El 24 de
Octubre de 1999 en Argentina se abría una esperanza, después de 10 años de
menemismo, Fernando de la Rúa era electo presidente, lo votó casi el cincuenta
por ciento de la población.
De la Rúa y
su compañero de fórmula Carlos” Chacho Alvarez obtuvieron cerca de 9 millones de votos, un porcentaje
similar al de Carlos Menem cuando ganó en 1989 y 1995, aunque menor al de Raúl
Alfonsín en 1983.Entre los primeros anuncios del mandatario radical estuvo el
de buscar "políticas de consenso”.
Conocido su
triunfo, recibió numerosas
felicitaciones, la primera de ellas provino de Carlos Menem que, en la lectura
realizada por Clarín, su intención era despegarse
de la categórica derrota “. Se lo notaba “Preocupado”. Las fuentes diferían en
el horario , pero no en la motivación. “Fuentes de la Casa Rosada dijeron que
se comunicó a las 18.30 y lo felicitó por el triunfo. Pero dos fuentes seguras
de la Alianza muy cercanas a De la Rúa dijeron a Clarín que el Presidente en
ejercicio llamó a las 17.50 horas, es decir, diez minutos antes de que hubieran
cerrado los comicios. Aun en la versión del Gobierno, el reconocimiento de
Menem se produjo cuando Duhalde todavía decía en televisión que había que
esperar resultados oficiales”.
Eufórico, De la Rúa en su primera declaración prometía que
con su arribo a la Casa Rosada el 10 de
Diciembre comenzaba una nueva era en la Argentina:”Dejaremos atrás el tiempo de
la exclusión en el que le dieron la espalda al pueblo”. Exultante por la ovación recibida, proclamó
:” Esta es la hora del patriotismo y el fin de la mezquindad y el privilegio”.
Según el
análisis del diario Clarín:”El resultado de la elección presidencial no sólo es una
derrota para Duhalde, sino también un rechazo a la política del gobierno de
Menem. El PJ hizo la peor elección presidencial de su historia y no pudo
responder a la demanda de cambio que la gente depositó en la Alianza”.
La pérdida
de la primera magistratura aparejaría, sostenía Clarín, una crisis en Partido Justicialista(PJ). Era necesaria una
autocrítica.”El futuro se superpone con
las responsabilidades por la derrota de ayer”, decía el periodista. Dado que se
abriría una “disputa por el liderazgo”. Como contrincantes se perfilaban
Carlos Ruckauf (había retenido la gobernación de la Provincia
de Buenos Aires ) y sus colegas: de Santa Fe, Carlos Reutemann, y de Córdoba,
José Manuel De la Sota, eran algunos de los nombres que surgían para el futuro.
De todas
maneras, los mandatarios provinciales debían estar alertas, Carlos Menem
pretendía retornar a la conducción de la Argentina, a pesar de la derrota, su secretario
general Alberto Kohan manifestó que:” la
voluntad de muchos justicialistas es que Menem lance su candidatura
presidencial para el 2003”.
El panorama político,
en tanto no se presentaba fácil para De la Rúa, si bien tendría quórum casi propio en la Cámara de
Diputados, en el Senado loa mayoría estaría en manos del PJ como así también los
gobiernos de las provincias más importantes del país: Buenos Aires, Santa Fe y
Córdoba. Además era
preocupante el “desequilibrio interno”
en la Alianza: el Frepaso no controla ninguna gobernación y tiene por
delante el desafío de ganar la Capital Federal, que renovaría su jefatura el
año próximo.
Los rumores crecían, distintas versiones indicaban que Chacho
Alvarez podría abandonar su cargo en 2000 para ser candidato en la Ciudad de
Buenos Aires, hecho que le para aseguraría un. Enseguida, Darío Lopérfido,
vocero de De la Rúa, consideró un” disparate” esa especulación.
Entre las lecturas de los comicios, se destacaba el tercer
puesto de Domingo Cavallo , con dos millones de votos , todavía no había sido
denostado totalmente por la sociedad ,
lo que ocurriría recién en Diciembre de 2001 en su segunda gestión como titular
de Economía, cargo al que accedería luego de ser visto como el “Mesías”. Era de
notar que si bien Cavallo no había alcanzado sus expectativas, su imagen le
brindaba:” un fuerte peso en el escenario político nacional”.
Lo cierto es que Carlos Menem se iba después de diez años con
una economía cuyos números mostraban una Argentina en decadencia a pesar de la modernización impuesta, La transformación
del estado se había producido, se había pasado entre 1989 y 1999de ser
benefactor y controlar los servicios públicos a uno en que los mismos eran
usufructuados por empresas privadas que obtuvieron ganancias gigantes sin que
se vea una mejora y sin que se les exigiera reinvertir ni atender las demandas
de la gente en forma adecuada.
El nuevo siglo sería la iniciación del fin de las penurias
argentinas, era la necesidad , había que poner coto a falsos profetas que habían
destruido el país .De la Rúa concretaría su revolución
del año 2000, el anhelo se haría realidad: “Dejaremos atrás el tiempo de
la exclusión en el que le dieron la espalda al pueblo”, sin dudas se consumaría la “hora del
patriotismo y el fin de la mezquindad y el privilegio”.
Fuente:
Sema, Ernesto:” De la Rúa, presidente con cerca del 50%”,
Clarín 25 de Octubre de 1999
http://edant.clarin.com/diario/1999/10/25/t-00401h.htm
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