A finales de Enero de 2011 el diario La Naciòn publicaba en su
editorial una nota titulada Elecciones: “Falta un debate de ideas”.
Sostenía el diario fundado por el general Bartolomè Mitre y dirigido hoy por su tataranieto del mismo nombre:"Falta vocación de casi toda la dirigencia política para discutir objetivos
hacia los cuales encaminar la acción de gobierno".
Asimismo notaba La Naciòn un:” Vacío
conceptual en el que se desarrolla el proselitismo, que no sólo no ha cambiado
de tamaño, sino que las campañas lo han vuelto más visible”.
El 23 de Octubre se llevarìan a cabo los
comicios en los que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acompañada por Amado Boudou seria reelecta
con casi 54 puntos, triunfando con un porcentaje mayor al 35% .
Agregaba La Naciòn en su análisis:”Las
principales figuras que se han puesto en carrera no han conseguido, al menos
hasta ahora, transponer el umbral de las definiciones tácticas, las confesiones
de afinidades o antipatías personales, la manifestación de objetivos de
carácter individual. En el mejor de los casos, aparecen críticas o apologías de
algunas medidas oficiales. La elaboración de propuestas de alcance colectivo
está, con la excepción del programa que acaba de presentar la Coalición Cívica ,
ausente por completo”.
Según observaban era un punto negativo, era
necesario desterrar de lado problemas complejos y solucionarlos con propuestas
que excedan el mero discurso vacío .
Entre las prioridades a prestar
mayor atención se destacaba ” El aumento de la marginalidad y la pobreza” por
un lado. Seguían "La inseguridad y el protagonismo creciente del crimen
organizado, en particular del narcotráfico". Para terminar el rezago en la
carrera educativa".
Los candidatos estaban inmersos, fustigaba,
en un "Juego demagógico" que se traducìa en liderazgos que renuncian a una de sus dimensiones
esenciales:”La capacidad para convocar a la ciudadanía detrás de objetivos
ambiciosos, cuyos beneficios acaso no resultan evidentes para todos", en
otras palabras hacían carne del decir mucho y no hacer nada.
En ella estaba la " raíz
de muchas deformaciones de nuestra vida pública", veìan antes de los últimos
comicios presidenciales.
La renuncia a la "oferta
prograrmàtica elaborada" tenìa su intencionalidad:
"Muchos candidatos
prescinden de una propuesta rigurosa porque obtienen el voto por otros medios:
los compran", denunciaba. Resaltaba la habitualidad del "
clientelismo, el canje de sufragios por
beneficios materiales", hecho que en los casi 30 años de democracia
ininterrumpida en argentina no se habia podido desterrar.
Otro mal endèmico en la política argentina delataba , eran los políticos cuyo "pragmatismo y desvergüenza " les habia permitido:"
Apoyar las privatizaciones en una década y, con el mismo fervor, denostarlas en
la siguiente”. Los llamados “camaleonismos".
Exponìa la Naciòn la existencia de
transformistas políticos cuyas ideas variaban en un perìodo muy corto:"
Los plazos de esas mutaciones son más breves: en el Congreso sobran los
legisladores que ingresaron en las listas de la oposición pero hoy votan con el
oficialismo, sin que haya mediado una causa visible para esa conversión",
simplemente perseguían un interès
"El disfrute mecánico del poder.
Esta carencia de quienes aspiran a
representar a sus conciudadanos debe ser lamentada por muchas razones. La más
importante es que la sociedad argentina está siendo amenazada por que sólo
serán superados al cabo de un ejercicio sistemático de estudio y discusión.
Observaba La Naciòn que quienes ejercen funciones de gobierno y los candidatos que
aspiran a reemplazarlos parecen encapsulados, con muy contadas excepciones, en
la burbuja del corto plazo. Allí reinan las encuestas, instrumentos
sacralizados mediante los cuales la dirigencia identifica las preferencias del
público para suscribirlas a través del marketing. Con este juego demagógico el
liderazgo renuncia a una de sus dimensiones esenciales: la capacidad para
convocar a la ciudadanía detrás de objetivos ambiciosos, cuyos beneficios acaso
no resultan evidentes para todos.
La carencia de una oferta programática está
en la raíz de muchas deformaciones de nuestra vida pública. Muchos candidatos
prescinden de una propuesta rigurosa porque obtienen el voto por otros medios:
los compran. No hace falta insistir desde esta página en lo extendido que está
el clientelismo, es decir, el canje de sufragios por beneficios materiales, en
la democracia argentina.
Ayer como hoy subrayaba el diario fundado
en los años 70 del siglo diecinueve: "Hay
también dirigentes que renuncian a las propuestas conceptuales llevados por un
pragmatismo que linda con la inmoralidad".
Sin dar nombres manifestaba la existencia de :" Figuras
que se resisten a ofrecer precisiones sobre lo que piensan porque están
dispuestas a hacer una cosa o la contraria según la conveniencia del
momento".
De nuevo sin personalidad , pero sabiendo
que era una pràctiva difundida los retrataba. Eran políticos cuyo "pragmatismo y desvergüenza les habia permitido:" Apoyar las privatizaciones en una
década y, con el mismo fervor, denostarlas en la siguiente".
Exponìa la Naciòn la existencia de
transformistas politicos cuyas ideas variaban en un perìodo muy corto:"
Los plazos de esas mutaciones son breves: en el Congreso sobran los
legisladores que ingresaron en las listas de la oposición pero hoy votan con el
oficialismo, sin que haya mediado una causa visible para esa conversión",
simplemente perseguían un interès "El
disfrute mecánico del poder”.
Finalmente proponìa La Naciòn en 2011:"¿Por
qué no pensar que quien levante la vista de la cotidianeidad y de la táctica
para arrojar sobre el país y sus problemas una mirada estratégica, terminaría
sacando, además, una ventaja electoral sobre sus competidores?.
Por ùltimo se lamentaban que:” Al cabo de
200 años de existencia, el país está reclamando una nueva visión de sí mismo
que sea capaz de generar entusiasmo. Un programa capaz de sacarlo de un
estancamiento que lo condena a la insignificancia. Una visión del futuro frente
a la cual individuos y sectores descubran la conveniencia de renunciar a alguna
ventaja o privilegio inmediato a cambio de retomar la senda perdida del
progreso”.
Fuente :Elecciones:”·Falta un debate de ideas”, La Naciòn, 30 de Enero de 2011http://www.lanacion.com.ar/1345685-elecciones-falta-un-debate-de-ideas
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