Menem,
en su discurso inaugural, prometía “Paz,
Pan y Trabajo” para todos los argentinos que sufrían el “hambre y
la miseria” de la que él también era “culpable”_ porque era un
argentino más, un simple argentino que había cumplido su sueño de arribar desde
el interior a la Capital para ocupar el sillón de Rivadavia"_.
El primer mandatario anunciaba que se hacía responsable de acabar con los “privilegios, la mentira y el engaño”. El no era un político más, no comulgaba con el “simplismo y la demagogia”. Se haría justicia, Caiga quién Caiga”, enfatizó Carlos Menem ante el Congreso de la Nación Para ello era necesario el “esfuerzo de todos” y él estaría a la cabeza para sacar al país de las “ruinas”, de la “crisis terminal” que había heredado.
Sugería que lo sigan, él no era igual a todos:” No los voy a defraudar”, como había repetido en su campaña electoral.
Carlos Menem, con sus palabras, llegaba al corazón de los argentinos para que nunca más se escuchara hablar de:” Corrupción, analfabetismo y la marginalidad, que habían traído los amiguismos ( pecados del pasado que él no repitiría_ según afirmaba_).
En la nueva Argentina, cuyo capitán sería Menem, no existirían la “falta de vivienda ni la desocupación.Tampoco: la” violencia” (Los saqueos y robos que determinaron su gesta heroica que lo obligaba contra su voluntad a hacerse cargo de la Argentina 5 meses antes de los previsto y tampoco la del estado que impuso la dictadura,de la que él había sido víctima).
Dado que sucedía a Raúl Alfonsín, Menem, reafirmaba la bandera de los valores democráticos, el mayor logro del expresidente radical. De todas maneras, buscaba distinguirse, porque a partir de hoy habría: “palabras claras, transparencia, honestidad, equidad y justicia social”.
Estaba garantizado que
Nunca más en la Argentina se supiera de:”falta de competencia, de un Estado
de prebendas, burocracia e impunidad”_ Ambas consecuencias comunes de las economías de la dictadura y del gobierno radical_.
Su Revolución Productiva,se basaría en una” sana administración”. Donde el protagonista pasaría a ser el “usuario”. Los “feudos” quedaban “anulados”. Argentina sería “protagonista”.
Con Menem en la presidencia,la entrada al primer mundo,estaba sellada y certificada. Argentina sería de ahora en más:" Una "gloriosa nación.Un país “modelo”. Sin” engaños ni “robos”, con funcionarios públicos cuya característica
principal sería la “transparencia,
honestidad, aptitud y claridad en
cada uno de sus actos".
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