Fernando de la Rúa llegó a la conducción de la
Argentina con una campaña simple, mostrándose como la contracara de la de
la política menemista. Si en el decenio 1989-1999 era moneda corriente la
“Pizza con Champagne”, donde
la frivolidad ocupaba un lugar preponderante,
como también la desidia gubernamental que no quería ni le interesaba ver la degradación de la clase media y la
pobreza que aumentaba, el político radical era lo opuesto.
Se decía
que era ”aburrido” (Aunque en
los spots televisivos lo desmintiera) .Tenía un prestigio ganado como
abogado y un paso importante por la función pública. Había sido militante
radical, diputado, senador y jefe de gobierno porteño. Había sido víctima en
1989 de una tramoya durante el
comienzo del amor entre Menem y los Alsogaray.
En las elecciones para senador, cuando el legislador era electo por voto
indirecto_ el Colegio Electoral era
la última instancia y allí la Ucede
cedió votos al justicialismo posibilitando la asunción de Eduardo Vaca en la
cámara Alta del Congreso, cuando De la Rúa había sido el que más votos recibió
en las urnas. En aquel momento, el radicalismo presentó una denuncia judicial, que finalmente no prosperó contra Vaca por "cohecho" y lo acusó de "promesa de dádivas" para obtener esa banca.
En lo relativo a la política económica su promesa fue mantener “El” logro de Carlos Menem, la convertibilidad, la paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar.Vio el apoyo social de ella y decidió no innovar. La Alianza creyó ver de que el problema de la Argentina era político y no económico. Si bien triunfó con el con el 48% de los votos, dada su distribución geográfica, no hubo cambios significativos en otras áreas. Dominó la mayoría en la Cámara de Diputados. pero el Senado siguió en manos del peronismo. A su vez, la Alianza obtuvo muy pocas gobernaciones, en Buenos Aires, por ejemplo el ganador fue Carlos Ruckauf, ex menemista y duhaldista, fue apoyado por Domingo Cavallo, factor que resultó decisivo.
Su final es conocido, luego de 2 años de un cuasi desgobierno, con cambios que sólo dieron resultados negativos, renunció a la presidencia el 20 de Diciembre 2001. Y debió huir de la Casa Rosada en helicóptero.
En lo relativo a la política económica su promesa fue mantener “El” logro de Carlos Menem, la convertibilidad, la paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar.Vio el apoyo social de ella y decidió no innovar. La Alianza creyó ver de que el problema de la Argentina era político y no económico. Si bien triunfó con el con el 48% de los votos, dada su distribución geográfica, no hubo cambios significativos en otras áreas. Dominó la mayoría en la Cámara de Diputados. pero el Senado siguió en manos del peronismo. A su vez, la Alianza obtuvo muy pocas gobernaciones, en Buenos Aires, por ejemplo el ganador fue Carlos Ruckauf, ex menemista y duhaldista, fue apoyado por Domingo Cavallo, factor que resultó decisivo.
Su final es conocido, luego de 2 años de un cuasi desgobierno, con cambios que sólo dieron resultados negativos, renunció a la presidencia el 20 de Diciembre 2001. Y debió huir de la Casa Rosada en helicóptero.
Pocos
meses antes, Domingo Cavallo había sido llamado para “salvar” al país, pero la
confiscación de los depósitos, el“ corralito”, funcionó como detonante; La
gente salió en todo el país a las calles con las cacerolas a gritar
en contra de los políticos,” que se vayan todos” fue el clamor de
la mayoría de los argentinos, que cansados y con el apoyo desde las
sombras de distintos grupos políticos y grupos económicamente
fuertes, terminaron con el sueño de “otra argentina”.
En 2000,
comenzó la debacle, su vicepresidente Carlos Chacho Álvarez, lo abandonó, pegó el portazo denunciando
coimas en el Senado para apoyar la reforma laboral .El caso Banelco como se la conoció fue la frase
lanzada por el sindicalista Hugo Moyano, entonces en la CGTopositora, que al largar la acusación denunció el supuesto soborno con una frase
que le atribuyó al ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y que se convirtió
en emblema de la causa: “Para los senadores tengo la Banelco”.
