Onganía, asumió con
el apoyo de, por un lado, gran parte de la sociedad nacional. Por el otro, las
corporaciones- entre las que se encontraban Grupos vinculados a la derecha
católica, la fracción más importante del empresariado, la mayoría de los partidos políticos (con
excepción de los radicales, socialistas y comunistas) y hasta muchos
identificados con la extrema izquierda.
Entre ellos, había
un consenso: la necesidad de” reorganizar” la sociedad y el estado,que
servirían como punto de partida para la modernización económica, cuyo beneficio
redundaría en el crecimiento de la nación.
En ese sentido, al
asumir, Onganía, proclamó ...”Acepto
ésta responsabilidad excepcional persuadido de que es menester producir en la
República un cambio fundamental, una verdadera revolución que devuelva a
nuestros argentinos su fe, su confianza y su orgullo". A su vez, manifestó
que la base de su política sería: la” eficiencia y el orden".
Para su
materialización, anunció que la Revolución Argentina, no tenía plazos. Buscaba
perpetuarse en el poder y lo realizaría a través de un reordenamiento gradual.La llamada teoría de los tres
tiempos, contaba con un tiempo económico, que duraría todo lo que fuera
necesario para lograr el orden social y la estabilidad económica, realizando
obras de infraestructura para modernizar el país, racionalizando la
administración pública, además de mejorar la situación de las provincias y
sentar bases para el respeto a la autoridad.
Luego,llegaría el tiempo social en el que se distribuirían
los beneficios del desarrollo logrado en el tiempo económico.Finalmente,
vendría el tiempo político. Allí terminaría la Revolución Argentina,
transfiriéndose el poder político a las instituciones del estado. Onganìa
pensaba que en el tiempo político debería lograrse una unión entre el estado y
la comunidad organizada, sobre bases que no eran los partidos políticos.
Durante los primeros seis meses de la dictadura, la
economía con Jorge Salimei a la cabeza,
no había podido encontrar un rumbo y hacia fin de 1966, se reemplazó a su
titular por el economista Adalbert Krieger Vasena- ex funcionario durante los
mandatos del general Juan Carlos Aramburu y de Arturo Frondizi.
En su discurso de
presentación de su plan, Krieger Vasena, prometió "una gran
transformación" que tendría como objetivos principales el crecimiento de
la industria, el equilibrio del balance de pagos y la estabilidad de los
precios. Se utilizarían- adelantó- instrumentos monetarios, cambiarios,
fiscales y controles de precios y salarios para alcanzar esas metas. Alegó que
se debía frenar el gasto público para derrotar la inflación, que se
concretarían produciendo bienes durables y de capital que compitieran en el
mercado internacional.
El Plan contemplaba
la devaluación de la moneda, la suspensión de las convenios colectivos, el
congelamiento de los salarios y de las tarifas de los servicios públicos. Para
disminuir los gastos del Estado, se produjeron despidos masivos de empleados
públicos.
El emprendimiento,
resultó exitoso: las cuentas del Estado se equilibraron, se redujo la
inflación, se evitó el alza de los alimentos y
se aseguró un periodo de
estabilidad cambiaría, reforzado con préstamos del Fondo Monetario
Internacional (FMI). Esto permitió establecer un mercado libre de cambio, que
origino la expansión económica.
De la misma manera,
se generó un impacto positivo: No hubo restricción monetaria, ni crediticia.
Hubo considerables inversiones del Estado en obras públicas: El complejo
Hidroeléctrico El Chocon-Cerros Colorados,
puente sobre el Río Paraná, caminos y accesos a la Capital Federal.
En tanto, las
exportaciones no tradicionales fueron beneficiadas con reintegro de impuestos a
insumos importados, se redujeron los aranceles y la eliminación de subsidios a
economías regionales
A raíz de ello, se
congelaron- sin que se produzca una
caída,los salarios - antes, habían sido
aumentados en una pequeña proporción, el Producto Bruto Interno (PBI), aumentó,
La desocupación fue baja (aunque debido a las reestructuraciones previas, el
desempleo, había crecido causado altos niveles de desempleos).
En consecuencia, el
sector más concentrado (en su mayoría extranjero) resultó ser el más beneficiado con esta política de estabilización, al igual
que igual empresas nacionales que fueron
compradas por extranjeras.
Por su parte, un importante número de ciudadanos debido a las grandes obras públicas
realizadas vio solucionados sus inconvenientes de transporte
y energía.
Sin embargo el
mencionado beneficio fue inequitativo. Los sectores medios y los trabajadores
fueron los más perjudicados por el Plan con medidas como la liberación de los
precios de los alquileres. La reducción de los aranceles de importación afectó
en forma negativa a las pequeñas empresas asociadas en la CGE, sector que
criticó la "desnacionalización" de la industria y de las finanzas.
Al caer el primer mandato de la Revolución Argentina, la
estabilidad y el crecimiento no prolongaron la paz militar. No pudo llegar el
tiempo social ni el tiempo político imaginado por Onganìa. A la fuga de capitales, la suba de los precios, la
generalización de los conflictos laborales y la reanudación de las peleas por
la distribución del ingreso, se sumo a la gran violencia. Debido al descontento
con las últimas acciones de su gobierno Onganìa se quedo sin su único respaldo,
Las Fuerzas Armadas.
FUENTES:
Palacio, Gisela: El Gobierno de Onganía
http://www.monografias.com/trabajos12/preongan/preongan.shtml
http://www.buenastareas.com/ensayos/Ongania/958071.html
Ongania, http://mixpolitico.blogspot.com.ar/2011_05_01_archive.htm
El Onganiato: El plan de estabilización y desarrollo
http://ar.kalipedia.com/historia-argentina/tema/dificiles-caminos-democracia/plan-estabilizacion-desarrollo.html?x=20080612klphishar_10.Kes&ap=1
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