En 1988 Eduardo
Duhalde ya era un político conocido, si bien no tenía la relevancia que
cobraría a partir de ocupar la vicepresidencia de la Nación secundando a Carlos
Menem en 1989, había sido Presidente del Concejo Deliberante de Lomas de
Zamora, Provincia de Buenos Aires en
1973 luego Intendente de Lomas de Zamora
en dos periodos (1974-1976, cuando cesó en sus funciones debido al golpe de
Estado del 24 de Marzo y luego con la recuperación democrática desde 1983 a
1987).
En los comicios del 6 de septiembre de 1987, cuando el Partido Justicialista venció al
radicalismo de Raúl Alfonsín que comenzó así su declive llegó al Congreso Nacional fue electo Diputado nacional por la provincia
de Buenos Aires . En 1989 abandonó esa función para encarar la “modernización
de la Argentina”, la “transformación “que generaría la Revolución Productiva y
el “salariazo” ( tal como fue el slogan de campaña y su plataforma que
repitieron cientos de veces con el exgobernador riojano).
En aquel 1988 durante el gobierno de Raúl Alfonsín,
escribió Eduardo Duhalde uno de sus libros “los políticos y las drogas “( Hacia
un programa nacional). En su prologo sostenía:”La propuesta surge de la conjunción de un sólido marco
conceptual con una experiencia concreta de trabajo preventivo-asistencial: el
llamado Modelo´ Lomas´”.
Había sido concebido y desarrollado bajo su inspiración
durante su gestión como Intendente Municipal de Lomas de Zamora. Aducía y admitía:” El tema es polémico”. “Muchos
políticos le rehuyen”.
Enseguida llamaba a no mirar para otro lado,
consideraba que:” toda la dirigencia nacional debe asumir cabalmente su
compromiso con la comunidad ante éste y otros problemas, como el SIDA, que
constituyen nuevos desafíos a nuestra Argentina de hoy y de mañana”
Alegaba el futuro gobernador de la
Provincia de Buenos Aires y Presidente
interino argentino que los conceptos vertidos en el libro muestran una “decisión absoluta de
librar una guerra total contra el grave flagelo de la droga y el crimen
organizado”.
En el séptimo capítulo:”Narcotráfico.
América, la Argentina y el mundo” explicaba que tenía como objetivo tratar de comprender uno de los dos problemas que forma parte de lo
que globalmente se llama” fenómeno de
las drogas” que no era otra cosa que el “tráfico ilegal de drogas o
narcotráfico” , según su denominación común .
Varios factores
aseguraba comprendían al narcotráfico: “la dimensión económica, su trascendencia
política, su repercusión social, su relación con otros delitos”.
Los párrafos más
salientes del también exsenador nacional por la provincia
de Buenos Aires (2001) y durante el mandato de Néstor Kirchner (del que fue el
principal mentor para su arribo a la máxima jerarquía) Presidente de la
Comisión de Representantes Permanentes de MERCOSUR entre 2003 y 2005:
El
dinero involucrado anualmente en el negocio de las drogas en todo el mundo
asciende a un monto de 500.000.000.000 de dólares. Es equivalente a la
totalidad
de la deuda externa latinoamericana y al 25% de las exportaciones mundiales.
Estas
cifras fabulosas manejadas en un circuito comercial ilícito explican el enorme
poder corruptor y degradante que demuestra tener en tantos países la
nefasta
industria del narcotráfico. Todas las regiones de la tierra, más allá de fronteras geográficas, políticas, ideológicas
o culturales, están incorporadas como campo
de acción para el desenvolvimiento de este negocio. La reducción relativa de
las distancias entre los centros de producción y de consumo, el cambio permanente
de las vías de tráfico, el uso de los circuitos normales están incorporadas
como campo de acción para el desenvolvimiento de este negocio.
La
producción de drogas a nivel mundial aumenta en forma alarmante año a año en
casi todas las regiones del mundo; donde tradicionalmente se
originaban
y en otros lugares que han adquirido importancia reciente.
En
relación a lo que sucedía a fines de los 80, Duhalde actual preside el Movimiento Productivo Argentino ( en su
página oficial la describen como “una ONG dedicada a promover el desarrollo
productivo de la Argentina), explicaba que :”La cocaína se proyecta sobre todo a Buenos Aires,
Córdoba, Mendoza y
ciudades
balnearias. Del mismo modo la marihuana, que –además- tiene como mercado en
crecimiento a la zona de Bariloche.
Las
estadísticas de la Administración General de Aduanas señalan que el número de
decomisos y la cantidad de droga incautada aumentan año tras año.
La
Argentina es productora de gran cantidad de sustancias químicas esenciales para
la preparación de drogas, tales como acetona, éter, alcohol etílico,
amoníaco
y lavandina, y los exporta lícitamente a países limítrofes que utilizan esos
elementos para elaboraciones clandestinas. Si bien esto es difícil de
controlar, aparentemente, los buenos resultados en la fiscalización de la venta
de los mencionados productos químicos a países vecinos, habría traído como
consecuencia
la instalación de laboratorios clandestinos en nuestro país para la elaboración
de cocaína, de los cuales se han descubierto unos 18 desde el año 1985.
Lo
antedicho también puede relacionarse con el decomiso de 15.000 a 30.000 kilos
de hojas de coca en 1986 y 1987 respectivamente, que habría estado
destinada
a su transformación en clorhidrato de cocaína.
Al
respecto debe tenerse en cuenta que el volumen de hoja de coca decomisada
supera en mucho al que podría haberse usado para satisfacer el hábito
del coqueo
(masticación de la hoja de coca) que unas 200.000 personas practican en el
noroeste de nuestro país
La
Gendarmería Nacional ha llamado la atención sobre la importancia de los delitos
conexos con el tráfico de drogas, mencionando como los principales
al
contrabando de productos electrónicos y de vehículos (288 detectados en el año 1987).
En muchas oportunidades, estos elementos sacados ilegalmente del país son pagados
con drogas que ingresan al mismo, aparentemente para consumo interno.
Todos los
organismos de seguridad coinciden en destacar la importancia de la extensión y
vulnerabilidad de nuestras fronteras así como la gran
disponibilidad
de medios que tienen los traficantes. Asimismo, unánimemente señalan que es
necesario dotar a cada una de ellas de los elementos humanos y materiales que
les permita el cumplimiento de sus objetivos específicos.
Además habrá
que desarrollar un sistema dinámico de coordinación ínter fuerzas y una red integrada
de datos computarizados.
En el
sistema ínter fuerzas deberán intervenir la Policía Federal y las Policías
Provinciales, la Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Administración
nacional
de Aduanas y Dirección Nacional de Migraciones.
Como
conclusión a su trabajo Duhalde subrayaba:” Actuando todos estos organismos en
forma conjunta se podrá evitar que la Argentina se convierta, en el futuro, en
una pieza útil para los fines de las organizaciones criminales del narcotráfico
internacional.
Fuente:
Duhalde,
Eduardo: Los Políticos y las Drogas, Capitulo 7:” Narcotráfico. América,
Argentina y el mundo “, Paginas 67 a 73
http://modeloproductivo.com/los-politicos-y-las-drogas/
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