Comencé a admirar a Álvaro Alsogaray, en 1960, cuando
lo escuché hablar en TV, explicando cómo funcionaba el libre mercado, era todo
novedoso para mí, me quedé fascinado y
me hice liberal. Hasta aquel momento, sentía un rechazo
irracional por el presidente Frondizi y odiaba a su ministro de economía.
Hoy, cuando ya se cumplieron cinco años de su partida, sigo estando
orgulloso de su amistad. Cómo no lo voy a defender de quienes hoy todavía lo
atacan. Dueño de una admirable lucidez intelectual. Fue sin duda uno de los
protagonistas de la política nacional de los últimos cincuenta años..Fue en sus
comienzos una voz solitaria en la difusión de las ideas liberales, pero logró
(aunque parcial y muy acotadamente) llevarlas a la práctica, primero, con el
presidente Frondizi, y luego, mediante las privatizaciones y desregulaciones
que aconsejó al presidente Menem a partir de 1989.
Estuvo entre los
pocos políticos que se opuso al golpe militar
de 1976 y de igual modo, condenó, por
aventurera e irresponsable la guerra de Malvinas, lo cual le valió un
juicio por traición a la patria. pleno desembarco en las islas, lo cual le
valió un juicio por traición a la patria. Y
fue como diputado nacional votó en contra de las leyes de “Punto Final”
(1986) y de “Obediencia debida” (1987), convencido de que por ese camino jamás
alcanzaríamos la reconciliación.
Como candidato a presidente por la UceDé, llegó a
obtener dos millones de votos, y como diputado nacional presidió un bloque que
en su mejor momento reunió a once diputados liberales, muchos de los cuales,
como Federico Clérici, Armando Ribas, Francisco Durañona y Vedia y Héctor
Siracusano, entre otros, sobresalieron entre la mediocridad populista de
entonces, con brillantes actuaciones parlamentarias.
Amaba la libertad humana y se entregó de manera
inclaudicable a su pasión por persuadir a la gente, a
los militares y a los gobiernos civiles (porque él hablaba con todos) y trataba
pacientemente de convencerlos, de que la libertad económica era la condición de
la prosperidad.
No ha llegado todavía el momento, pero el país (y
también muchos liberales, que no lo
quieren) le van a reconocer a Álvaro Alsogaray el enorme servicio
intelectual que nos hizo a todos en su dilatada trayectoria pública. Se puede
decir que gracias a él la Argentina recuperó el espíritu de Mayo y las ideas de
Alberdi, eclipsadas durante tantos años por el autoritarismo, la demagogia y
los mitos de las economías dirigidas.
Nadie,
absolutamente nadie hasta hoy, ha enseñado los principios de la libertad con
tanta solvencia, pasión y perseverancia. Ningún otro liberal fue jamás
escuchado como él. Nadie consiguió despertar el interés de las personas
sencillas, las que votan y no entienden nada de economía, como logró hacerlo
Alsogaray. Nadie ha llenado ese vacío ninguno ha podido tomar su lugar, reemplazarlo en la
imprescindible tarea de enseñarle y recordarle a la gente, entre otras cosas,
cuáles son las causas de la inflación, por qué el excesivo gasto público
desquicia las economías y cuáles son las ventajas que obtienen los trabajadores
de la economía libre.
Por Enrique Arenz, 1 de abril de 2010 ,ALSOGARAY: A CINCO AÑOS DE SU MUERTE
NADIE HA PODIDO REEMPLAZARLO http://www.enriquearenz.com.ar/ensayo14_alsogaray.html
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