sábado, 2 de noviembre de 2024
EL LEGADO DE RABIN ES EL LA PROTECCIÒN DE ISRAEL COMO ESTADO DEMOCRÀTICO ANTE LOS PELIGROS DEL TERROR Y LAS GUERRAS (ALBERTO MAZOR, 2011)
El 4 de Noviembre de 1995, el premier israelì Itzjak Rabin fue asesinado en una manifestaciòn por la paz que el lìder encabezaba. Tres tiros disparò Igal Amir, un fanàtico religioso judìo que se op0nonìa a los planes de paz motorizados por quien recibiò el Premio Nobel de la Paz en 1994 junto a Shimon Peres y Yasser Arafat por la firma de los Tratados de paz un año antes
Rabin, conmo todo estadista dejò una herencia , un legado que se sintetiza en cuatro pilares principales que toda persona honrada puede adoptarlos tales como son y no sólo transmitirlos a sus hijos, sino también ser partícipe de la creación de dicho mensaje.
El primer pilar es la imagen de los hijos de aquellos pioneros judíos que sentaron las bases para la creación del Estado de Israel. La vida de Itzjak Rabín simboliza la epopeya de los hijos de los primeros jalutzim ( pioneros) de una generación que recibió de sus ancestros la visión y se exigió a sí misma llevarla a cabo con total entrega y sacrificio. El segundo pilar es la idea de la paz; el compromiso moral y total del Estado de Israel de tratar constantemente de establecer la paz con países y pueblos vecinos.
La primera obligación de un estado democrático es proteger la vida de sus ciudadanos ante los peligros del terror y las guerras. La paz es el mecanismo de defensa más profundo. Nada más significativo para esta concepción moral que las propias palabras del General Rabín, Comandante en Jefe de Tzáhal, ( ejército israelí) durante la Guerra de los Seis Días frente al Muro de los Lamentos: “¡Tendríamos que llamarlo el Muro de la Paz!”.
El tercer pilar es la integridad incondicional del líder y estadista para con su pueblo. Rabín decidió renunciar a su primer mandato como primer ministro debido a una cuenta bancaria de 3.000 dólares que su esposa Lea dejó abierta en EE.UU – cuando la ley israelí lo prohibía – al concluir su cargo de embajador en ese país. Varios años después, el periodista que descubrió y publicó el caso, conversó con Rabín y le manifestó que si él hubiera negado cualquier conocimiento acerca de dicha cuenta, no habría publicado la nota. Margalit relata que Rabín le respondió con la timidez que lo caracterizaba pero sin titubear: «¿Y qué querías; que mintiera?».
El cuarto pilar es la idea de la tolerancia democrática; la obligación moral y total de cada ciudadano de reprimir toda acción posible que ponga en peligro el orden democrático; desechar la injuria y la ofensa.
Itzjak Rabín simboliza el aporte y el sacrificio de los hijos de los pioneros. Itzjak Rabín simboliza la necesidad de establecer la paz. Itzjak Rabín simboliza la integridad y responsabilidad del líder. Itzjak Rabín simboliza la obligación de la tolerancia democrática.
Todos nosotros estamos en condiciones de comprender ese legado de Rabín, adoptarlo en nuestra tradición cultural y transmitirlo a las generaciones venideras: entrega, paz, integridad, responsabilidad y democracia.
FUENTE Mazor, Alberto , Diario Judìo. com, Mèxico 3 de Noviembre de 2011.
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