El escándalo salió a la luz ante la supuesta presión ejercida por de la Rúa para sancionar la ley de reforma laboral aprobada en Abril de 2000, para ello habría a sobornado a senadores peronistas. Quedaron implicados .su ex secretario de inteligencia Fernando de Santibañes; su ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique, y los senadores peronistas Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Costanzo y Ricardo Branda. Junto a Eduardo Bauzá Ramón “Palito” Ortega, y Ángel Pardo. Fue determinante para la causa, la figura Mario Pontaquerto , ex secretario parlamentario “arrepentido”, quien confesó que se había ocupado de entregar los sobornos.
Luego de
años de hermetismo, decidió en 2006 De la Rúa decidió escribir su “verdad”, publicó el
libro Operación política-La causa del
Senado donde intentaba desmentir el escándalo y las graves acusaciones sobre
los senadores presuntamente sobornados. Explicaba en una entrevista a la
revista Gente que el nombre Operación política surgía porque eso era lo que
había generado todo. “En el 2000, la lideró Antonio Cafiero,
decía. El veterano líder
peronista se apoyó en declaraciones
de Hugo Moyano y de un anónimo. A Partir
de allí, se montó todo el escándalo”.
Mantenía la idea de su inocencia “ El juez que nada pudo corroborar y sobreseyó a los senadores Eduardo Bauzá,Ramón “Palito” Ortega, y Ángel Pardo. Justamente, los tres señalados por Cafiero en los sobres secretos”.
Hubo
otra “operación política,” se
defendía el expresidente. Fue la denuncia del “arrepentido”
exsecretario parlamentario Mario Pontaquarto. En 2003 apareció impulsado por Alberto Fernández para reivindicar a Chacho
Alvarez y responder al interés del Gobierno de crear una noticia por semana.
Pero sus dichos están llenos de mentiras y contradicciones.
Gente le preguntaba_–¿Por qué está tan seguro de que a Pontaquarto lo impulsó Alberto Fernandez?
–Por las declaraciones que Fernández hizo ese día, y a la misma hora en que habló Álvarez. Dijo: “Es un día de gloria y es la reivindicación de Chacho Alvarez”. Después se llamó a silencio. Al parecer, el presidente Kirchner le dijo que se callara. Según una periodista del diario La Nación, al hablar de Pontaquarto, Kirchner dijo: “Este viene por la plata”.
De la Rúa mantenía su postura, nunca hubo pruebas: fue un tema que quisieron “endosarle a la Alianza”. Había investigado la causa a fondo y era todo un armado, directamente las pruebas no existían, ratificaba.
Pontaquarto había revelado con detalles su presencia en la casa Rosada, sin embargo nada era verdad para el ex mandatario.:”La revista TXT le habría pagado a el funcionario 18 mil dólares, y hoy él y su esposa cobran 2.500 pesos por mes, bajo la figura de testigo protegido.” No era todo, presumía; no sé si hay otros pagos para cubrir abogados”.
Las llamadas al ex jefe de la Side, tampoco eran verdad, las escuchas que el juez las había dadas por probadas eran habladurías: son sólo dichos de Pontaquarto, el juez le cree porque parece sincero, pero ningún empleado de la SIDE lo vio No hay un registro escrito, ni de video. En el reportaje, De la Rua, tenía tiempo para descalificar al “arrepentido”, ya no solo por mentir y acusar sin pruebas. Pontaquarto no estaba en sus cabales normales. Usando otros términos, decía “El juez debería haber indagado en su personalidad psicológica, además de sus motivaciones”.
Su vicepresidente, lo había traicionado, aseguraba; con Chacho Álvarez compartíamos todo. Nos teníamos absoluta confianza. Era el único con quien yo hablaba de todos los temas de gobierno. Éramos amigos, la salida a la luz de la denuncia de sobornos deterioró la relación .Minimizando todo y exculpándose nuevamente, el expresidente consideró:”Fue una causa menor, pero complicó las cuestiones de Estado”. Otro de los conspiradores había sido Rodolfo Terragno, su jefe de gabinete de ministros:” No renunció por ningún motivo relacionado con la causa:” Renunció a mi pedido, porque era ineficiente”, sostuvo.
Su figura, veía, había salido indemne después de su renuncia a la presidencia Los periodistas de Gente querían saber ¿qué le dolió y aun le duele acerca de su relación con la gente?
–La gente no está mal conmigo, aclaraba. Sí lo están algunos periodistas. En otras palabras la culpa era de los “medios” que no saben, no entienden y se encargan de fabulaciones.
