jorge Videla, Eduardo Massera y Orlando Agosti, según el informe
del COMFER en 2009. su no difusión, fue justificada porque las mismas debían
ser:” Cantables cuyas letras se consideran no aptas para ser difundidas por los
servicios de radiodifusión"
Cacho Castaña, cantaba:“Si te agarro con otro te mato”. Se
interpretó que los valores de la familia, eran contrariados, era un marido
machista, violento y celoso.
Letras con contenido político critico, tampoco
sobrevivieron, Piero en “Para el pueblo lo que es del pueblo”,no admitía que le
digan que se podía leer, que los “iluminados”, ejercieran su poder a través del
Operativo Claridad.”Estudiar era pecado clandestino era saber,porque cuando el pueblo sabe, no lo
engaña un brigadier".
Sin ser “problemática” por su letra, “Zamba de mi esperanza”, le costó la vida
a Jorge Cafrune que osó cantarla en el Festival de Cosquín en 1978, sabiendo
que no estaba permitida. La “esperanza”, era conflictiva para los gobernantes de
facto y Cafrune murió en un supuesto accidente de tránsito, pocos días más
tarde.
Un último ejemplo que marca la imposibilidad de tener un
pensamiento que no fuera el militar, es “Como anda suelto el viento” de León
Gieco:” Suelta muchacho tus pensamientos, Como anda suelto el viento. Hombres
de hierro que no escuchan la
voz, Hombres de hierro que no escuchan el grito, hombres de
hiero que no escuchan el dolor. Gente que avanza se puede matar Pero los pensamientos
quedaran. Dile a esos hombres que traten de usar a cambio de las armas su
cabeza.
Fuentes:
Censura,
autoritarismo y cultura :Argentina 1960-1983/1,Andrés Avellaneda, Centro Editor de América Latina, 1986)
http://www.centrocultural.coop/blogs/emergencia/2009/08/05/canciones-prohibidas-no-hay-milico-inculto/
http://www.diariolibre.info/secciones/noticias/nota.php?id=9136
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