El siguiente es un extracto del trabajo de 1987 de Lorena Germain
dela : Universidad Nacional de La Plata donde proponía abordar el “ Poder-Dominación-Violencia:” Violencia
Doméstica contra las Mujeres.
Añadía
que se trataba de ;”Un estudio de caso sobre las estrategias que desarrolla la
sociedad civil para abordar esta problemática social”.
Haciendo
hincapié en el rol de la ONG " El Nido", investigaba no sólo la actuación de la entidad que desarrolla estrategias que para abordar la violencia doméstica, mediante diferentes modalidades (unas
están orientadas a la prevención mientras que otras son estrategias asistenciales)
En
el comienzo que se copia en forma textual sostenía:
La violencia contra la mujer en el ámbito doméstico es el
caso más frecuente de violencia conyugal, y cuando hablamos de violencia no nos
referimos a una discusión o un golpe puntual, sino a situaciones crónicas, que
se repiten en el tiempo y tienen severas consecuencias, ya que implican riesgo
de muerte. Por eso, para poder comprender la dinámica de la violencia conyugal
es necesario considerar en primera instancia su carácter cíclico. En este
sentido se habla de un ciclo de la violencia constituido por tres fases. Cada
ciclo varía en duración según las parejas, pero siempre su intensidad es
creciente. La primera fase se denomina fase de acumulación de tensión, “en la
cual se produce una sucesión de pequeños episodios que lleva a roces
permanentes entre los miembros de la pareja, con un incremento constante de la
ansiedad y la hostilidad".
Más adelante subrayaba:" El hombre y la mujer se encierran en una circuito
en el que están mutuamente pendientes de sus reacciones. Cuando la tensión
alcanza su punto máximo sobreviene la segunda fase, denominada episodio agudo
de violencia. Esta fase no es predecible y se caracteriza por la inevitabilidad
de los golpes. Toda la tensión que se venía acumulando da lugar a un estallido
de violencia, que puede variar en gravedad desde un empujón hasta el homicidio.
El hecho se desencadena de manera imprevista y ante cualquier situación de la
vida cotidiana, por trivial que fuere.
La tercera fase, explicaba:" Es radicalmente opuesta
a la anterior y se la denomina luna de miel. El hombre se mostrará arrepentido,
pedirá disculpas y prometerá que nunca más volverá a hacerlo. La mujer,
confiará en su sinceridad. En estos instantes ambos creen que todo puede volver
a ser como antes, pero una vez que el ciclo se ha instalado en la pareja no se
detendrá sin ayuda exterior.
Según Mónica Dohmen para que una mujer sea
diagnosticada como mujer maltratada debe haber pasado al menos dos veces por el
ciclo de violencia conyugal. La vivencia recurrente de dicho ciclo instaura el
síndrome de la mujer maltratada que promueve un estado de parálisis progresiva
en la víctima. El miedo a represalias paraliza a las mujeres para pedir ayuda.
A su vez, los sentimientos de vergüenza y culpa hacen que sean reticentes a
contar su problema. Malas experiencias previas de pedido de ayuda complican aún
más la situación.
Cuando las personas o
instituciones que deben dar respuestas no están preparadas para comprender y abordar
esta problemática, producen lo que se conoce como doble victimización o
victimización secundaria.
En reiteradas ocasiones las instituciones sociales
encargadas de asistir situaciones de violencia reproducen prejuicios y
estereotipos de género a través de prácticas discriminatorias concretas. La
desinformación; la falta o insuficiencia de una red de servicios capaz de
atender la amplia gama de necesidades que se plantean; el temor y la
resistencia a participar en casos con injerencia judicial y policial, son
actitudes frecuentes que promueven una revictimización de las personas
violentadas.
Destacaba que :"A la hora de analizar los casos de violencia doméstica es
imprescindible tener en cuenta los distintos componentes presentes en la
socialización de género masculino. Uno de ellos es la restricción emocional,
basada fundamentalmente en no poder hablar acerca de los propios sentimientos
ni expresarlos. Las necesidades emocionales en los hombres existen, pero en el
caso de los hombres golpeadores, éstos anulan toda expresión de sentimientos
por temor a que se los relacione con características típicas del estereotipo
femenino. Y será precisamente esta incapacidad comunicacional la que los lleve
a utilizar la violencia como única forma de resolver conflictos. A su vez, los
hombres golpeadores no asumen la violencia como un problema propio y tratan de
encontrar la responsabilidad afuera: en la mujer, en los hijos, en la situación
del país, en los problemas económicos, etc.
En este sentido es indispensable reconocer que el hombre
violento es responsable de sus actos y recordarlo cada vez que se habla de
ellos como enfermos o se justifica su conducta por estar ligada al alcoholismo
o la drogadicción, ya que esto sólo contribuye a minimizar el problema,
brindando atenuantes sobre el delito cometido y fomentando la impunidad de
estas personas.
El cambio en la
concepción de familia que se opera en la Modernidad (la familia pasa de ser
concebida como un espacio productivo y público a ser concebida como un espacio
afectivo y privado) se conjuga con el discurso patriarcal creando el mito de
que lo que sucede dentro del ámbito familiar es algo en lo que nadie puede
entrometerse. Con respecto a la familia, el discurso patriarcal explicita lo
que se refiere al afecto y al amor, pero oculta facetas como la asimetría de
poder, la jerarquía entre los sexos, el autoritarismo y la violencia. De esta
manera, se contribuye a silenciar situaciones estructurales de vulnerabilidad y
se crean obstáculos que impiden superar el círculo vicioso de la violencia
familiar. En el caso particular de la violencia doméstica hacia las mujeres, acordamos
con Velázquez que más allá de la definición que se tome como referencia,
definir la violencia contra las mujeres “implica describir una multiplicidad de
actos, hechos u omisiones que las dañan y perjudican en los diversos aspectos
de sus vidas y que constituyen una de las violaciones a sus derechos humanos” .
Fuente: Germain,. Lorena :·Violencia Doméstica contra las Mujeres. Un estudio de caso sobre las estrategias
que desarrolla la sociedad civil para abordar esta problemática social".
http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/4jornadasjovenes/EJES/Eje%202%20Poder%20Dominacion%20Violencia/Ponencias%20eje%202/GERMAIN,%20Lorena.pdf
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