En Operación política De la Rúa, juraba decir la verdad y nada más que la verdad. Su misión era desmentir todo y demostrar la falsedad de una creencia colectiva colosal. Aunque admitía que desterrar ese mito era muy difícil, pretendía defender la institución presidencial y hacer comprender que no había sido en vano la confianza que los ciudadanos habían depositado en él.
Un dato más agregaba confirmando las aberraciones y la campaña que habían creado en su contra:” mi gobierno siempre combatió la corrupción”, era su revelación que funcionaba para atrapar a la gente y que lean el libro.
Confiaba en la justicia, si bien sabía que podía ser procesado:” No tengo miedo de nada. El juez tiene dos opciones: dice la verdad y no me procesa (había que leer el libro, allí estaba la prueba de su inocencia), o me procesa. (y sale en la primera plana de los diarios. Es decir, consigue su objetivo: ocupar un lugar en los medios, convertirse en una figura de la farándula, un abogado mediático.
- ¿Qué pasa si la Justicia le baja el martillo en contra?
–Lo digo con un poco de escepticismo, pero si no puede ganar la Justicia, al menos que triunfe la verdad.
Gente le preguntaba_–¿Por qué está tan seguro de que a Pontaquarto lo impulsó Alberto Fernandez?
–Por las declaraciones que Fernández hizo ese día, y a la misma hora en que habló Álvarez. Dijo: “Es un día de gloria y es la reivindicación de Chacho Alvarez”. Después se llamó a silencio. Al parecer, el presidente Kirchner le dijo que se callara. Según una periodista del diario La Nación, al hablar de Pontaquarto, Kirchner dijo: “Este viene por la plata”.
De la Rúa mantenía su postura, nunca hubo pruebas: fue un tema que quisieron “endosarle a la Alianza”. Había investigado la causa a fondo y era todo un armado, directamente las pruebas no existían, ratificaba.
Pontaquarto había revelado con detalles su presencia en la casa Rosada, sin embargo nada era verdad para el ex mandatario.:”La revista TXT le habría pagado a el funcionario 18 mil dólares, y hoy él y su esposa cobran 2.500 pesos por mes, bajo la figura de testigo protegido.” No era todo, presumía; no sé si hay otros pagos para cubrir abogados”.
Las llamadas al ex jefe de la Side, tampoco eran verdad, las escuchas que el juez las había dadas por probadas eran habladurías: son sólo dichos de Pontaquarto, el juez le cree porque parece sincero, pero ningún empleado de la SIDE lo vio No hay un registro escrito, ni de video. En el reportaje, De la Rua, tenía tiempo para descalificar al “arrepentido”, ya no solo por mentir y acusar sin pruebas. Pontaquarto no estaba en sus cabales normales. Usando otros términos, decía “El juez debería haber indagado en su personalidad psicológica, además de sus motivaciones”.
Su vicepresidente, lo había traicionado, aseguraba; con Chacho Álvarez compartíamos todo. Nos teníamos absoluta confianza. Era el único con quien yo hablaba de todos los temas de gobierno. Éramos amigos, la salida a la luz de la denuncia de sobornos deterioró la relación .Minimizando todo y exculpándose nuevamente, el expresidente consideró:”Fue una causa menor, pero complicó las cuestiones de Estado”. Otro de los conspiradores había sido Rodolfo Terragno, su jefe de gabinete de ministros:” No renunció por ningún motivo relacionado con la causa:” Renunció a mi pedido, porque era ineficiente”, sostuvo.
Su figura, veía, había salido indemne después de su renuncia a la presidencia Los periodistas de Gente querían saber ¿qué le dolió y aun le duele acerca de su relación con la gente?
–La gente no está mal conmigo, aclaraba. Sí lo están algunos periodistas. En otras palabras la culpa era de los “medios” que no saben, no entienden y se encargan de fabulaciones.
En Operación política De la Rúa, juraba decir la verdad y nada más que la verdad. Su misión era desmentir todo y demostrar la falsedad de una creencia colectiva colosal. Aunque admitía que desterrar ese mito era muy difícil, pretendía defender la institución presidencial y hacer comprender que no había sido en vano la confianza que los ciudadanos habían depositado en él.
Un dato más agregaba confirmando las aberraciones y la campaña que habían creado en su contra:” mi gobierno siempre combatió la corrupción”, era su revelación que funcionaba para atrapar a la gente y que lean el libro.
