En 1999 cerca del
quinto aniversario del atentado a la AMIA, el autor teatral Roberto “Tito”
Cossa, expresaba en el diario Clarín su sufrimiento por la falta de
esclarecimiento y la falta de justicia.
El dolor se hacia màs
fuerte dado que –como decía_ :”Golpeó a una entidad dedicada a la solidaridad.
Una mutual es un espacio de ayuda; las fundan los hombres de corazón para mejorar
la vida de sus semejantes”. “Duele el atentado a la AMIA como cualquier acto
criminal
Profundizaba en su
manifestación:·” Duele la AMIA. Duele en un país donde lo que sobra es congoja.
Duelen los 86 muertos, los mutilados, los familiares de las víctimas. Duele la
AMIA porque nos obliga a convivir con el horror. Duele porque el crimen sigue
impune y duele porque puso al desnudo complicidades que nos meten miedo.
Enseguida, se preguntaba sin olvidar de recalcar el dolor:
¿Cuál fue, entonces, el propósito del ataque? ¿En el cuadro de honor de qué
guerra figurarán sus responsables?. Recordaba que :” La AMIA no era un objetivo
militar, ni siquiera político”….
Su lectura de lo que había dejado el atentado la describía
con palabras duras:”Sólo una despiadada crueldad, un racismo enfermizo, una
intolerancia criminal pudo alentar un golpe tan bajo”.
Sin lograr comprender
ni què llevò a cometer el atentado ni por qué poco se sabia para condenar a los
culpables transcurridos cinco años de la masacre del 18 de Julio de 1994 a
cometer el atentado, Cosas subrayaba:” Se atacó a la AMIA, a un edificio donde
no hay armas ni hombres armados”.
Lamentò que nadie se haya ocupado de custodiar ni prevenir el
ataque:”Fue un blanco fácil”, lo habían cometido asesinos o más bien “criminales”
:” ¿A tanto puede llegar la cobardía de los criminales? , intentaba responder.
Enfatizaba Cossa
haciendo hincapié en el dolor:”Duele la AMIA. Y duele más porque era un lugar
de hombres buenos. Un lugar de inocentes”.
Una vez màs recurría a
su frase:” Duele la AMIA”. Y Añadía:” Pero también ayuda a reflexionar. Cuando
se golpea a un inocente, se da vida a un militante”.
En ese sentido sentía que
se podía comparar el reclamo de los familiares de las victimas con las Madres
de Plaza de Mayo:”Inocentes eran también las buenas madres, simples amas de
casa, hasta que las golpearon, se pusieron el pañuelo blanco en la cabeza y
dieron vuelta la historia”.
Aun con el dolor, la
sangre derramada en AMIA dejaba una lección, sostenía Cossa:”La AMIA duele,
pero también enseña que con los inocentes no se juega.
Diario Clarín ( Buenos Aires) 15/07/1999 . Citado en
http://www.hebreos.net/Atentado_AMIA/duele_la_amia.htm
Roberto "Tito" Cossa, uno de los dramaturgos clave de la literatura argentina, nació el 30 de noviembre de 1934 en el barrio de Villa del Parque, Ciudad Buenos Aires.
Como periodista pasó por Clarín, La Opinión, el Cronista Comercial y –en sus comienzos– diez años como corresponsal 'clandestino' de Prensa Latina, la agencia cubana de noticias. Se autodefine como socialista y admirador de la Revolución Cubana. La realidad social y la historia política de la Argentina circulan a menudo por sus obras.
Entre sus obras se destacan :" La Nona" de 1977, No hay que llorar, Gris de ausencia (1981)Tute cabrero (1981)Yepeto (1987 y Los años difíciles (1997)
http://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes1/roberto_cossa.php
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