El historiador,
sostiene que el relato de la violencia política continua siendo-”insuficiente”,
dado que se aborda desde una militancia
de carácter casi ”angélico romántica”, que alza las banderas por un “mundo mejor,
y se excluye su centralidad, el “compromiso revolucionario” que también
implicaba la posibilidad de” morir´.
En el trabajo, que abarca el período que va desde 1973 – con la
llegada Cámpora al gobierno y la Amnistía general del 25 de Mayo de ese año,
hasta la asunción de Raúl Alfonsín, Larraquy,
destaca que si bien, hoy los “setenta”, tienen
lugar en los programas de los estudios superiores, y no son “tabú”, como en los
80 y 90, sigue siendo un tema “perturbador y no se alienta a su profundización”.
Los “70, una historia
violenta”, subraya el tercer mandato de Perón, los 21 meses de virtual acefalía de Isabelita y el
llamado al “orden” y la lucha contra la "subversión", encubiertas en la represión
y la legitimación del terrorismo de Estado con el golpe del 24 de Marzo de 1976.
Con términos similares, Larraquy, asegura que se mantiene el mito de los dichos
del General Perón en 1971, donde alababa al los Montoneros, definiéndolos como
una” juventud maravillosa, que todos los días está dando muestras inequívocas
de su capacidad y grandeza”.”Yo tengo una fe absoluta en nuestros muchachos
que han aprendido a morir por sus ideales, y cuando una juventud ha
aprendido y alcanzado esto, ya sabe todo lo que una juventud esclarecida
debe saber”.1)
Por
otro lado, el“desaparecido sigue siendo presentado a "secas", queda solo, sin palabra,
sin pasado, sin historia. Sólo se lo muestra como una víctima”, señala el también
periodista.
Su conclusión
y expectativa son resumidas al aludir que quizá existe un “temor a pensar que
la represión ilegal del Estado y la guerrilla, puedan ser considerados un mal
simétrico” –tal como se propone desde la teoría de los dos demonios.2),3)
A fin
de levantar esos “obstáculos", percibidos como “molestia”, Larraquy exige un
abordaje más “complejo”, con mayor audacia, sabiendo que nadie saldrá “indemne”,
pero que es condición necesaria a fin de
aprender las lecciones,luego de captar el sentido político e histórico de la experiencia.
1)Citado en,
Pepe Eliaschev, “ La engañosa evocación de la “juventud maravillosa”
http://www.puntal.com.ar/noticia_comen.php?id=88794 25 de Abril 2009.
2) Konigsberg Daniel”
El
concepto de Memoria y su significación en Argentina”
Una
vez reinstaurado el sistema democrático, en la década de los 80´, la mirada sobre
la década precedente adquirió rasgos que sostiene básicamente que había dos
partes (la guerrilla y los militares) que llevaron a cabo actos de violencia, y
que finalmente la guerrilla fue derrotada debido a correlaciones de fuerza desiguales. Desde este enfoque la violencia militar
puede ser interpretada como una respuesta al accionar de grupos
"subversivos", en cuyo caso ambos actores tienen un grado de responsabilidad sobre los acontecimientos.
3) Bejarano, Maricel. Universidad Nacional de Córdoba, “La teoría
de los dos demonios “Esta teoría les sirvió a los militares y a los ideólogos
de derecha, así como a los formadores de opinión que adoraban ubicarse en el
medio de todo y jactarse de detentar una falsa objetividad, para justificar el
accionar castrense durante la dictadura que, lisa y llanamente, asesinó a
30.000 seres humanos. “Fue una guerra”, dicen convencidos. “Fue una guerra
sucia”, aclaran;; En una guerra hay excesos y mueren inocentes. Y encima (de
acuerdo con los dos demonios) hubo excesos de los dos lados y murieron
inocentes de ambos bandos. Citado el 23/6/ 2008 en http://historiadoresyalgomas.blogspot.com.ar/2008/06/la-teoria-de-los-dos-demonios.html
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