¿De
qué le sirve a la medicina resolver científicamente los problemas de un
individuo enfermo, si simultáneamente se producen centenares de casos similares de enfermos por
falta de de alimentos o viviendas antihigiénicas_ que a veces son cuevas- o
porque ganan salarios insuficientes que no les permiten subvenir debidamente
sus necesidades?.
¿De
qué nos sirve que se acumulen riquezas en los bancos, en pocas manos, si los
niños de los pueblos del interior del país andan desnudos por insuficiencia adquisitiva
de los padres y tienen así que soportar índices
enormes de mortalidad infantil, del 300 por mil, como ocurre en algunas mal
llamadas provincias pobres , que yo llamaría más bien, provincias olvidadas?
…Los
problemas de la medicina, como rama del Estado, no podrán ser resueltos, si la
política
sanitaria no está respaldada por una política social sin una economía
organizada en beneficio de la mayoría, tampoco puede existir una medicina
destinada a la protección de la colectividad sin una política social bien
sistematizada para evitar el hambre, el pauperismo y la desocupación
..
Se nos impone un deber: el deber de solidaridad social de no violar los
principios sanitarios por ignorancia descuido o despreocupación”
(
Ramón Carillo, primer Ministro de Salud Pública
que tuvo la Argentina, Revista Continental Yapeyú, Nómero 55, Junio de
1947, y Archivos de Salud Publica, Número 8, julio de ese mismo año, TomoII).:Tomado de: Ramón
Carrillo, el hombre, el médico, el sanitarista / Arturo Carrillo y Augusto
Carrillo_ 1 edición_ Buenos Aires: el autor, 2005, Páginas 231, 232 y 233)
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