El 1 de Enero de 2002 la Asamblea Legislativa
de la Argentina
, compuesta por diputados y senadores ( fue encabezada por el vicepresidente de la Càmara de Senadores Juan Carlos Maqueda y por Oraldo Britos), nombrò como presidente
provisional de la Argentina
a Eduardo Duhalde, previamente se aceptò la renuncia de Adolfo Rodríguez Saá, uno de los cuatro mandatarios que ocuparon el sillòn de Rivadavia después de la salida de Fernando de la Rùa
el 20 de Diciembre de 2001.
Con fecha del 30 de diciembre de 2001
y dirigièndose desde su San Luis
natal a la Asamblea ,
escribìa en forma textual “He puesto mis mejores esfuerzos de argentino para
cumplir con el mandato que me otorgara. He servido con humildad, honestidad,
austeridad a mi querida Argentina. Algunos gobernadores que no comprenden la
gravedad del momento me han quitado el apoyo. No me queda otro camino que
renunciar de forma indeclinable al cargo de presidente de la Nación Argentina.
Muchas gracias a los argentinos que me comprendieron en el difícil momento que
vivimos”.
Minutos màs tarde el entonces senador y actual gobernador sanjuanino Josè Luis Gioja
(En 2003 fue
electo por primera vez, reelecto en 2007 y
2011, previa reforma de la
Constitución provincial aprobada en una
consulta popular) en su alocuciòn durante el debate en el que finalmente se aprobò la asunciòn de Eduardo Duhalde
analizaba la situación del paìs, recordaba en primer lugar que ocurriò en el
recinto cuando se trato la renuncia de De la Rùa el 22 de Diciembre: “Nuestro querido país
estaba pasando por los momentos más dramáticos de su historia. Y decía también
que el justicialismo, en función de la realidad, de la decisión del pueblo
argentino que lo eligió mayoría en una de las cámaras y primera minoría en la
otra, debía asumir una responsabilidad especial”.
Según sus palabras su expresión tenían una alto grado de “responsabilidad
mucha preocupación y convicción”, tal como afirmaba y en representación de
los legisladores de su fracciòn , el justicialismo ( Ndr: Es posible ,dado el contenido de el discurso hacerlo
extensivo al resto de los partidos)
sotenìa:” Entendemos cabalmente que quienes nos están mirando y la
mayoría del pueblo argentino está queriendo menos palabras y más hechos”.
Su visiòn de la Argentina
de esos días era pesimista, se había perdido el rumbo:” Hoy el pueblo argentino
necesita encontrar el camino que lo saque de este atolladero en el que estamos
viviendo”.
Reiteraba que para poder resolver los obstáculos y salir del “atolladero”,
como el mismo lo había definido, estaba “convencido” que había un hombre que podía
salvar al país: Eduardo Duhalde:” Uno de los mejores hombres que hoy tiene el
justicialismo, quien con mucha experiencia y sabiduría ha ejercido muchos
cargos públicos y actualmente es colega nuestro, porque integra el Honorable Senado”,
como lo calificaba.
Enfatizaba Gioja:” Proponemos para esta emergencia al compañero Eduardo
Alberto Duhalde para que ocupe la Presidencia de la Nación hasta completar el
período constitucional, que finaliza el 10 de diciembre de 2003” .
Recibiendo el aplauso de sus colegas, concluía que su partido:”Presenta
una propuesta unida”. Aclaraba:” Con mucha fuerza que la unidad no es
uniformidad”, es decir que podía haber disensos.
Lo ilustraba ejemplificando:” Esto es como una gran avenida: que cada
uno tome el laberinto que más quiera “. De igual modo llamaba a la uniòn de los
argentinos, pidiendo que: “Marchemos todos con el mismo sentido”.
En búsqueda del consenso, manifestaba, hablaba con “mucha sinceridad “.
Esa “sinceridad “ se traducía en una expresión compartida por :”Muchos
compañeros que estaban proponiendo como
solución que la transitoriedad fuese de menos tiempo y se pudiese convocar a
elecciones”.
Sin embargo , exponía citando al general Peròn:” la única verdad es la
realidad”. En ese sentido, añadia:” La realidad de los hechos nos está marcando
que se necesita de una conducción firme; se necesita de un tiempo, que es el
que resta del período constitucional, para que este justicialismo, con Eduardo
Duhalde, pueda convocar a todos los argentinos a reconstruir el país”.
Gioja volvía a recibir aplausos y continuaba:” Estamos seguros, como lo
decía nuestro gran filósofo Marechal, de que de todo laberinto se sale por
arriba. Este justicialismo está buscando todas las alternativas para salir de
este laberinto, y la vamos a encontrar porque queremos conducir este proceso”.
De tal modo y reiterando su “seguridad”
que los justicialistas no lo harían en soledad , sino que :” lo vamos a conducir
con todo el pueblo argentino”.
“En mi intervención pasada, y en función de la brevedad, expresaba que
no nos resignábamos a afirmar que la política era el arte de lo posible, sino
que teníamos que animarnos a decir que había que hacer posibles las cosas
necesarias en nombre de la política”, alegaba Gioja.
Diez días después ( el tiempo transcurrido desde que se tratara la
dimisiòn de De la Rùa ,
se imponía agregar :”con mucha fuerza, que la política es el arte de hacerlo
todo de nuevo”.
Esa era su idea y su propuesta, pues con el ·esfuerzo de todos los argentinos
“Convocamos a todos los argentinos a un nuevo comienzo que nos lleve a
recuperar la credibilidad y la grandeza que imprescindiblemente necesitamos hoy
en la Argentina.
Finalizaba su discurso que fue alabado con el aplauso de cierre:” Por eso, sin más trámite y ahorrando tiempo
--porque sabemos que los tiempos son realmente cortos-- proponemos a Eduardo
Duhalde como presidente de la
Argentina hasta el 10 de diciembre de 2003” .
Fuente: Honorable Cámara de Diputados, Asamblea Legislativa 1° de
enero de 2002, versiòn taquigrafica ( provisional)
http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/dip/documentos/asuncion/1.1.02.Duhalde.pdf
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