Confiaba en la justicia, si bien sabía que podía ser procesado:” No tengo miedo de nada. El juez tiene dos opciones: dice la verdad y no me procesa (había que leer el libro, allí estaba la prueba de su inocencia), o me procesa. (y sale en la primera plana de los diarios. Es decir, consigue su objetivo: ocupar un lugar en los medios, convertirse en una figura de la farándula, un abogado mediático.
- ¿Qué pasa si la Justicia le baja el martillo en contra?
–Lo digo con un poco de escepticismo, pero si no puede ganar la Justicia, al menos que triunfe la verdad.
Gente, repreguntaba:” se dice que se compraron votos..–Se dicen muchas mentiras y muchas cosas sin sentido
común. Al votar la Ley de Reforma Laboral había 59 senadores, y sólo cuatro
votaron en contra. Si además se descuentan los cuatro sospechados, quedan 51 a
favor, e indiscutidos. Necesitábamos dos tercios: 40. Vale decir que votaron once más que los necesarios. Además, el
proyecto contaba con el apoyo del ex
presidente Menem, de Duhalde, de los gobernadores y de la CGT. Está clarísimo
que las acusaciones de Senado sobornado y de ley comprada son una falacia.
En la presentación de su
trabajo, De la Rúa, explicó el proyecto de ley laboral que envié al Congreso
se aprobó con modificaciones. Su fin era
fomentar el empleo y mejorar las relaciones gremiales. Pero Los sindicalistas
manejan mucho poder. Uno de ellos, empeñado contra la ley, acusó de querer comprar el voto de los senadores con una”Banelco”.
En ese
empeño y en la búsqueda desmedida de poder concretaron una operación para trasladar el tema a la corrupción errónea y falsa, apenas una imagen
ingeniosa del tipo que los argentinos estamos dispuestos a creer. No era la primera
vez que ocurría un hecho de estas circunstancias, él también había caído en la
eterna trampa en la cual se hace creer
que la política y la corrupción van de la mano.
La prensa
fue culpable, participe fundamental en la
Operación Política. Se puso un anónimo en escena, muy difundido por la prensa. Empezaron rumores que un senador aprovechó para promocionarse como candidato. “Tanto repetirla, la historia se creyó”, retomaba el ex jefe de gobierno poniendo la
culpa en los medios .Se lo atacó gratuitamente:”La conmoción causada se usó
para atacar en lo más esencial a aquel Gobierno”.
De todos
modos, persistía que todo estaba viciado
de nulidad, la causa:”Se fue desmembrando sola, pese a la insistencia judicial y el coro mediático
( la ineptitud de la justicia y los medios ´que mienten, tienen la culpa de todo, fueron las excusas) Los propios tribunales dijeron
que la versión original no se corroboró,
que el
anónimo era falaz, que no salió dinero de la SIDE y que no aumentó el patrimonio de ningún senador.
anónimo era falaz, que no salió dinero de la SIDE y que no aumentó el patrimonio de ningún senador.
Se invocó
la versión interesada de un supuesto arrepentido, pese a sus evidentes mentiras y contradicciones. La ley se aprobó por más de
dos tercios de votos indiscutidos. Atacar a la ley, al Senado y al Gobierno fue una
operación política.
La invitación a leer Operación
política, estaba dada. Insistía De la
Rúa, que su libro es “la verdad, toda la verdad y nada más que la
verdad´”.
El reto
era:”Habrá que ver si los lectores comulgan con cada una de las afirmaciones y
desmentidas”.
Fuentes:
OPERACIÓN
POLÍTICA, DE LA RÚA, F.SUDAMERICANA - 08/2006 http://www.megustaleer.com.ar/ficha/9500727552/operacion-politica
Martín, Hugo y Ríos, Darío. Fernando de la Rúa “Mi gobierno siempre
combatió la corrupción”, en Revista Gente Edición N° 2140. 25/07/06
http://www.gente.com.ar/nota.php?ID=11634
Historia: Las elecciones de 1999. El Estadista.com.ar. Publicado el 3/5/13
http://www.gente.com.ar/nota.php?ID=11634
Historia: Las elecciones de 1999. El Estadista.com.ar. Publicado el 3/5/13
http://elestadista.com.ar/?p=3341
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