domingo, 1 de abril de 2018

Si la elite se eterniza y se convierte en una especie de nomenclatura de clase social que obtiene beneficios a costa de otros eso es totalmente despreciable ( Marcos Aguinis, 2005)

En 2005, Marcos Aguinis publicaba su libro “¿Qué hacer? Bases para el renacimiento argentino”, según sus palabras, apuntaba a brindar propuestas concretas para renovar la Argentina y salir de la crisis. Entrevistado para el sitio Economía para todos, resumía su pensamiento.

– El libro se titula “¿Qué hacer? Bases para el renacimiento argentino”. Es un diagnóstico…

– Y fundamentalmente propuestas. Yo creo que después de haber hecho diagnósticos, ya que ha habido una gran tendencia en la Argentina a hacer críticas o descripciones de nuestra situación, es hora de levantar la puntería y empezar a hablar de las propuestas. Es decir, discutir propuestas para ver qué es lo que queremos hacer de este país y, de esa manera, forzar nuestra mirada a mediano plazo. Y generar así una mirada estratégica que en este momento no existe. Debemos saber qué país queremos, a dónde queremos llegar, porque así podremos encaminar nuestros esfuerzos.

Una de las falencias que veía Aguinis en 2005 era la falta de inversiones genuinas:” Diría que si en este momento, una situación tan crítica y tan compleja, tuviésemos que resumir lo más sintéticamente lo que tienen que hacer la Argentina eso sería conseguir inversiones productivas. No cualquier inversión. No los capitales golondrina, que son vampiros que chupan la sangre y se van. No la inversión mínima, que viene para que el gobierno le de beneficios y prebendas, s no inversión real. Pero para que haya inversiones copiosas y aluvionales –así como fue de aluvional la inmigración que tanto anhelaba Alberdi y que cambió completamente al país para bien– es preciso cambiar algunas cosas, especialmente en el aspecto cultural. Tenemos que empezar a entender qué significa el Estado de Derecho, qué significa la propiedad privada.

– ¿La Argentina tiene un problema de ideas o un problema de mafias?
– Es una pregunta compleja, pero importante. Cuando tengo que analizar un problema trato de tomar perspectiva y ubicarme un poquito más lejos. Creo que podríamos trasvolar esto a otro conflicto que hay: para que un país cambie, ¿necesitamos que haya primero un cambio cultural o un cambio institucional? Las buenas instituciones producen un cambio cultural. Ahora, la buena cultura produce un cambio institucional. Si no hay un cambio cultural, no hay buenas instituciones. Si las instituciones son malas, la cultura de un país tarda mucho en corregirse. Este problema es similar a su pregunta. ¿Qué va primero? Si esperamos que se produzca un cambio cultural, van a pasar muchas generaciones hasta que la Argentina encuentre el camino que abandonó, lamentablemente, por 1930. Si aplicamos el cambio institucional sin una cultura que pueda sustentarlo, las instituciones van a tardar mucho en hacerse fuertes y respetadas por la sociedad. Ése es nuestro problema: tenemos instituciones frágiles y degradadas y una cultura cargada de anomia, de ilegitimidad, de rencor, de ignorancia, de ideas arcaicas…

- Hay momentos en la historia de los países en que hay ciertos líderes que cambian las instituciones.¿El cambio viene de abajo hacia arriba o necesitamos líderes que lo impulsen? 

– Yo creo que necesitamos líderes, líderes transitorios como han sido los verdaderos líderes. Los verdaderos líderes cumplieron su rol y se retiraron. En eso se diferencia un líder de un caudillo. Ambas palabras parecen sinónimos pero no lo son. El líder es el que cumple una función por determinado tiempo, no está por encima de la ley. El caudillo está por encima de la ley y se eterniza en el poder.

– ¿Usted cree en las elites? Empresarios, intelectuales, profesionales que puedan mostrar un camino.

– Los argentinos hemos sido tan deformados por un igualitarismo que unifica para abajo que tenemos miedo a la palabra elite. Ahora, si la elite se eterniza y se convierte en una especie de nomenclatura de clase social que obtiene beneficios a costa de otros eso es totalmente despreciable. La Argentina tuve elites. La elite que sancionó la Constitución de 1853, la elite del 80. Y ahora también necesitamos de una elite que sea la que conduzca a la sociedad. Y tiene que estar compuesta por muchos sectores: empresarios, intelectuales, profesionales, periodistas, científicos.

Fuente: "Marcos Aguinis: “Tenemos instituciones frágiles y degradadas y una cultura cargada de anomia”", Economía para todos, 14 de Abril de 2005.


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